domingo, 25 de noviembre de 2012

Tabaibas

En la ardiente, porosa y áspera graba volcánica, vomito infernal.
Rodeado de euphorbias regis iubae, descanso nectoriano entre populares tabaibas.
Nada en el cielo, nada en el agua, solo las lavas y cenizas lastiman mi espalda.

Peregrina

Cuando yo empece a frecuentar a Doña Peregrina Lemos Martín, yo tenia 14 años, la descubrí haciéndole una entrevista para el periódico del Seminario.
Era una mujer exquisita, y digo era porque imagino que habrá muerto. Cuando yo la conocí Doña Peregrina tenia 83 años, y ha pasado ya mucho, mucho tiempo y es imposible vivir tanto.
Era una mujer bella y frágil. Su marido Don Manuel Escribano era pintor, por eso me fascine tanto por ella.
Después de la visita la seguí frecuentando, y puedo asegurar que nos hicimos amigos.
Me fascinaban los cuadros, su porte, su pequinés, su criada Ana María, su casa y sus ceremoniosas y elegantes rutinas.

Tiempo atrás


Todo era natural, como la natural naturalidad.
Todo era triste, como la triste tristeza.
Todo era gris como el tizne de las malas acciones.
Siempre había previsto que aquel seria el desenlace.
Se refería a los hechos, al vivido pretérito.
Todo se había diluido como un terrón de azúcar en un oscuro té.
Aun así todo tenia un poso amargo, regusto agrio de limón.
Frases colgadas sin respuesta, un adiós que ya nunca se materializará.
Sorpresivos posicionamientos y una demorada victoria, que podía ser más sorpresiva aun.
Grano a grano, el dejar pasar el tiempo iba pudriendo los rubís de la granada.
No era su talante, tenia que ser que había aflorado una animadversión más antigua.
Acunar venganzas es una cuestión de años, y cuando llega has olvidado el porque.
Seria yo el chivo expiatorio de una dañina urdimbre que se les había enquistado tiempo atrás en el alma.




sábado, 24 de noviembre de 2012

Fajón, zampón, melocotón

Pasivo pasado, impertérrito bajo el arco fajón.
Frases de nada, nada de gloria, nada que ahoga.
Blasfemar es tu fuerte boca de sapo henchido como alharaca huera de bufón en apareamiento. 
Racimo de cardo, de agrias hieles, de bilis y cólera.
Tierra volteada por el fornicio arado, arado de sarna, sarna de mente, sorna de vida.
Tropa, tropita de parásitas garrapatitas.
Ansia de don, don sin din y vulgar repique de zampón.
Todo te lo digo con mis labios de melocotón. 




Los vítreos ojos

Aterrado en la senectud de las tarántulas.
Hedor etílico de lupanar.
Maceración de vicios y de alcobas sin ventilar.
Remontando el perpetuo crepúsculo.
Rostros simiescos de cuarteados afeites.
Flores sin un misero día de gloria.
Flanquean la puerta dos caballos, se que recibes en ahorro dantesco.
Pelo mugre, mugre de alma.
Se quien te sujeta la palangana, es la travestí que nació ya ajada.
Si pudiera yo persuadir a quien tu vicio profesa, bien sabe mi Dios que lo haría.
Tapa los ojos a la virgen de candelero, que ofende tu fornicio a los vítreos ojos de la modesta talla.




Batalla sin cuartel

En el juego de denostar, no olvides jamas, que tu también seras denostado.
No esta en tu campo la exclusividad de la acción.
Es cuestión de física muy básica, toda acción conlleva una reacción, todo cuerpo sumergido en un fluido desplaza un volumen idéntico al que el posee.
Ganar la guerra no es algo que tu pillas y te lo quedas, es estimar que en el tablero quedaran pocas tropas, porque las habrás sacrificado en la batalla sin cuartel de tus necias acciones.
Dime que no crees que el mundo gira entorno a ti, porque sino pensare que estas más tonto de lo que estas.....................


El arte moderno

Impresión digital, impresión fotográfica, impresión vinílica, impresión impresionada, impresiones nada impresionantes que no dan impresión de nada.
Nada rendidos ante la ristra de cuñas que reclamaban una peana para estar a la altura de tanta ramplonería.
Un mariquita mastín, haciendo de cicerone, y deslumbrado por el rostro televisivo de Pilar.
En una baja tarima un pollo- cerdo atónito miraba de reojo a la azul lengua, no deliro, ni es una pesadilla, es real, la vida misma, fuegos de artificio con pólvora del rey.
Circo del traje inexistente del emperador.
Cohorte de desinformados, que hacen la guerra contra el criterio, tino, buen gusto y saber hacer.
Feria de vanidades impresas en grandilocuentes papeles con nombre y apellido, mas nunca fue menos y estuvo tan cerca del nada.
Jaula algarabía de locas que como aves de rapiña se lanzan al cada vez más escaso canapé, único alimento que realmente alimentaba..................

