Camino sobre cadáveres, sobre un espeso manto de zahorra, árido arrope de grava.
Nada fertiliza lo que es impermeable a la fertilidad.
Paraísos de urgencias.
Efímeras glorias de caídas dramáticas.
Liderará el caos el carcelero orden.
Precipicio desalentador.
Todo está varado, nada navega, está anclado, estático, inmutable, en este momento que se me hace eterno.
Locura en espiral.
En la noche cerrada encenderé una bengala, que de luz al tarascón de proa.
Especial cautela.
Especial mimo.
Especial cuidado.
Nostalgia en el frío y sequedad emocional en mi ahora.
Escribo para no olvidar.
Y una vez escrito olvido.
Corro entre las palabras esperando que ellas me salven.
Angustia, tormento, pesar.
ángeles crueles que me acompañáis en las estancias que eligen los manipuladores deseos.
Deseo no desear.
Deseo no sentir.
Deseo no necesitar.
Deseo no satisfacer.
Deseo no amar.
Deseo dejar de odiar.
No quiero volver a salar tus heridas.
Quiero extender sobre tus llagas un ungüento sanador.
Lloran las tejas lentas, cansadas.
Se guarece el gorrión.
Tiritando bajo el alero.
Ya no tiene nido.
Ya no tiene árbol.
Lo ha cortado el hombre.
Un capricho más.
Una cadena de asesinatos más.
Tras el árbol, cien gorriones, un águila, mil margaritas y diez ciempiés.
Todos han sentido la perdida.
Todos han llorado por él.
Todos han pasado hambre.
Y al final han muerto como él.
Yo como humano y consentidor soy igual de asesino y de belleza soy un descalabrador.
Preocupadas por vivir y sabedoras que no viviréis eternamente, haríais bien en centraros en vivir en vuestra vida, porque joder la vida a otros no es vivir..........
Horrenda vida en la que jugáis al perro y al gato odiado a ambos.
Previsible explanada de tirantez que ya nada sutiliza.
También vosotras sufriréis caídas, tened cuidado, PORQUE YO LAS ESTARÉ ESPERANDO, para moleros a hachazos, quiero ser el primero en llegar, el primero en golpear, el primero en veros sangrar y pedir auxilio. Pero os aseguro que son grandes las ganas de otros, y son muchos los otros que esperan veros caer.
Dios os libre de ser árbol caído.
Salitre que hiere mis ojos.
Olisqueadoras que contáis mis pasos, mis palabras, mis ruidos.
Aunque no atisbáis a colegir mis pensamientos.
Una mentira más que con el hisopo neutralizaré.
Espero escribir vuestro epitafio.
Funesto epitalamio el que os permitió y unió para procrear.
Fácilmente erosionable.
Fácilmente borrable.
Fácilmente olvidable.
Practicáis el deporte de concursir, arteras mañas de guanajo.
Hermosa miseria, relimpia, reneta, repaleta.
Coyotes que nunca traspasareis las puertas de la gloria.
La santidad solo esta presente en vuestro venenoso nombre, Habas de San Ignacio.
Secreciones viscosas de abyecto.
Rumiaré los impedimentos.
Con la guardia alta.
Sin admitir términos medios.
Temo vuestras amenazas.
Furcias traidoras de matacán.
Cohorte de mascarones.
Flotaré para no macularme.
Lloro de mentiras nada graciosas, nada gráciles.
No soportáis mi indiferencia y picoteáis hasta matar.
Mi meta es huir, ganar y huir.
Irascible estancamiento de lastrantes enojos.
No soportáis que yo exista.
Que yo subsista.
Que yo deslumbre.
Y anule vuestra deshonesta existencia.
Espasmos de salmodia nada, nada creíble.
Asfixiantes colores prohibidos.
Conmovedora luz que distrae defectos.
Espiritualidad de grandes catedrales.
En un cálido y estrecho regazo.
Tañerá la gran campana para convocar a los fieles.
Se desploma la torre perfecta por las incendiarias llamas.
Relámpagos de zafios.
Santificaré el día de la victoria.
Ofrendaré abnegación.
Aunque las llagas exijan duras disculpas.
Desviaré el tiempo.
Enfrentaré las pulidas esferas a las veladas esferas.
Discrepancias de siglos de sigilo.
Alimento torres de intriga, que encaran un oscuro mañana.
Diagnostico tardío sin posible cura.
Maloliente incesto de muy concretos síndromes.
Traumas de roña.
Roña de traumas.
De padres a hijos pasa el monstruoso legado.
En el cincelado guardapelo, pequeño tesoro.
Para siempre.
Para mi siempre.
Para mi finita eternidad.
Cuando deje de custodiarlo no se que ocurrirá.
No se si lo dejaran descansar conmigo.
Sobre mi pecho.
Sobre mi jaula torácica.
Cárcel de mi latir por ti.
Quizás impida la codicia que me acompañe al último descanso.
La atracción mortal del brillo.
El magnético y vil metal.
Te encierran, tres roles, una cruz y una estrella.
Parte de ti para mi.
Mi reliquia, mi vinculo, mi talismán, mi amor.
Besos desde el hoy para el feliz contigo, ayer.
Que difícil es dejar las cosas atadas para siempre.
Las necesidades del alma.
El cajón donde se guardan los secretos.
Reflexiones para comenzar el día.
Pulida y sagrada escarapela, que por ser tuya beso cada hora.
Falsos berilos.
Falsas espinelas.
Falsos corales.
Falsa carneola.
Que aunque falsas son autenticamente tuyas.
No son lo que valen, son lo que yo las quiero y valen para mi.
Esposas para el ladrón.
Ladrón de esposas.
Es duro vivir apegado al corazón.
Es la ocasión para partir.
El poder sanador del fracaso.
Os dejaré sitio para vuestros espacios oscuros.
No me dejaré abatir, raposas que con trampas conseguis ganar.
Pataletas de enojadas por el sin talento.
Convergencia de pobreza de cuerpo y mente................
Moribundo vago sin el aire de tu boca.
Labios morel de sal.
Necesidad morada.
Morada de necesidad.
Suplicantes caricias sin respuesta.
Ansiado trasvase de cálidos alientos.
Gélido y veloz viento, tormenta de arena de torturador tiempo.
Flotar y nadar en tus ojos acuosos.
Hozando como jabalíes las raíces de un rosal, volvéis y volvéis a hacer daño.
Sino de pelanduscas que unas a otras os insultáis y zarandeáis.
Peleas de raposas a las puertas del burdel.
Fulanas bodoqueras de comportamiento nada prudente.
Los bellos seres se extinguen y las zafias sobreviven..................