¿Cuando estarán saciados los adversarios.?
Imagino que me lo comunicaran en una carta póstuma.
Ciénagas de silencio.
Canículas de fastidio.
Parranda de mustios ataviada con la envidia de los remilgados.
Insomnio de jazmines.
Galanes de cantinas.
Techos de toxica uralita.
Liturgia en los balcones de los reposteros de faldillas, sabanas, monos y cobertores.
Vericuetos empedrados con las piedras que martirizaron a San Esteban.
domingo, 17 de marzo de 2013
El icónico orden de las baldosas
Tras la cortina negra.
El icónico orden de las baldosas.
Partida inconclusa.
Logro de regresos.
Pesadumbre de brumas.
Será batirse hasta la última sangre.
Sin salir a disfrutar de la vida.
Coloración azul de cadáver.
Ahogos de dulce corazón.
Efluvios de ángeles caídos condenados a la putrefacción.
El icónico orden de las baldosas.
Partida inconclusa.
Logro de regresos.
Pesadumbre de brumas.
Será batirse hasta la última sangre.
Sin salir a disfrutar de la vida.
Coloración azul de cadáver.
Ahogos de dulce corazón.
Efluvios de ángeles caídos condenados a la putrefacción.
sábado, 16 de marzo de 2013
Desde los roques
Desde los roques predeciré el impacto.
Blancos jaspeados de templos de paz.
Baches de seguridad.
La intemperie es temporal.
El temporal está en la intemperie.
La violación es un arma de la guerra.
Enfático rescate en sede vacante.
El perdón exige ser espiado.
Es erróneo espiar a quien pide perdón.
Unidad en la táctica.
Compraré solidaridad.
Es difícil dejar de libar.
Nadie dimite.
Es el respaldo de los compadres.
El robo es una comisión .
Todos tapan la comisión del robo.
Invencibles son las fachadas de cohesión.
Blancos jaspeados de templos de paz.
Baches de seguridad.
La intemperie es temporal.
El temporal está en la intemperie.
La violación es un arma de la guerra.
Enfático rescate en sede vacante.
El perdón exige ser espiado.
Es erróneo espiar a quien pide perdón.
Unidad en la táctica.
Compraré solidaridad.
Es difícil dejar de libar.
Nadie dimite.
Es el respaldo de los compadres.
El robo es una comisión .
Todos tapan la comisión del robo.
Invencibles son las fachadas de cohesión.
Sagrada capsula
Gallarda furia de torbellino bajo, de paradisíaca ensoñación.
Áurea dulzura de refinado sueño.
Caricias, dulce sustento.
Feliz edén de imaginado galope.
Disfrute de ausencias.
Sagrada capsula de autoplacer.
Áurea dulzura de refinado sueño.
Caricias, dulce sustento.
Feliz edén de imaginado galope.
Disfrute de ausencias.
Sagrada capsula de autoplacer.
Envilecer
Escribir es vivir y morir.
En las cortas exclamaciones de alivio.
En los terribles párrafos de ansiedad.
En el todo mayúsculo.
En el todo minúsculo.
Minimizar.
Maximizar.
Agriar.
Edulcorar.
Envilecer.
Poetizar.
Claras frases.
Turbios renglones.
Amar entrelineas.
Odiar en las lineas.
Trazo amigo.
Trazo defensa.
Cerco de garabatos.
Garabatos cercados.
Insulto, alago, defensa, ataque.....
Renglones que llenan clementes, de brillo mis oscuros días.
En las cortas exclamaciones de alivio.
En los terribles párrafos de ansiedad.
En el todo mayúsculo.
En el todo minúsculo.
Minimizar.
Maximizar.
Agriar.
Edulcorar.
Envilecer.
Poetizar.
Claras frases.
Turbios renglones.
Amar entrelineas.
Odiar en las lineas.
Trazo amigo.
Trazo defensa.
Cerco de garabatos.
Garabatos cercados.
Insulto, alago, defensa, ataque.....
Renglones que llenan clementes, de brillo mis oscuros días.
Palabras
Son las palabras amantes.
Son las palabras un hombro para el doliente.
Son las palabras aire.
Son las palabras tierra.
Son correr, volar.
Son lucha, rendición.
Sirven para surcar.
Sirven para volar.
Sirven para asestar golpes.
Sirven como escudo, defensa.
Con los verbos vivo.
Con los adjetivos paladeo.
Y con los sustantivos a mis amigos llamo.
Son las palabras un hombro para el doliente.
Son las palabras aire.
Son las palabras tierra.
Son correr, volar.
Son lucha, rendición.
Sirven para surcar.
Sirven para volar.
Sirven para asestar golpes.
Sirven como escudo, defensa.
Con los verbos vivo.
Con los adjetivos paladeo.
Y con los sustantivos a mis amigos llamo.
Tribu de nazis
Rarezas encapsuladas en burbujas de resina.
Aparentemente encantador.
Aparentemente honrado.
Cosechas fertilizadas con la sangre de los convencidos.
Ruina de altar.
Altar en ruinas.
Carne de cañón para tu guerra.
Azuzados duelos en la arena.
