viernes, 10 de enero de 2014

En la rendida vigilia

Temo al cazador de almas.
Ser de pies de plomo. 
Escoltado por una jauría.
Me pierde el temor.
Me pierde la suspicacia.
Recelo que roza y lacera. 
En vigilias mi mirada.
Arena que irrita mi iris azul.
Laguna de temores y deseos.
Charca de algas y recelos.
Estanque de profundo y turbio fondo.
Solo en la orilla. 
Cercado por las hienas.
Me siento de plomo. 
En la rendida vigilia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario