viernes, 28 de febrero de 2014

Juguetes rotos de mezquino mundo

No soporta el mundo a la luz potente.
No la soporta y se lo hace ver.
Se agota el talento en incomprendido brillo.
Juguetes rotos de un mundo mezquino que con ellos ni quiere, ni sabe jugar.

jueves, 27 de febrero de 2014

Zafios bichos, jueces zafios

No estoy entre los santos del cielo.
No estoy entre los demonios del infierno.
Ni estoy tan neto.
Ni estoy tan bollado.
Ni el ruido de mis amigos.
Ni el ruido de mis enemigos.
Ni culpado a priori.
Ni exculpado antes del juicio.
He sido lapidado antes de tener probanza.
Ni encumbrado sin pruebas.
Maniobras de zafios bichos.
Maniobras intolerables de jueces zafios. 

No soporto, ni deseo el enconamiento

No me atrae nada el polo opuesto.
No me seduce nada viajar con la tensión de chirriar constantemente.
No entiendo el compadreo con el enemigo.
Ni el festejar la tregua.
No tolero ni el roce con quien mi aniquilación en el desarme desea.
No soporto a quien entendiendo que está enconado persiste en su enconamiento.
Me deseas como territorio no dominado.
Como reino de bonanza que no has rendido, ni sudado.

Herrumbrosa llave

El disgusto es una desagradable explosión.
Cuervo negro que vuela con una calavera entre las garras.
Oxido de color rojo oscuro que enturbia mis ojos.
Reyertas de brujas enemigas de Dios.
Herrumbrosa mano.
Herrumbrosa cerradura.
Herrumbrosa llave.
Que nos encierra en la sala de la pena.
Se malgastan las sonrisas que brotan heridas.
Y no se engaña a nadie, pues no ha terminado la condena.

Ojos de vulgar vidrio

Cerdos matarifes que envenenan ángeles con dueño.
Sombras de Satanás que arruinan arcos mixtilíneos.
Ni veinte escudos frenan vuestro corrosivo hálito.
Prisioneros del sin oficio tenéis tiempo para maquinar.
Rostros inflados de grasa y cólera, en los que se hunden los ojos de vulgar vidrio.
Milagrosamente os he separado de la herida, que no dejabais cerrar para poder chupar.
No es la derrota una deshonra, no es la victoria una honra.

Como los calcetines

Hay muñecas muy feas, pero como todo es superable, hay gente por dentro mucho más fea.
Si a algunos le diéramos la vuelta como a los calcetines nos quedaríamos horrorizados.

Cerrada en falso

Soborna la grasa a quien fácil se vende.
Opción insalubre pero más rentable.
Almas enfermas en cuerpos saciados.
Todos vuestros males retratados en el nitrato.
Con punta seca gravaré delitos que en octavillas lanzaré al aire.
Rameras que fuerzan la ley para que se ahorme a sus traseros. 
Quien sentencia en la parte, cierra en falso la herida.

No sirve la paz por bandera

Hay batallas que no son elegidas, nos vienen impuestas.
Contiendas que si no libras te amilanan y arrinconan.
Nos obcecamos en pensar que ser humanos es ir con la paz por bandera. 
Y es un error, porque si la naturaleza nos dio uñas y dientes es para que las usemos.
Ganar está en estimar al rival y rendirlo con un poco de todo, bandera, uñas, dientes y hasta una pedrada.
No sirve la diplomacia con el gañan y para él una paz, es un papel con el que se limpia el culo.
Vale más el mástil que el trapo, pues después de todo con el palo se arrea y el trapo solo hondea.

