domingo, 2 de diciembre de 2012

Vivo como pienso

La fealdad velada es menos fealdad.
Todo es provisional incluso sera provisional el orden nuevo.
Los asilos serán la última de nuestras provisionalidades.
En este provinciano mundo, no te ofenderé contando en publico tu raquítico salario.
La importancia de hoy es la sin importancia de mañana.
Escrúpulos de franca mediocridad.
Desdichada gracia.
En tu hundimiento reside mi flotabilidad.
Nada ocurre pronto, por eso es necesario saber esperar.
Pensaba que duraría eternamente, parámetro infinito en nuestra finita existencia.
En esta esfera de prohibiciones nada dura siempre.
Sin mirar atrás, pero sin olvidar, todo esta escrito para impedir el olvido y la cuenta no saldada.
Cuando caigáis en desgracia, todo lo recordare y con réditos os lo espetaré.
Talentosos para la escasa luz de un lupanar, pero no para resistir la luz del sol.
Yo no temo al astro rey, todo lo mio es publico y publico todo lo mio.
Vivo como pienso y pienso como vivo sin ninguna perturbación.
Prodigiosamente moderno pero es un dogma nada seguido por los autoproclamados modernos..........................

El descalabrador tropiezo


Son tan insoportables los muy perfectos.
La suerte del fracaso.
La brillante decepción me posibilito llegar hasta ti.
Hablar de lo ligero.
Lo ligero de hablar.
El miedo a uno.
El miedo al control.
El miedo a perderlo.
El miedo a la tentación.
Al descalabrador tropiezo.
No se lo que quiero, solo se lo que persigo.
Y me atormentan las caídas en la consecución de mi meta.
El ventanal de la gloria esta al final de un larguísimo pasillo.
Pasillo lleno de puertas, a las que la tentación te invita a pasar.
Las excepciones a los principios son un salario que diezma los ahorros que compran el palco de la gloria.

El invierno

El la resignación del invierno.
Mis fríos labios, besaran tus fríos labios buscando el calor.
Urgencia de dolorosas confidencias.
Corto días de sol y raquítico amigo calor.
Cada uno en su hogar, en su fuego.
Enclaustrados entre las cuatro propias paredes.
Y entretenidos por lo que atesoramos.
Tesoros de vida y calor.
Preservados de la intemperie hostil.
Invierno egoísta de desatención.




El ácido hialurónico



Volatinero fulidor que azuzas tontas gacelas.
Nunca con vosotros paseé entre iguales.
Siempre mi autosuficiencia me permitió esta desigual transacción.
Os acostumbre a esa demasía, a ese derroche.
La miseria es tan fácil de sustituir.

Ídolos de escayola con pátina de oro.
Si, el innombrable, el de las cultas palabras que ahora evitáis.
El paraíso de vuestros afectos tiene tanta parcela agria.
Pan embriagado en hiel.
Infierno de aturdidas valías.
Aturdidos no validos, con ínfulas de infierno.
Dios existe y os aseguro que no esta en vuestras casas.
Fiasco de amor.
Amor de fiasco.
Santos que existís por las velas que unos a otros os ponéis.
Ya que ningún milagro obráis.
Reliquias de huesos de pollo, de espinas de sardina, de virutas de puerta vencida y desvencijada.
Brillo de plástico y de falsario y protector barniz de yate.
Pandereta de oligisto que envidia al neto rodio.
Amenazas de falso amor.
Paripé, juego de la gallinita ciega.
Carnaval, mascarada en la que unos a otros os premiáis y aplaudís.
Os digo, el ácido hialurónico termina aturdiendo la mente.
Anticipada senectud de medio siglo.

sábado, 1 de diciembre de 2012

Lago de miasmas.

