martes, 19 de marzo de 2013

Perdigueros

En perdigueros al alba.
Después de los estertores se hizo la calma.
Le empitonó el bravo con las claras del día.
Osado desprecio al negro rival.
Que le ha costado la vida.

lunes, 18 de marzo de 2013

Dicotomía

Cruz de hierro, para frenar violentas protestas.
Acumulación de poder.
Y para defender el logro la guerra.
Celdas de oración.
Celdas de cautiverio.
Contando cuentas.
Contando años.
Contando penas.
Matar o morir.
Dicotomía.
Polaridad.

Borrar el perfil

Esfuerzos sin valorar.
Sacrificios sin compensar.
Fuerzas que no han producido ningún empuje.
¿Para cuando el derribo, la tabula rasa.?
Desviaremos río para borrar el perfil del monte.
Desentrañaré el tesoro y en guerras lo malgastaré.
Sino irremediable de hombre.

Devaneos


De la boca del cretino sólo salen necedades.
Asquerosos devaneos en aras de un interés superior.
El mercado del altar de la casa de los ladrones.
Batir de alas de cuervo, en la antesala de la noche del llanto.

Lo inoculado

El precio de la purificación es la pena.
Elevarse es asumir la soledad como único modo de existencia.
Será el rastrero el que con la cúspide no muestre clemencia.
La vista de pájaro minimiza tu obra.
Es un plan sin seguridad de acierto.
Quien no se embarca nunca arriba.
Son las fisuras de la probabilidad.
Hasta la justa justicia tiene una estela de daños.
Es el sino de los diversos géneros entre iguales.
Evitando lo pomposo y el romántico enredo de los sabores fugaces.
Te harán creer que sabes lo que quieres y perderás la vida persiguiendo lo inoculado.

Metas vacías, fútiles y poco saciantes.

El carcelero humano

Sera el prójimo panderetero, el que te niegue su ayuda.
Los hay arrogantes y sin ninguna particularidad.
Rémoras que el mundo arrastra.
La garantía de las formas beneficia al nuciente.
Velada mirada de pesadas pestañas.
Despertares que anticipan una inminente emancipación.
El carcelero humano rinde al planeta.
Pero es obvio quien rendido terminará.

Caos


Los versos de palabras preciosas, no eclipsan la humana hediondez.
Terremoto de maldades que asolan los paramos, ya asolados por el voraz progreso.
Margaritas que con sus pétalos nos niegan la pasión.
Periódica desinformación que inflamas las calles a conveniencia de los bolsillos que te sufragan.
En que creer, en estos instantes de caos.
Chinas en las sandalias del pescador.
Gratuita difamación hecha con total impunidad desde las torres más altas y vendidas al mejor postor.
Marea de dinero negro que asola bellas costas.
Ansia especulativa que roba tierra al mar.

domingo, 17 de marzo de 2013

El pillaje de los gritos

Lecho de espinas que muyen los obreros del mal.
Entre gruñidos de despropósitos y descréditos.
Haz que no se me acerquen, que no vuelvan a mullir mi lecho jamás.
Distinguido merito, el mar de las tentaciones en calma.
Protegeme Dios mio del pillaje de los gritos.
Del absolutismo del relativismo.

Parcos pero precisos y ciertos

Parco en afectos.
Parcos pero precisos y ciertos.
El amor es una carga, que uno no debería decidir cargar jamás.
Con un fugaz lado luminoso.
Complicado en su enfermedad apaciguar conciencias.
El enamorado necesita de rezos.
En la travesía de las tribulaciones del visionario.
Sermones hermosos que no se borran.
Acciones dolosas que no se borran.
Camino de tierra en el que ir dejando huellas, que no vas nunca a desandar.
Aire en el que garabatear los planos de los sueños.

Por la puerta de atrás

No es duro morir.
Es duro vivir sedado.
En las salas de espera.
En los pasillos.
En los sillones de skay.
Corredor de muerte.
Frialdad de postrimerías.
Narcóticos de urgencia.
Para liberar espacio.
Sin sentir el último instante.
Todo numerado.
Todo dosificado.
Dosis de adiós.
Sin alboroto.
Sin duelo.
Todo en sitios fríos, ajenos.
Extrañamiento de finales instantes.
Lejos del calor, lejos del hogar.
Silenciada despedida.
Silenciado llanto.
Por la puerta de atrás, sin ruido.
Discreto transito al sueño eterno.

Encrucijada

Descansa tu cabeza en el terciopelo del almohadón.
Y el corazón reseco arde en el infierno.
Que presente es tu virginidad si la perdiste en la paja del corral.
Que no me engañe el camino cómodo.
En el crucero me postraré.
Encrucijada.
Que no me doblegue lo fácil.
Haré con mi venganza, de vuestra muerte algo relevante.

Cuidados excluyentes

Apartado el máximo rival.
No te importunaré más en la rosaleda.
Cuidados excluyentes.
Que propician el temor.
La vida es un baile de mascaras.
En la confesión todos iguales.
No se miente a Dios.
Hijos de mercaderes, sois la fuente de las desgracias.

Velador de opalescencia

La primera señal.
La nostalgia de las aves rapaces en las ruinas de convento.
Cenobio de contenidos deseos.
El fango de lo prohibido.
Velador de opalescencia.
Desplomadas celdas de célibes.
Abnegadas vestales, tributo de reyes.
Dominio de aislamiento que la voraz selva recupera.
Reprimir instantes de efímera felicidad.
A salvo de los prejuicios de una sociedad ensimismada.

Maclas de yeso

Rezos para sofocar plagas.
Albañales llenos de cienos.
En el lodazal del matadero.
Sangre y arena.
La desoladora barbarie.
El cielo abierto entre relámpagos.
Llanto por el azar de los amores.
Demasiadas puertas para encontrar la salida.
Adornadas con brillos de berilo, colofonita, espinelas y las más pobres con maclas de yeso.
Certeras puntas para asaetear ángeles.
¿Morir en el burdel o morir en el fango.?

Luz mortecina

Demasiado tarde.
Huyen embozados los agresores.
Por la calle libertina, que no de libertadores.
Les quema la luz.
Luz mortecina de globos de farola.
Delirios de un desahuciado que espanta furcias con una fusta..............