He prometido a mis afectos

Venceré utilizando el rodeo.
Camino de circunloquios.
Pero he prometido a mis afectos que venceré.
No entraré por las puertas.
Accederé a los horribles interiores por las ventanas.
Pero he prometido a mis afectos que entraré.
No usaré la diplomacia reservada a los príncipes. 
Rendiré en el barro de la cochinera.
Pero he prometido a mis afectos que rendiré.
Unos son los caminos de nuestras metas, otros son los caminos de la bajeza.
Si los tengo que transitar los transitaré.
Pero he prometido a mis afectos que por cualquier camino la victoria les ofrendaré.

martes, 25 de febrero de 2014

Putas perras que odiáis a los perros

Putas perras que no queréis a los perros que asco me dais.
Gordas en los comistrajos de la miseria.
En los parpados azules de un enranciado querer ser.
En los modelitos de mercadillo, de licra y tejidos de segunda vulgar piel.
Buches voraces de olor a sardinas.
Bocas chupapollas de rojo puñeta de bazar chino.
Vientres estriados, almas llenas de estrías.
Hambre de filas, filas en las que solo se entra si se pasa hambre.
Es vulgar el star del tocino.
Y de la casa neta, de tanto y aburrido fregar.....................

cárcel de cuatro esquinas

Desgraciado el que no tiene méritos.
El que no tiene hacienda.
El que no tiene norte.
El que nada ha perdido.
El que nada ha ganado.
Reinas populacheras de la fregona.
Del estropajo.
De la escalera.
Vida de peldaños que nunca se ascienden.
Vida de barrio que es un mundo.
Mundo de miseria y de pobre calceta.
Cárcel de cuatro esquinas.
Cuatro esquinas tiene tu cárcel. 

Desgraciados los cerdos que nacen y mueren en la misma cochinera

No temo a las murmuraciones yo se cual es la verdad.
Y los que hoy ríen quizás mañana les toque llorar. 
No todo el mundo renuncia por amor aunque sea el amor a un animal. 
Difamar es muy fácil solo hay un requisito hay que tener fama.
Creen los necios que determinados árboles han caído y solo se han trasladado a un sitio mejor. 
Desdichados los cerdos que nacen y mueren en la misma cochinera.

En el festín de la carroña

En el festín de la carroña donde las crías aprenden las malas artes.
Días de sebo y gloria en la pobreza de luces de la cochinera.
No teme la comadreja el juicio, no teme no ir al cielo.
No siente remordimiento por ametrallar a un jilguero.
Siembran con malas artes el veneno de la cizaña.
En los chozos de aspavientos, vientos de frío y cólera.
Barrizal en el que revolcar las mantecas titiriteras. 

Penas que saben a gloria

Marchita el silencio el valle.
Glorias que saben a penas.
Penas que saben a gloria.
Tambores atronadores que abren heridas.
Traspiés que no terminan en caída.

La traca final

Mi fe no es ciega es razonada y tiene muy claro en quien creer.
Puertas que el destino quiere que se cierren.
Puertas que el destino quiere que se abran.
Es la soledad explosiva de la traca final.
Alarido de luz en la cerrada noche.

lunes, 24 de febrero de 2014

Todo va a la mar

La muerte llega a traición.
Aunque no cojas callejas recoletas.
Siempre nos espera un pleito. 
Agazapado en las cunetas, entre las zarzas.
Los que escapan de las levas.
La valentía que da el oro.
Y la cólera que genera estar relegado a la sombra.
Ni tras la custodia.
Ni tras el armiño.
Ni tras la piel de la zorra.
Ni Dios nos salva de la intriga.
Ni Dios nos salva de nuestro risible fin de vida de tragicomedia.


Querencias perras

Esquina de los vientos.
Vientos de venganza.
Da amores truncados en el odio de las zarzas.
Lazareto de mis ruinas.
Vidas de enfermos de desesperanza.
Querencias perras.
Dolor de piedras en el bajo vientre.
De espinas hondas en los pies.
De camino empeñado en el duelo.
De cerros inmisericordes que por promesa tengo que escalar.
Si solo caminara por mi ya me habría rendido.
Y mis huesos en el valle tus buitres ya habrían esparcido.