Deslavazaré el acartonado amasijo de pliges de almidón.
Diestro remo, diestra arma.
Corta el filo del afilado naipe la tramposa palma.
Pido calma en esta laguna de túrbias aguas.
Siluros que a la vera de mi barca nadais, no cejeis en el empeño de defender la noble causa.
Solo los sucios quieren que sean sucias todas las almas.
Forma el fiel viento pequeñas crestas afiladas como alabardas.
Lago de miasmas, donde mis enemigos quieren que naufragen mis alabanzas.


Vera, rivera de odios y lodos.

El peligro de caminar a tu vera.
No es mi trayectoria el deseado camino recto.
Mece tu mano en tortuosos meandros mi transcurrir.
Celos de destrucción.
Recovecos sangrantes en los que me derrocho en incesantes pedir perdón.
Ladinas caricias que minan mi torre.
Baluarte que con denodada labor cimentaron mis padres.
Fui raudo, mas hoy en farfullas me estanco, descompongo y corrompo.
Aguas de limarones y sargazos donde viven felices los sapos.
Vera, rivera de odios y lodos.
Construiré un dique, me haré un pantano y que los patos me naden y se coman los sapos.




Los salones del inframundo


Acarcavado paisaje de hemipléjica orografía, fungible estar de nada brillar.
Birlibirloque de desgarrada estela.
Sansirolé con ínfulas de más.
Aforismo de usura.
Revejido cuero que no tensa ni la mano de Dios.
Tildada en demasía por tu propia boca, catacumba de ultrajes.
Sierra desdentada que hiere estrepitosamente los dos lados del corte.
Paupérrima y senecta Lolita.
Vedette de los salones del inframundo.

miércoles, 28 de noviembre de 2012

Transmigración

Tu compites con los abejarucos, ellos son los originales, tu el plagio.
Brillo de stras.
Ellos en el talud. 
Tu en el llano.
Aplastante calor de corteza de sal.
En la depresión brotaran flores de persecución.
Nada sana, ni nada calma el dolor de mi llaga.
Tumefacción de desamor.
Jadeo de volteada tortuga, agonía de esperado fin, inmovílismo.
Veredas sin transito cuajadas de hierva.
Las arenas doradas serán refugio de lagartos.
Dunas móviles que desorientan inocentes.
Llegar y desaparecer, en un instante, arrasador festín de buitres.
Las irritantes urracas también acudirán.
Nunca se está solo, los nichos contiguos en la cadena trófica se tocan y hay que luchar para sobrevivir.
Yo subsisto, no figuro en tu menú.
Preciado estar de apenas flotar.

martes, 27 de noviembre de 2012

Sansimonismo



Intolerable torpeza de estrechez supina.
Penuria de ingenio y estratagemas de bribón.
Heredad asolada por vientos altanos.
Alud de torpes deletreos y algarabías de garabatos.
Turbio plepa.
Me lanzaras a la torca que cavó tu paciente maldad.
Orografía de odio.
Estorbo estoposo que me desangra el ingenio en cuarteles de rendición.
Si soy yo el sagitario reverente.
Obligado a un lucífugo estado.
Condena, delito de deicida.
Adoratriz de santas de cartón fallero, ninot no indultat.
Pleito que daña mi sandalina madera.
Me estomaga tu ruido tanto que todo me retumba.
Eres burda caricia, eres refregón de sal.
Eres un perpetuo deglutir de babas de Lucifer.
Dime con que te alimentas y te diré lo que eres.
Sapo, escuerzo, vomito negro.
Me abono al sansimonismo que se que me zonará muy, muy lejos de ti.
Tengo claro mi sitio, las primeras filas, esas que tu ocupas en usurpación titiritera.
Justicia para mi y los míos, la pido en un santiamén.
Los segundos de demora son estocadas al más fiel.
Bordeare tu plagio y la sima donde nos quieres hundir.

lunes, 26 de noviembre de 2012

Fuera de tendencia


Arriba irresponsable el ridículo fracaso.
Núcleo duro en fisión.
Profusión de cuentas y gastos.
Hay que reír antes de llorar.
Apolillado mantón que apenas tapa con su diezmada trama.
Falseado escrutinio.
Raso éxito, de divas en declive.
Trastornos que el tildar acentúa.
Diacrítica enfangada existencia.
Estrategias de subsistencia.
Mísero talento, fuera de tendencia.