Circo de mandatarias bufonas.
Carnes de calabaza bufada.
La mala fama no honra a vuestros méritos.
Sin mancharte, sin herirte, solo sabiendo enfrentar y manejar una lanza muy, muy larga que propicia tu ausencia en el campo de batalla.
Nocivamente cómicas.
Rédito siniestro y amoral.
Carcajadas de falsas dolientes.
Risas de causantes de dolor.
Sois pesadilla que en mi vida transcurre con los ojos abierto.
Lamentablemente muy abiertos.
Promotoras de radicalidad.
Tribu de nazis.
Cosechadoras de sangre.
Aparentemente encantador.
Aparentemente honrado.
Cosechas fertilizadas con la sangre de los convencidos.
Ruina de altar.
Altar en ruinas.
Carne de cañón para tu guerra.
Azuzados duelos en la arena.
Circo de mandatarias bufonas.
Carnes de calabaza bufada.
La mala fama no honra a vuestros méritos.
Sin mancharte, sin herirte, solo sabiendo enfrentar y manejar una lanza muy, muy larga que propicia tu ausencia en el campo de batalla.
Nocivamente cómicas.
Rédito siniestro y amoral.
Carcajadas de falsas dolientes.
Risas de causantes de dolor.
Sois pesadilla que en mi vida transcurre con los ojos abierto.
Lamentablemente muy abiertos.
Promotoras de radicalidad.
Tribu de nazis.
Cosechadoras de sangre.
Caleidoscopio
Entrerenglonaduras debes leer.
Será mi destierro un desliz de flaqueza.
Desmantelaré el andamiaje de las fratricidas.
En las escaleras del templo decastilo entregaré en silencio mi reventar violento.
Envuelto en candor me liberaré de los correajes de la calamidad.
Aguijonazos a los que no atenderé.
Calcináis bosques de cipreses, buscando la altura y la luz que nunca tendréis.
Atolondrados desprecios de ridículas que pierden al cabeza.
Vertebro mi fe en los prodigios de mi Dios.
Es oscura tu tez.
Son oscuros tus ojos.
Es oscuro y denso tu fétido aliento.
Son oscuras tus alas.
Es oscuro tu vuelo.
Caleidoscopio de negras y malas intenciones.
Será mi destierro un desliz de flaqueza.
Desmantelaré el andamiaje de las fratricidas.
En las escaleras del templo decastilo entregaré en silencio mi reventar violento.
Envuelto en candor me liberaré de los correajes de la calamidad.
Aguijonazos a los que no atenderé.
Calcináis bosques de cipreses, buscando la altura y la luz que nunca tendréis.
Atolondrados desprecios de ridículas que pierden al cabeza.
Vertebro mi fe en los prodigios de mi Dios.
Es oscura tu tez.
Son oscuros tus ojos.
Es oscuro y denso tu fétido aliento.
Son oscuras tus alas.
Es oscuro tu vuelo.
Caleidoscopio de negras y malas intenciones.
El brillo de la ausencia
Entre barandas y peldaños.
Subiendo y bajando.
Crestas y valles.
Debajo y encima.
Lo primero en llegar.
Lo último en ocurrir.
Torres de acumulación, de perdidas, de olvido.
El azar decide en que sitio estar.
Ascensos y descensos cifrados en los vigentes o por venir ordenes.
Estar presente, estar ausente.
El brillo de la ausencia.
La opacidad de la presencia.
Subiendo y bajando.
Crestas y valles.
Debajo y encima.
Lo primero en llegar.
Lo último en ocurrir.
Torres de acumulación, de perdidas, de olvido.
El azar decide en que sitio estar.
Ascensos y descensos cifrados en los vigentes o por venir ordenes.
Estar presente, estar ausente.
El brillo de la ausencia.
La opacidad de la presencia.
viernes, 15 de marzo de 2013
Planetas orondos
Escupidoras de palabras soeces.
Damas gordas de los cojones.
Confesa adicta al zurriagazo y al vapuleo.
Planetas orondos que habéis atraído a vuestras órbitas ramplones satélites.
Sagaces mañas de talento labrado a base de teñir vuestras túnicas de sangre.
Caviladoras de corrala.
Estrellas del azote.
Santos cuyo nicho es el balcón de las soflamas.
Damas gordas de los cojones.
Confesa adicta al zurriagazo y al vapuleo.
Planetas orondos que habéis atraído a vuestras órbitas ramplones satélites.
Sagaces mañas de talento labrado a base de teñir vuestras túnicas de sangre.
Caviladoras de corrala.
Estrellas del azote.
Santos cuyo nicho es el balcón de las soflamas.
Cebo para mariposas
Chantaje de requiebros.
Cebo para pescar mariposas.
Y hacer hechizos con sus bellas alas.
Como medio para convertir tunantes en pajes de reyes.
Sin plazo.
Sin leyes de Dios.
Sin verbos para definir la concatenación de malas acciones.
Lagrimas de cocodrilo para dar veracidad a la farsa.
Cebo para pescar mariposas.
Y hacer hechizos con sus bellas alas.
Como medio para convertir tunantes en pajes de reyes.