El amor nada somete


Uno se habitúa a la gratuita generosidad porque esta no pide ningún arancel.
Y la encuentra lógica y natural, la ve obligación.
Pero el receptor no se obliga, a resarcir esa dádiva, a compensar con generosidad ese gesto.
Más bien osado muerde la mano desnuda de poder y vestida de entrega.
Muerde la mano que da y besa la mano que empuña un machete.
Besa y lame las botas de quien lo somete.
La caridad ni ansía, ni quiere la cúspide, pero tampoco busca el desprecio.
El escarnio, que el socorrido despóticamente le propina .
No rinde el amor sin medida, no esclaviza la entrega. 
Sólo somete el temor y el arbitrario desprecio del dominador

Enrejado durmiente

Me despierta el amargo café al tímido sol.
Huye entre nubarrones.
Huye entre trinos proféticos de lluvia.
Huye entre avaros rabilargos.
No se levanta la niebla que se marida con el humo bajo.
La esquelética parra enrejado durmiente tamiza pobreza.
Y yo despierto de la sombra con un negro y amargo café.

Hijas de la vida

Me he refugiado entre las hijas de la vida.
Para a prender a vivir por dinero.
Para enfundar con descaro mi apocado espíritu.
Para practicar la voluptuosa usura.
Teatrillo de gemidos.
Necesito atender heridas y es cara la caridad.
Y plantar batalla a las huestes que al pobre saquean.
Necesito acercarme al mundo para aprender sus fisuras.
Nada es elevado, nada es solemne.
Todo renquea en el mismo sitio, en la obscura alcoba.
Vicios que abren puertas, vicios que salvan vidas.
Necesito aprender teatro para en la mentira piadosa salvar el mundo.

domingo, 23 de febrero de 2014

Los bellos rostros

Arqueros de los prejuicios.
Cubiertos de tierra y polvo.
En el boscoso cerro de los traidores.
Hondas reflexiones de bellos rostros.
Es la sinrazón de los agravios.
El miedo a prometer vasallaje al mejor rey.
Y negar el galardón de la victoria al vencedor.

De un manotazo

Fue un manotazo el que aparto la luz mortecina.
Infeliz que quiere morir.
Pensamiento que cerrando los ojos solo quiere contemplar belleza.
Belleza de sombras que alimenta el pesar.
Fue un manotazo el que descorrió la cortina para que la infamia pueda pasar.
Luz sobre el sufrimiento.
Luz para dejar de sufrir.
Solo enloquece el que no ve la zafiedad de la belleza rubia.
Solo enloquece el que no quiere a la cara la cruz contraponer. 

Manos de príncipe

En la estancia de las toscas y enyesadas paredes.
Parco espacio para escudriñar últimas voluntades.
Manos que denotan altura de príncipe. 
Príncipe que se despide como un simple mortal.
Leeré las palabras que no grito su garganta.
El forcejeo de quien no ha nacido para resistir.
Bellos bucles de oro que desmadejo la postrimera hora.
Azul opal que disfraza desdichas.
Hay tormentas que asolan palacios.
Hay palacios que no protegen de las tormentas.
Intrigas que fuerzan a la propia mano, a hacer lo que la mano cobarde incita.
Sin huellas del crimen.
Solo la dulce huella de la elegida entrega.
Manos de príncipe, que al príncipe ahogan. 

Besos de praliné

Borrasca de pasión pueril.
Que como llega se va.
Dejando solo charcos someros.
Un pequeño desorden en el jardín.
Y un suave olor a húmedo tropiezo.
En el amargo sabor de los chicles de fresa.
En las labios que besan mientras chupan un polo de limón.
En la febril pesadilla de lo no consumado.
En la caricia a través del grueso abrigo de cheviot.
Esa fue mi derrota. 
Que lavo en los chascos.
Que oreo en el jardín.
Que intento borrar bajo la tormenta.
Besos de praliné.
Caricias entre apuntes.
Entrelazados  los dedos para sentir en ingenuos gestos lo que realmente era el amor.
Joyel de valor incalculable con el que alimente el hambre de brillos de los grajos. 

