miércoles, 9 de noviembre de 2022

Ya es muy tarde



Ya es muy tarde 
en este otoño 
de brumas, 
de olvidos, 
de campos minados, 
de torpezas. 
Ya es muy tarde 
en esta estación 
por la que ya 
no pasan los trenes.
Es tan tarde que 
el corazón siente pereza, 
que se ha esfumado 
la fe en las proezas, 
que la cuarcita 
se ha alojado 
en mi pecho.
Ya es muy tarde 
en las mañanas de niebla.
Me cerca el miedo 
a la selva de los amores salvajes, 
a amar a borbotones, 
a desangrarse en 
por los besos valientes, 
a correr por la aceras 
buscando sonrisas 
y miradas cómplices.
Ya es muy tarde 
para no pensar 
en lo inconveniente, 
para probar a ser miles, 
para derramar vida 
en los oscuros jardines.
Ya es tan tarde 
que ya no hay relojes 
que marquen horas sublimes. 
Ya es tan tarde 
que ya no hay amaneceres.   

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