Sin plazo.
Sin leyes de Dios.
Sin verbos para definir la concatenación de malas acciones.
Lagrimas de cocodrilo para dar veracidad a la farsa.
Interlocutores validos
Para unos pocos.
Para muy pocos.
He venido al mundo.
Hablo al mundo.
Muy finito.
Muy pequeño.
Muy escaso.
El mundo de los interlocutores validos.
¿ Eres tu uno de ellos.?
Para muy pocos.
He venido al mundo.
Hablo al mundo.
Muy finito.
Muy pequeño.
Muy escaso.
El mundo de los interlocutores validos.
¿ Eres tu uno de ellos.?
Bajos vuelos
Piedras berroqueñas, que resbaladizas precipitáis al obscuro fondo.
Hacedoras de cojeras.
Adornadas de vicio.
Tocadas de coroza.
Chilladoras.
Zurradoras.
Corladura para la plateada pacotilla.
Contraventoras de sensatez.
Contumelias de algazara de raposas.
Demasiada tragedia.
Es vuestro trauma el embastecer a base de robar.
Pretextos de comadreo.
Bramáis berracas tras las columnas de humo.
Fulanas de bajos vuelos.
Manos rechonchas sin guantes y sin sortijas.
Inquebrantable voluntad de dañar.
Hacedoras de cojeras.
Adornadas de vicio.
Tocadas de coroza.
Chilladoras.
Zurradoras.
Corladura para la plateada pacotilla.
Contraventoras de sensatez.
Contumelias de algazara de raposas.
Demasiada tragedia.
Es vuestro trauma el embastecer a base de robar.
Pretextos de comadreo.
Bramáis berracas tras las columnas de humo.
Fulanas de bajos vuelos.
Manos rechonchas sin guantes y sin sortijas.
Inquebrantable voluntad de dañar.
No debo olvidar
Astillas en las uñas es tu traición.
Como pretendes volver.
Si aun no he olvidado.
Fue hollar con tino.
Fue interés en dañar.
Y yo hoy por mi interés no debo olvidar.
Como pretendes volver.
Si aun no he olvidado.
Fue hollar con tino.
Fue interés en dañar.
Y yo hoy por mi interés no debo olvidar.
Desnudo el pecho
Zarpazos de próximo, de compañero de mesa y cama.
Por eso ahora el dolor reclama.
Sede vacante.
Largo luto.
Larga sequía.
Y un largo espigón por el que caminar sin compañía.
Y con la tranquilidad de que en mi soledad ya no hay ningún traidor.
Rateros de belleza.
Cuatreros de besos.
Os quise en el ideal.
En la proyección sin fisuras.
En el altar que mi mano elevo.
En la peana en la que yo os coloqué.
Yo os di el don.
Yo os adorne.
Y ahora me ahormo al daño.
Al delito.
Al robo.
Yo os abrí la puerta.
Yo os serví la mesa.
Yo lo deje todo a vuestro alcance.
Y sin coraza, armadura y yelmo.
Desnudo y vulnerable.
Rendido en vuestros tiznados brazos, que yo en mi loco devaneo vi netos, me perdí en la furia transmutadora de mi mente y me esclavice a la inherente bajeza de los vuestros, que por amor no vi.
Sin atisbo de cordura, como loco enamorado, os di la llave de mi torre de marfil.
Y tras la lanzada ya no os quiero y lento me recupero del envite, del daño que me infirió el enemigo que en la corta distancia de mi cama, confundí con fiel amigo que en el momento más apropiado, en el descuido, con el álgido galope, con mano siniestra me arranco de mi desnudo pecho el corazón, y con desdén soez y altanero lo arrojo al damero de mi alcoba y lo pisoteo.
Por eso ahora el dolor reclama.
Sede vacante.
Largo luto.
Larga sequía.
Y un largo espigón por el que caminar sin compañía.
Y con la tranquilidad de que en mi soledad ya no hay ningún traidor.
Rateros de belleza.
Cuatreros de besos.
Os quise en el ideal.
En la proyección sin fisuras.
En el altar que mi mano elevo.
En la peana en la que yo os coloqué.
Yo os di el don.
Yo os adorne.
Y ahora me ahormo al daño.
Al delito.
Al robo.
Yo os abrí la puerta.
Yo os serví la mesa.
Yo lo deje todo a vuestro alcance.
Y sin coraza, armadura y yelmo.
Desnudo y vulnerable.
Rendido en vuestros tiznados brazos, que yo en mi loco devaneo vi netos, me perdí en la furia transmutadora de mi mente y me esclavice a la inherente bajeza de los vuestros, que por amor no vi.
Sin atisbo de cordura, como loco enamorado, os di la llave de mi torre de marfil.
Y tras la lanzada ya no os quiero y lento me recupero del envite, del daño que me infirió el enemigo que en la corta distancia de mi cama, confundí con fiel amigo que en el momento más apropiado, en el descuido, con el álgido galope, con mano siniestra me arranco de mi desnudo pecho el corazón, y con desdén soez y altanero lo arrojo al damero de mi alcoba y lo pisoteo.
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