Tertulia de ofensas

Cuartel de espadas.
Calle de vientos.
Torre del aire.
Escalinata del puerto.
Plaza de armas.
Ultrajado convento.
No rinde cuentas.
El plantón de cardos.
Y es certero su tino, con el mortal dardo.
Plazuela de vicio.
Corrobla de chismes.
Invulnerable estima.
Pendón de duelo.
Enemigos amigos.
Traidores amigos.
Tertulia de ofensas.
Mesa de calumnias.
Tortuosa procesión de vírgenes necias.




viernes, 23 de noviembre de 2012

El bello descuido

Coronados por la fragilidad de la materia, por la corta existencia de lo efímero, santos de puntuales modas, si hicierais milagros todos los días, no caeríais en el olvido, ni en el bello descuido.

Nada me espanta

Es raquítica la cizaña de mis campos, casi la doy por extinguida.
Ya nada me turba, ya nada me espanta, duermo tranquilo con los ángeles que moran en mi casa.
Lava el roció mi tabula rasa.
En el mar sin limarones y sin zozobras ya no naufrago, todo es ya calma.
Destrezas de mano diestra por la siniestra burdamente remedadas.
Todo me place ya en esta balsa.
Frases de ira que consumí en la pira de la cizaña.

La soledad de las alturas

Conmovido delirio de orfandad.
Tu morada es la boca del lobo.
Si me ves alegre en el tachonado arco solio, es que me estoy prostituyendo.
La distante celebridad arrastra una cargada estela de miserias.
Aquí me ves buscando el bajo salario de los inferiores, en la cúspide hace frió y no tengo con que calentarme.
Es dura la soledad de las alturas, estrellato de nieves perpetuas.
Si tengo necesidades, las mismas que tu.
Y si perfecto concurro al festín de los imperfecto, es para saciar la más humana de mis hambres, el hambre de pan.
Nada debo, pero si pan pido.
En la distancia y en mi ser distante no existe la autosuficiencia plena, humanamente soy dependiente.
Valórame en el llano, que estoy cansado de hambrear la saciedad de lo vulgar en LA SOLEDAD DE LAS ALTURAS.

jueves, 22 de noviembre de 2012

¿Quien?


Se ha fundido la luz del mundo.
¿Quien nos la sustituirá.?
Los días tristes en brillo, se han instalado definitivamente en nuestras vidas.
Cuanto tiempo se quedaran.
Desmotivado espero que sean otros los que tomen la iniciativa en esta batalla de redención. ¿Quien nos desrendira.?
Yo no rindo cuentas porque nada hago.
Indolente inactividad en los días grises.
Se ha fundido la luz del mundo.
¿Quien en su circo volverá a brillar.?

Fértil mantillo

Buscaré los cadáveres de los benditos, los plenos de misericordia.
Los primeros en caer, carne de cañón.
El precio de las caricias, recuerdos de amapolas.
Crímenes de obediente milicia.
Te observo en la otra orilla. distante y con distancia.
Veloz cautela.
Salvaje agua.
Escorrentía que lavas el fértil mantillo.
Limos que quien sabe donde depositaras.
Rápido cauce de obstáculos, invencibles, insalvables.
Letanía, caudal de frases de daños.

el asesino de mis sueños

Mueren tantos héroes bajo la cúpula celeste todos los días.
En el panteón, bajo los broncíneos casetones, te rendiré vasallaje.
Demasiadas forzadas promesas.
Rendido en la doma.
En el exigente bajo salario.
Vistoso terciopelo que no me abriga.
Buscare la casualidad.
Ordenare segundos, en aras de la consecución de los primeros.
Diseminare los pesados metales.
Metralla, plomo que me impide volar.
Encontrar la verdad.
Al asesino de mis sueños.
A la campana que tañe a luto.




miércoles, 21 de noviembre de 2012

Alambicado serpentín

Marchan milicianamente los días, las horas, los años.
Machaca la molicie mi espíritu indolente.
Envuelto el el olor de los membrillos y las abiertas granadas.
Todo en excesiva calma.
Orden que desordena mis días.
Eclavizandome en el bucle de su mantenimiento.
Nada encuentro en la pulcritud, en lo neto, en al perfecta talla sin ademan, ni maneras.
No es mi sino la linea recta, ni los marciales días, ni le neta meta.
Soy alambicado serpentín que reprime el destilar ponzoña.