Hombres, perros y mariposas

Tengo un perro que cree  ser una mariposa.
Y salta con amor a mi regazo.
Cuando su corpulencia es un trompazo.
Niños grandes que no quieren perder el pecho.
Hombres-perros que siguen empeñados en dormir entre mis brazos.

sábado, 22 de febrero de 2014

Amores de sombras

Con el motor en marcha.
Con prisa será el adiós.
Contenida pena.
Contenida por poco tiempo.
Reprimida solo un instante.
Voluntariamente perder.
La conveniencia de esta despedida.
Son las puertas que deben permanecer cerradas.
Son las puertas que no deben abrirse.
Amores de sombras abocados a perder.

Ranas de agua bendita

Damas que alivian la miseria humana con impecables guantes blancos.
Moscardones del brillo, del relumbrón de la caridad.
Filas terrenas ganadas en el altruista egoísmo.
No mancha el pobre, pero quizás destiña.
Recompensa de epítetos y curia.
De tardes de pastas y te.
Y de fiestas y bailes de beneficencia.
Ser santo en la tierra y tener altar, exige falsa caridad.

Sanguijuelas fatigantes

Los que dejan su carga para que otros la carguen.
Los que con nada cargan.
Los que son una carga.
Rémoras exigentes.
Sanguijuelas fatigantes.
¿Lo que el parásito no carga donde va?
A las espaldas generosas del que con todo carga.
Gandules que abandonáis a su suerte amores, flores y bellos seres.
Vagos desalmados que abandonáis hijos, trabajo y canes.
El doble trabaja el que tu carga asume.
Y tú egoísta aun reclamas amor y dinero a un sistema de amparo. 
Que ciego ampara a cargas que como tú todo lo descargan.

Continua el terror

Nos toman por torpes y tontos.
Nos quieren contentar con un teatrillo de guiñol.
Con una flaca ofrenda que por su engañifa ofende.
Estrategia de guerra para recuperarse en la tregua.
No es acertado el titubeo en el calificaros.
Y yo aun sin sangre hoy os retrato.
Erais terror, sois terror y la cosecha que recogéis esta regada de sangre y terror.
En la paz y en la batalla libre no existirías y ese eso os asusta por eso las armas no entregáis. 

Perdigueros

Con los pies muy frío, encharcados, sintiendo el barro del suelo.
Entre las vacas, que ignoran que tanta comida hoy es por que mañana van a morir.
Como una cabra las persigo, saltando tapias resbaladizas de terciopelo verde de invierno.
Las empujo a la plaza donde esta su encierro y los manjares.
Engañadas en el instinto para en un instante cautivas ir al matadero.
Perderán de vista el valle de los centenarios robles que planto mi bisabuelo Benigno.
Y sentiré un día más la pena y el dolor de este roturador mundo, que para subsistir devora tanta belleza.

Mueren los robles

Estiajes en el cauce que riega mi alma.
Espíritu inquieto que no florece en la lluvia. 
Río de sol que las nubes ocultan.
Pedregal de musgo que los gorriones picotean.
Robles que mueren en la inundación.
En la entumecedora llovizna.
Nada sale el sol en este gris invierno.
Eterno llorar de ángeles por tanto obrar cainita.

viernes, 21 de febrero de 2014

Manchas imperdonables

Manchas imperdonables promovidas desde las filas preeminentes.
Promovidas sin certeza, acusaciones en la suposición, en la dinámica delictiva de mi casa.
No niego mi sangre, niego los hechos, niego el delito, la acusación sin pruebas.
No perdono el daño hecho al niño que aun habiendo mamado el camino torcido, ningún paso ha dado en el.
Reglas de sabios que no saben de conmiseración y amor de Dios.

Ciencia ficción

Dando por hecho lo que no ha ocurrido.
Se criminaliza en la ciencia ficción.
En la calenturienta imaginación del enemigo.
Acusaciones falsas, sin probanza y sin base.
Crispación de pescadores en río revuelto.
Amigos que corroídos por la revancha siembran dudas y calumnias esperando recoger rédito. 
Amores desdeñados que derrotados promueven campañas para manchar la rosa que ayer con obcecación deseaban.
Batallas de perdedor para amargar la merecida victoria del vencedor.

