Si es triste ser una lampara apagada, una virgen necia sin aceite, una campana sin badajo, un pobre de espíritu.
Es más triste aun ser un espíritu mezquino,
Libreme Dios de los que se regodean en la mediocridad y hacen de lo raso su cima.
Para crear el nivel raso o el nivel donde todo se enrasa, hay que aniquilar al espíritu elevado, a la lampara encendida, a la virgen cauta, a las campanas que tañen y al hombre que discierne y valora en justicia.
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