Atropos, córtalas ya


La sacrílega tijera diezmara párrafos, minimizando mi existencia.
Mortecina luz para el amortajado momento.
Lento y calmo corre el reguero por la jamba.
El eunuco en el atigrado diván.
Busca trastornos que tilden su nada estelar presencia.
Niñas de mantecas cenicientas.
Puñal que abre lutos, lutos que empuñan puñales.
Grey, tribu, jauría que con uñas y dientes defiende injustos y heredados estatus.
Lomas en las que pastan merinos.
Lamas en las que se carda la lana.
Lana merina que compra machetes.
Asesinos machetes que ganan la fama.
Fama que mece cunas injustas.
Pastores de merinos conservadores y ladinos.
Torres de llano que todo lo ven, todo lo saben y todo lo estorban.
Berrea el ramplón reclamando por la potencia de su don, liderar
el clan.
Las que hilan donde están, hay madejas que la justicia pide ya su fin.
Átropos córtalas ya.

domingo, 25 de noviembre de 2012

Tabaibas

En la ardiente, porosa y áspera graba volcánica, vomito infernal.
Rodeado de euphorbias regis iubae, descanso nectoriano entre populares tabaibas.
Nada en el cielo, nada en el agua, solo las lavas y cenizas lastiman mi espalda.

Peregrina

Cuando yo empece a frecuentar a Doña Peregrina Lemos Martín, yo tenia 14 años, la descubrí haciéndole una entrevista para el periódico del Seminario.
Era una mujer exquisita, y digo era porque imagino que habrá muerto. Cuando yo la conocí Doña Peregrina tenia 83 años, y ha pasado ya mucho, mucho tiempo y es imposible vivir tanto.
Era una mujer bella y frágil. Su marido Don Manuel Escribano era pintor, por eso me fascine tanto por ella.
Después de la visita la seguí frecuentando, y puedo asegurar que nos hicimos amigos.
Me fascinaban los cuadros, su porte, su pequinés, su criada Ana María, su casa y sus ceremoniosas y elegantes rutinas.

Tiempo atrás


Todo era natural, como la natural naturalidad.
Todo era triste, como la triste tristeza.
Todo era gris como el tizne de las malas acciones.
Siempre había previsto que aquel seria el desenlace.
Se refería a los hechos, al vivido pretérito.
Todo se había diluido como un terrón de azúcar en un oscuro té.
Aun así todo tenia un poso amargo, regusto agrio de limón.
Frases colgadas sin respuesta, un adiós que ya nunca se materializará.
Sorpresivos posicionamientos y una demorada victoria, que podía ser más sorpresiva aun.
Grano a grano, el dejar pasar el tiempo iba pudriendo los rubís de la granada.
No era su talante, tenia que ser que había aflorado una animadversión más antigua.
Acunar venganzas es una cuestión de años, y cuando llega has olvidado el porque.
Seria yo el chivo expiatorio de una dañina urdimbre que se les había enquistado tiempo atrás en el alma.




sábado, 24 de noviembre de 2012

Fajón, zampón, melocotón

Pasivo pasado, impertérrito bajo el arco fajón.
Frases de nada, nada de gloria, nada que ahoga.
Blasfemar es tu fuerte boca de sapo henchido como alharaca huera de bufón en apareamiento. 
Racimo de cardo, de agrias hieles, de bilis y cólera.
Tierra volteada por el fornicio arado, arado de sarna, sarna de mente, sorna de vida.
Tropa, tropita de parásitas garrapatitas.
Ansia de don, don sin din y vulgar repique de zampón.
Todo te lo digo con mis labios de melocotón.