domingo, 27 de mayo de 2018
Acantilados de umbría
Admiramos, con el ánimo de poseer, total o parcialmente.
Perseguimos, talentos que en nuestras manos no habitan.
Abandonamos, en los jardines oscuros, bajo mil capas de descompuesta hojarasca, la magia que nos regaló natura.
Deseamos, lo que no tenemos.
Denostamos, el color de nuestro silencio, la finura de nuestra risa, el óvalo de nuestro universo.
Porcelanas restañadas, porque no asumen su continente.
Admiramos, porque no asumimos la isla que habitamos y el perfil de sus costas.
Orografía genética, azar divino, acantilados de umbría.
Poseer nos distrae, acumular nos aliena.
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