No se puede confiar el futuro al oleaje


Esperar a que salga el sol tras llorar un poco.
Es paciencia porque siempre sale.
Son olas los amores sin razonar.
Son pueriles y sin terreno para edificar.
Castillos de arena que otras olas desmoronarán.
Oleaje de arena, al que no se puede confiar el futuro.

La sala de estar

Lo poco enigmática que es la cotidianidad.
Pero que cimentadora y reconfortante.
Libre de tapujos, de hipocresías, clara, meridiana y llena del calor de la naturalidad.
Es insufrible el fingimiento constante.
Y en la sala de estar uno es uno mismo y eso no es enigmático, pero es muy reconfortante.
Uno rinde en el ser, no en el parecer.
Haz de tu vida un permanente estar en tu sala de estar. 

Vagabundo

Vagabundo en un mundo de codicia. 
Sin sitio en la plaza fuerte del negocio.
Con el alma vapuleada en improperios.
En altisonantes palabras de recriminación.
Recorro sin acomodo pueblos que me rechazan.
Por mi libre pensar y transcurrir.
Solo me ata la luz pobre, el amor pobre que es de verdad.
No tengo habitaciones estancas, pues no tengo casa.
Nada que no quepa en mi hatillo puedo atesorar.
Desliado y libre, desliado y solo.
Ese es el camino de los espectrales visionarios en ningún sito encajar.


La más bella joya

Llevando en la boca el sabor de la vida.
Sintiendo en el pecho el latir del futuro.
Notando como una rosa crece en mi vientre.
El porvenir habita en mi templo.
Se acompasan los latidos de mi sangre.
Y venzo el miedo al violento desenlace de gritos de dolor y placer.
Crecerá en mi pecho la más bella joya que adorne a una madre.
La viva gema que es la obra de amor.

Pedregal de confín

Cansada de parir hijos para que mueran de hambre.
Hijos para la dura tierra.
Hijos para estercolar las entrañas de la seca.
Pedregal de confín.
Pedregal donde me empuja el roturador progreso que urbaniza mi fértil valle.
Casas que no viven del aire, viven en la demasía que crea la miseria.

En otras manos

Cuando la salvación está en otras manos.
Cuando secar tus lagrimas ya no es un gesto tuyo.
Cuando las otras manos te empujan y solo les importa su salvación.
Avalancha en el ojo de una aguja.
Manos que amasan en el interés.
Para todos hay tiempo, para todos hay recursos.
El desorden lo provoca la acumulación de pan.
La especulación con el pan y todo lo que necesita el hombre y no sale de la boca de Dios.
Manos de rapiña, manos manchadas de botín, del tesoro de la estafa, del rédito de la explotación.

jueves, 20 de febrero de 2014

Victimas de su marginalidad

Enganchadas en la puerta del mariposo.
Enganchadas en la casa de las carniceras.
Familias de maridajes de ponzoñosas y camuñas.
Batiburrillo de corraleras y damas de comadreos del frite.
Descuartizadoras de gorriones, de oropéndolas, de ninfas, de golondrinas.
Sombras de la más obscura de las ignorancias.
Faltonas llenas de faltas.
Delincuentes que interpretan ser victimas.
Victimas de la marginalidad y del enconamiento avieso de su pobre intelecto.

Los lujos del trono

La espiral de la muerte.
El único que descansa es el muerto.
Los vivos multiplican el drama en los conciliabulos del llanto.
Hermanos que en la afrenta contra hermanos traman venganza.
El poder del hermano con poder.
El ejercicio fratricida de la violencia.
La defensa cainita del estatus de privilegio.
Magnético trono que se perpetua en la derramada sangre.
Manos que no tiemblan al ordenar sacrificar iguales.
Miedo a perder el excedente, cimentado en la usura al todo débil.
Todo débil y sometido en el terror, necesario para mantener con lujos el actual trono.

