Tengo algo contigo.
Algo elaborado con luz.
Con luz roja que brota doliente tras la certera saeta de tu traición.
Divino tesoro de juventud que en el viaje de los codazos, zancadillas y empujones vamos perdiendo sin remisión.
Tres mudanzas equivalen a un incendio y mi casa ha sido arrasada diez veces ya por el infierno del fuego.
Pirómano amor de hogar.
San Miguel defiendenos en la batalla.
Defiendenos de la mujer de entrañas amargas.
Llevatela de nuestra casa, mujer doble, doblada y llena de dobleces.
Instruida en el arte de la desinstrucción.
Copia de la copia.
Remedo del remedo.
Falsa de viciado falso.
Tras la gran cortina la gran feria y en la platea el vulgo que el chisporroteo de luces aplaude.
Febrero de triste banda sonora.
Los incorpóreos pasean sobre el íntimo estanque donde naufragan las sirenas y los príncipes de ayer.
Coleccionista de bisutería, lo único a tu alcance.
Como deslumbra el gigantesco brillo de la farsa.
Brindo por los documentos que la siniestra incinero.
Que es sino la historia un libro al que el interés arranco cien de sus cincuenta paginas.
Todo esta sesgado, todo esta tullido, todo esta trocado.
Libaré el almíbar de tus labios en un último gesto para retener tu sabor.
En la edulcoración y descompostura del recuerdo.
Memoria que socava y azucara.
Tiempo que erosiona.
Torres del viento.
Gélido viento en las altas torres.
El pilar de la pura esposa ya no te salvará.
Coleccionista de resinas.
De pequeños insectos en burbujas de ámbar.
Enmarca el alabastro la epigrafía del óbito.
Creer para ver y en el creer crecer.
En el ostensorio ultrajado una escolopendra capturada en báltico ámbar.
Desterrado, ¿quien se apiadara de mi.?
No serán los que a mis plegarias hacen oídos sordos, los que retuercen miserablemente mis palabras.
Ladrones de santos de alcoba.
Ladrones de la luz del mundo.
Ladrones de esperanzas.
¿A quien rezaré ahora.?
Se macera el dolor en la lúgubre bodega, en féretros de roble.
Lento en piedades.
Rápido en la cólera.
La belleza esta en el ser o la belleza esta en el ya no existir.
Todo lo rastrero es tan resistente.
Me devanaré los sesos buscando la estrategia para famelizarte.
Cargado de hierro y plomo no esquivaré la colisión.
Es más importante la fe en la virtud que ser poseedor de la virtud.
Nada es suficientemente férreo.
Nada esta siempre en las nubes..
Hoy desde vuestro confort desdeñáis y decís sentir indiferencia.
Y desde esa indolente posición, lo sentís todo ajeno, como si vosotros no lo hubieseis tocado y manoseado hasta hacer la situación insostenible y vil.
Pero si sois participes, habéis empujado al reo inocente al precipicio, y sin virtud y sin fe en ella, camináis con el norte de la nefandad.
Áspid de larga lengua, que se sobrestima y de que manera, Cleopatra os eligió por víbora no por diestra en los artes del ornato capilar, jamas ella hubiese consentido que le tocarais un pelo.
No soy dignos de ninguna gran pirámide, ni siquiera de una vulgar mástaba de nuciente y usurero mercader.
El brillo del talento de poseer oro y plata no todo lo tapa.
Sois en vuestra burbuja brillantes cadáveres en descomposición que ni los buitres os estiman para saciar el básico apetito del
hambre.
No solo de pan vive el hombre, pero queda claro que no sacia ninguna de las palabra que sale de vuestra mal enjuagada boca.
Sobre la sin virtud se cabalga tan rápido.
Por eso de vuestro cortejo me descabalgo.
Reino de reinas del tocino y el frite, reinas de reinos en donde el justiciero sol, al sol las mantecas derrite.
A penas hablamos, a penas nos confundimos.
Nada de escapar.
Nada de rendirse.
Nada de piedad.
El decepcionante camino de la victoria.
Me inmolaré en la violenta y sanguinaria masacre.
Que inhumana es la falta de humanidad del ser vulgar e inhumano.
Siempre y nunca se tocan en un confín.
Luchar le convierte a uno en un engendro, pero es el único camino para defender.
Las amenazas atenazan y es justo deshacerse de ellas, mi Dios te enmiendo la plana, no voy a poner la otra mejilla, ojo por dos ojos, diente por dos dientes, en la afrenta espero recoger un usurero rédito.
Mentirán por mi y se vendrá abajo tu castillo de naipes.
He roto tu rutina y has empezado a cometer errores.
En la realidad paralela o paralelo a la realidad.
Bloquearé tu mente, pues yo no me puedo rendir.
¿Serás capaz de afrontarlo.?
La consecución de las altas metas es dura y larga, pero una vez conseguidas duran tan poco.
Entre los últimos se agazapan y esconden los primeros.
Las primeras filas son tan expuestas y la tensión mediática hace tantos estragos.
Todo es vulnerable, busca y encuentra su fisura.
Lo esconderé dejándolo a la vista de todos, ese es mi pecado exhibir mis faltas.
No se desea lo que todos los días se tiene y se ve.
Seré el emisario de tus deseo y soportaré los envites, patadas, golpes, del que avanza en terreno hostil siendo ariete.
Estoy preparado para resistir, soy la consecución de tus metas.
