sábado, 2 de marzo de 2013

Detente enemigo

La aletargada sensatez es difícil de movilizar.
Descansa burguésmente en el confort de su salón.
Solo lo zafio corre veloz, sin digerir los vítores, sin entender soflamas y sin vacilaciones a la hora de empuñar el machete.
Que de seguidores encuentra la sin razón y que soledad tan grande la meridiana razón y verdad.
Sin razón los gritos verduleros toman plazas y rinden al justo con el clamor de la algarada.
Gritos de chusma desde el balcón...............
Aladas mariposas acusadas de imposibles nefandades.
Será el cándido el que asuma la culpa y reciba certera la puñalada trapera.
Será el benevolente sin macula culpado de arrojar su desnudo pecho contra el afilado acero.
Así el vil quedara libre justificando el delito en el atinado tropiezo.
Es tan fácil asesinar ingenuos con afilado hierro.
Nada detiene al enemigo aunque el Sagrado Corazón de Jesús este conmigo.

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