Único balsamo

Besadme, único bálsamo que para el tiempo.
En el rendido abrazo, narcótico estabilizador de las tormentas de mi alma.
Sofocado por las caricias, único alimento que me sacia.
En ti, para ti, por ti.
Norte extremo, por el que hacer el esfuerzo de vivir, por el que tener la valentía para decidir morir.

Catarsis de amor

Fricción de rojo amanecer.
Denso y remostoso aroma de placer.
El estrecho contacto.
Sin istmo, sin abismo.
Ritmado galope siendo uno.
A mi lado.
En mi.
Para ti.
A salvo de la vorágine.
En la catarsis del amor de las almas.

Runrún

Discreto runrún de ruiseñor.
Morir es sencillo.
Lo difícil es poder vivir.
El último sol. 
Y tras el jordán ascender.
El diablo, no ama, solo desea y envidia.
Amar no es fornicar.
Fornicar no es amar.
Ten valor y aprende a disociar.
No hay peor suciedad que la del alma.
Constructoras de crematorios.
De paredones.
Cavadoras de fosas.
Enpuñadoras de metralletas.
Hasta en una minúscula migaja de bondad, hay más bondad que en todas vosotras.
Vuestra zafiedad repele la bondad.

Detente enemigo

La aletargada sensatez es difícil de movilizar.
Descansa burguésmente en el confort de su salón.
Solo lo zafio corre veloz, sin digerir los vítores, sin entender soflamas y sin vacilaciones a la hora de empuñar el machete.
Que de seguidores encuentra la sin razón y que soledad tan grande la meridiana razón y verdad.
Sin razón los gritos verduleros toman plazas y rinden al justo con el clamor de la algarada.
Gritos de chusma desde el balcón...............
Aladas mariposas acusadas de imposibles nefandades.
Será el cándido el que asuma la culpa y reciba certera la puñalada trapera.
Será el benevolente sin macula culpado de arrojar su desnudo pecho contra el afilado acero.
Así el vil quedara libre justificando el delito en el atinado tropiezo.
Es tan fácil asesinar ingenuos con afilado hierro.
Nada detiene al enemigo aunque el Sagrado Corazón de Jesús este conmigo.

Minimalismo

ATISBO EN VOSOTROS EL ARREPENTIMIENTO DEL TRAIDOR.
La intranquilidad de la mala conciencia..
El peso de vuestras malas acciones.
Postines de medio pelo.
Forajidos, desahuciados de amor.
Acogidos en sagrado.
Simplicidad con falsos prospectos de artificio.
Sencillez con ínfulas de complicación.
Buscado triunfo que colisiono frontalmente con el estrepitoso fracaso.
Mediocre gloria para presumir en provincias.
Deudas de vicios.
Alcobas vacías y viciadas.
A solas solos.
Yo ya no soy vuestro problema y seguís igual de atormentados.
Estúpidos con los que yo estuve cuando yo también era un
estúpido.
Miradas perdidas de los que pierden el tiempo, mirando que han perdido la vida.
Una sola rutina, un rutinario vació.
Vació estéril.
Minimalistas vidas de escasas y ramplonas piezas.
Menos es siempre menos y en vosotros para mi es simplemente nada.
Olvidada presentación.
Pasado nudo.
Y próximo y precario desenlace.

Erostratismo

Achicaré los daños para que no naufrague mi casa. 
En vosotras la desgracia es eficaz por incongruencia.
Meta alta conseguida a machete.
Confundir y oscurecer, lemas de ralea de retuertas rabizas.
Erostratismo de escabechadoras de altivas bellezas.
Nada producís pero todo lo que otros producen destrozáis.
Lecho de zahorra donde me veo obligado a descansar.
Nada reparador.
Nada cómodo.
Nada de sosiego.
Asesinas de palomas de la paz.
Viles verdugos de injustas sentencias.
No os temblara la mano al decapitar al inocente.
Derribada la torre de marfil, ni hay belleza, ni hay sombra.

Sin papel

No hay males eternos.
Pero hay gente infinitamente mala.
Lejos, lejos de mi corazón.
Desarropados de mi amor.
Os encuentro fríos, ridículos, menos grandes, menos importantes, secundarios de pasados capítulos. Que ya nunca en mi película volveréis a tener un papel.
Lamidos, relamidos, por lamer.

Ab istmo

Habéis huido juntos.
Os he enquistado a todos juntos.
Sin riego.
Sin transito.
Sin istmo. 
Sin tómbolo.
Sin puente.
Sin vinculo.
Desierto de amigos.
Amigos en el desierto.
Erguido, estabais conmigo.
Caído, estoy yo solo.
Gratamente solo.
Solo y sin engaños.
Solo y sin que ya me hagáis ningún daño.
La patética distancia.
Vuestra distancia patética.
Atropellados por el tiempo.
Aislados en el espacio.

Extrañamiento

En el sanador reposo. 
En el regazo sanador.
Se que he sido tuyo.
Se que en tus brazos muchos, muchos años descansé.
De la agotadora batalla del día a día.
Y es extraño hoy siento, que por mi vida no has pasado.
Que no has existido, al menos como hoy te veo.
Amargo sueño, pesadilla de batallas de ayer.
No te conozco, no te reconozco, no eres el que yo hace ya muchos años conocí.
Dura sensación de lejanía y extrañamiento.

A salvo

Sabiendo ser una reina, sabiendo ser un peón.
Sirviendo y permitiendo que me sirvan.
Conformo el cosmos de mi exilio.
Ya no estaréis, sois vicios anclados, rémoras de un barco que no es el mio.
Limpio, libre, a salvo.

El trino del gorrión

Vuestra berrea, tapa el trino del gorrión.
Acusma de locas aulladoras.
La perfecta coartada para tapar el crimen de la evidencia.
Enzarzadas en peleas de turnos de letrina.
Envarbascadoras de alevines.
Diestras en fuerza bruta.
Infectas caricias de rata.
Atesoraré leña en espera de que ardáis en el infierno

Baladronas

Balaqueras, baladronas, lumias de insondables bajezas.

Solo reináis bajo el baldaquino de las miserias.

Las mentiras se elijen, se urden, se traman, se construyen, se acicalan.

La verdad es, es verdad y ocurre, nada más.

Lo visible, lo invisible

Intentar es una forma de vencer.
La libertad es un camino, no una meta.
La única meta certera e inamovible es el fin, la muerte.
Fin de todo lo visible y principio de lo invisible.

Colipoterras

Ventisca de granizos.
Pedrisco de destrozos.
Colipoterras que en los balcones ventiláis interiores.
Y sacudís las migajas de los manteles de vuestras opíparas cenas.
Almuerzos de necrófagas.
Meriendas de negros.

Barruecos

Las devoradoras preocupaciones una mañana sin más se desvanecen.
Todo lo secreto sale a la luz.
Los barruecos, batolitos intrusivos magmaticos un día estuvieron en lo más profundo, escondidos, y la erosiva verdad con tesón los saco a la luz.
Es el arado de la sarna de vuestra sensualidad el que determinara que haga aguas vuestra subterránea salvación.