Con tu confianza cruzaré las montañas escarpadas de pesares.
Me tratarán sin piedad, pero con tu piedad me basta y sobra.
Todo en ti lo tengo seguro, tu eres quien me cuida.
No permitiré que me amilanen las absurdas emociones.
Reconoceré a los que me quieren eliminar, porque ellos nunca me acariciarán.
No subestimaré al rápido, la rapidez deja poca maniobra al reposo, al estudio y es el tajo certero del que dictamina el desenlace.
Todo cautela es poca, toda precaución es escasa, andaré y desandaré para que no sepan nunca a donde por ti voy.
Escudriñaré las facultades increíbles, llaves maestras que todo el mundo posee.
Tierna traición que abre la puerta del caduco éxito.
"Ruina montium", una forma terrible y fértil de eliminar obstáculos.
Las cosas mas falsas están a la vista de todos y a todos engañan, alhajas de pacotilla que luce airosa la furcia.
Huérfano del más animal de los amores.
Huérfano del amor humano el amor más animal.
Apoyaré mi barbilla en mi palma y pensaré que en el infortunio está mi fortuna.
El destino me priva de lo que el destino programo como mi tormento.
Gracias destino que enmiendas la plana al destino.
No me siento solo en la rivera donde me ha varado la escorrentía.
A la vera del fiel amor de can.
Tras la grata humana ausencia, diré lo que quiero, aunque saber por donde no ir, no es saber por donde ir.
Irritante desorientación en el laberinto de los grandes y humanos principios, muros infranqueables de sombras perpetuas. Sin luz en los angostos pasillos, en los caminos de la prescrita perfección, arrastrando la ira del ansia de las alturas.
Lenguas de imprudencia, que no lamen como mis canes mis yagas.
Lideres de miseros rangos, rangos de miseros lideres.
En el enredo de medir el tiempo prendido de sus agujas.
No sé que compás utilizar.
Andante, alegro, terrible.
Danza macabra para macabros engendros.
Elucubrar, temer, conjeturar.
Será mi dañino criterio quien marque el ritmo, la zonación, el rango de tus miserias.
Tienes lana y mediocre fama, pequeña zampona, zafia pelanas.
Me ocuparé de lo muy importante, de lo menos importante, de lo
poco importante, incluso atenderé y despacharé lo nada importante.
Hasta la más nimia de las acciones tendrá a su tiempo mi reacción.
Ruindades, desaires, altanerías tendrán a su tiempo su brisa, aire, viento o huracán.
Todo lo que entorpece el cauce será retirado, del insoslayable y eterno fluir del devenir.
Escenificación certera y cuidada que entrará en escena a tiempo, en narrativa clara y salvífica.
La ligereza de lo ligero.
La pesadez de lo pesado.
Simultaneidad y sincronización.
Solo la humildad y la caridad son necesarias, desdeña lo demás y los avances serán plausibles.No busques costuras en la túnica que no las tiene y no despojes nunca a su poseedor de ella.Bienaventurados los que vestís al desnudo.Bienaventurados los que no desnudáis al vestido.Con paciencia ninguna meta se resiste.Me aflige el desamor y hace la afrenta sangrar la lanzada del cordero.
No te desposeeré de tus merito, pero si pondré luz sobre tus faltas.
Me atraviesa el corazón la espina de la perdición de Judas.
Mas tengo claro que no soy yo su pastor.
Me lastima más la traición, de lo que mis palabras me permiten declara.
Cayó mi venda y con claridad os veo en la lluvia de piedras.
Estáis desnudos como cualquier hombre bajo y vil.
El alma camina hacia el amor y cuando equivoca camino desanda y vuelve a su norte.
Peca con el pensamiento, el periquito farfullero que nunca aprendió modales.
Lejos de vuestras zarpas pero aun así recibiendo zarpazos.
Nadie está solo por su voluntad, son los hirientes vericuetos de la vida los que provocan el extrañamiento hacia los próximos y la elección de la estanqueidad frente a los falaces afectos.
Y en esa atalaya de distancia y distante sentir la corriente insustancialidad de la foca que soñaba con ser vedette.
Horripila la vulnerabilidad ante los sarnosos y primitivos virus, como lo pequeño, básico, insignificante y poco evolucionado a lo grande mina y socava, y de la tropa de zainos arranca vítores y sonoras alharacas.
Aplaudo tu títere paleta fea y flaca.
Y baremo tu curtido pelitage salando los jamones de las piaras de Satán.
Yo soy vuestro pecado.
Yo soy vuestra mala fe.
Yo soy vuestro mal obrar.
Soy vaso donde vertéis vuestra inquina, vuestro rencor.
Soy el inocente apedreado.
Soy el que al ser nombrado y estar presente os recuerda que tenéis manchadas las manos con sangre de inocente. inocente.
El bien y el mal son dos caras de una misma moneda.Tan próximos y tan antagónicos.El ángel caído, y el ángel que sigue en pie y donde en origen siempre estuvo.El fascinante cosmos de las representaciones del mal, de los seres tentadores y atormentadores de nuestras pesadillas.El mal existe en la belleza de la pulsión incontrolada y en los pecados capitales, en las babas de Lucifer y toda su corte, en la dañina existencia de los que dedican su vida a hacer daño.
Universo universal e intercultural de fuerzas del mal, de diablos, demonios, de incubos y sucubos.
Atractivos e inquietantes ángeles republicanos que se sublevan contra el magnánimo y creador Dios