Como comienzan los grandes dramas

Los grandes dramas, comienzan siempre con una microtragedia.
Que el interesado sectarismo, azuza y prende como gran tea con la que incendiar el charco de malestar.
Siempre existe solución hablando, siempre sin fanatismo.
Siempre sin el enconamiento, sin la testarudez sectaria, que no concibe que fuera del propio exista otro pensar.
Miedo da el mundo por la proliferación de necios y el alto auditorio que estos sentimientos concitan.

La anegada ladera

En la rapidez del desprendimiento.
Corrimiento de tierras en la anegada ladera.
Rodar al llano tras el llanto de la cumbre.
No tiene raíces el manto y la gravedad todo lo descarna.

Las palabras que no decimos producen cancer

Las palabras que no decimos.
Las palabras que reprimimos.
Los pensamientos que ocultamos.
La vida que enmascaramos.
No es victorioso el camino de la valentía.
No es muy transitada la senda de la verdad.
Nos rendimos en un temor pueril, a que pensarán de nosotros.
En un mantener una fachada de conveniencia.
escondemos la verdad en la cuadra.
Y hacemos que la verdad no este presente en nuestros días, en nuestras horas.
Somos solo verdad, pero elegimos ser actores de personajes variopintos.
Distantes de lo que realmente somos.
Interpretamos lejos del escondite, guarida donde bajo siete llaves y tapada con siete mantos estÁ oculta la verdad.
Que fácil y rentable es mentir, que de sin sabores acarrea la sinceridad, con uno mismo, con los demás, con nuestro Dios, con el espejo, con nuestra sombra, con la mala calidad de nuestro sillar, con nuestro deficiente mampuesto.
Fachadas telón de glorias insípidas, de amargas primeras filas de usurpación.

miércoles, 19 de febrero de 2014

Margaritas de negación

Margaritas de negación y tormento.
Pétalos que me privan de la obsesiva felicidad.
Suerte que en mi camino coloca tropiezos para impedirme llegar a ti.

El latido purpura

Se estancan mis besos entre juncos y limarones.
En el embalse de lo no satisfecho.
De los deseos que no está en nuestra mano saciar.
Amores perdidos en el desatino del blanco.
En el latido purpura, torrente que se escapa sin regar de caricias el cuerpo negado.

Prohibido pensar distinto

Cuando opinar distinto es pecado mortal.
Cuando para algunos expresarse en libertad es delito.
Cuando el sectarismo te amordaza para que no disientas de su pensar.
Pensar totalitario, que un acto de intolerable invasión te prohíbe pensar y expresar tu libre opinión.
Viva la libertad o el dictatorial libertinaje de prohibir opinar al disidente. 
Soy un disidente libre que a pesar de la horda de fanáticos sigue opinando.
Soy libre para expresar mi credo, soy libre para sentirme orgulloso de el.

¿Dónde irán?

Dónde irán los bellísimos seres a los que les impedimos nacer.
Dónde irán con su irrepetible talento.
Dónde irán a prodigar su afecto.
Se les trunca la vida en el confort del útero materno.  
Único lugar donde creían estar a salvo.
Entrañas que en un acto contra natura les niegan la vida una vez engendrada.
¿Dónde irán? porque les hemos asesinado y con nosotros no están.

Brisa de cenizas

Es la belleza un parámetro aprendido.
Es la belleza un parámetro a revisar. 
Es la belleza una esencia que se evapora al abrir el bello tarro.
Al abrir los ojos, estanques de cautivador perfume.
Lagunas de misterio donde nadan hipocampos de plata entre olas de berilo.
Brisa de cenizas de seres que en abnegado sacrificio conformaron la formula del éxito de tu cuerpo.

La envidia del achaparrado matorral.

Altura, frío y más enemigos.
El trabajo te distancia.
El trabajo para el gandul te hace distante.
El logro te zona en un estatus de envidia. 
Domar tu espiritual te catapulta a las nieves perpetuas.
A las intrigas perpetuas.
Nada eres pero hasta lo que no eres envidian.
Nada necesitas y la sin necesidad envidian.
Sombra de esbelto ciprés envidiada por el achaparrado matorral.