Vuelvo a caer en un bucle de pirañas, de nucientes afectos que me vampirizan a cambio de nada.
Sin guardia real, en la parada del trayecto tropiezo.
Relámpagos que en flases iluminan los monstruosos afectos que en este triste estadío me acompañan.
Flores toxicas en jarrones chinos.
Vuelvo a desear la soledad como única y fiel compañera.
Besos de judas, de titiriteras lustrosas.
No todo vale y mi tendencia natural es dar valor a lo que nada vale.
Bucle de errores, bucle de tropiezos.
Morsas pirañas a las que he ofrecido mi corazón y lo has riscado como vulgares furcias corniveletas.
Amigas hienas, hienas amigas.......................
Niños pobres, pobres niños, que enseñáis a ladrar antes que a hablar.
Azuzados por arpías orondas gruñen y berrean.
Nada doma a una rastrera ralea.
¿ Como incardinar lo que esta ya desbocado y fuera de corriente.?
Es el tiempo de jugar a la guerra sucia, vuestra única guerra.
Es más fácil mover una montaña, que mudar vuestra zafiedad.
Gestos de balcón para por vuestro vulgo ser aplaudidos.
Arengas fáciles.
Condenado en publico, con escarnio y dolo.
Mudas son las malas obras, no hay palabras para tapar tu crimen.
Repartiré lo que no es mio, botín que expoliaré y ni una gota de sudor me ha costado.
Ametralladora de palabras, sin hilo, sin tino, con mucho, mucho ruido.
Ningún estilo es nuevo.
Todo ha sido ya inventado.
Y se revisa temporada tras temporada.
En el ciclo irredento del despampanantemente deslumbrar.
Con el último grito o alarido.
Según y como la criatura desdichada porte y luzca la última tendencia.
Imposible la protesta si les sellas la boca.
Bocas selladas con migajas de opíparas cenas.
Cenas de ladrón, que con limosnas tapa la boca al bribón.
Todo lo puedes hacer, si lo sabes argumentar.
Todo lo condenable bajo determinadas etiquetas es tolerable e incluso plausible.
Necedad de demagogos que famelizan infantes y después de forma elegante con ínfima limosna aplacan al vulgo, que les jalea como salvadores de forma inconsciente.
Es tan fácil mentir, es tan fácil manipular, que creo que lo voy a empezar a hacer.
Feria de vanidades.
A la luz de la Virgen.
A la luz de la luna.
Timorato competir.
Timorata certeza de perder.
Lucha de brillos terrenos.
Eclipsados por los brillos divinos.
Cristalitos rotos.
Peinetitas cortas.
Mantillitas blancas.
Por calles angostas.
Ilegible..Ininteligible..Inabordable..Estanco por intencionada incomprensión.Burbuja de toxico aislamiento.Daño provocado por la ultraprotección al exterior daño.
Cuan alto llegas.
Cuan alto caes.
LA DIVA SUPERLATIVA.
Es obligatorio rendir tributo a cima tan alta de nuestro cine patrio y a belleza tan patria exportada al otro lado de la mar oceana.
Mujer de excesos y excesiva, Saritísima, como la califico Terenci Moix, en su programa "Más estrellas que en el cielo" en 1988, superlativo nombre que la define sobre manera.
Sara, siempre peco de bella, de carismática, de magnética, de exuberante y de clara y rotunda.
España como es habitual, con la valoración de sus grandes, no le dio el hueco que correspondía a tan magnifica DIOSA.
Se nos ha ido y desde provincias, desde Cáceres queremos rendirle este tributo, sencillo pero entrañable.
Para Sara nada fue suficiente y vivió su vida con la certeza y seguridad de que la vivía solo una vez.
Y como la vivió, plena de aventuras, caprichos, logros y porque no llena de descaro y la seguridad que da hacer lo que uno quiere y con lo que uno disfruta.
Sara nunca tuvo un Goya, porque Sara merecía un Velazquez.
Sara ha sido musa de pintores, de directores fílmicos, icono gay y mujer turbadora de portadas de interviu y de calendarios de camioneros.
Sus alhajas, sus puros, sus maridos, sus amantes y su estilismo de diva hasta el último instante de su densa vida.
Sarítisima merece esto y más.
Diosa de rutilante talento y belleza, desde aquí con este tributo queremos contribuir a tu eterna gloria.
Hay nombres que saben a áspera y agria hiel.
Infaustos nombres.
Sin esperanza.
Enredáis en los fuegos de artificio.
En el pringoso afeite que os redibuja.
Para tiranizar.
Para atenazar.
Para parasitar.
Para secuestrar.
La voluntad de la cúspide.
La voluntad del altísimo.
Calumniáis para aturdir.
Para anestesiar.
Para envilecer.
Condenaré todos los eufemismos que edulcoran tus crímenes.
Sin legalidad.
Sin ilegalidad.
Muy de perfil.
Cleptomanas de honor.
Nada valéis y lo que valen los demás embarráis.
Exquilmadoras de honor.
Subsidiadas sin necesitarlo.
Y protegidas por el sistema a pesar de vuestra probada nuciencia.
Toneles de manteca que al rodar envestís con todo, apisonáis todo, violetas, rosales, calas. Jacos de Belcebú.
Tengo pánico al ignorante.
Al sectariamente ilustrado.
Al sesgadamente leído.
En las lagunas surgen las más infectas pandemias.
Libreme Dios de la patada de la mula ciega.
Libreme Dios de la patada de la mula que no quiere ver.
Si a alguien se le acaba la vida, que no sea porque ha intervenido mi mano.
Rodeado de ángeles.
Sitiado por lobos.
En las mejores manos.
En las manos de la vida eterna.
Mi casa es un ciclo de vida.
De renacidas flores.
De flores que han sido felices mientras vivían.
A todos salvo, a todos intento salvar.
Designio de mi talante.
Es mi talante que intenta mudar designios.
A lo grande como grande.
A lo importante como importante.
A nada, ni a nadie dejo sin su sitio e importancia.
Salvo la vida que se aferra a las cosas.
Salvo las cosas colmadas de vida.
Salvo la vida de los que otros como un despojo a la calle arrojan.
Mi talante es salvar.
Cuidar vida, cuidar mientras hay vida.
Por eso ruego cada noche a mi Dios, que os salve y os permita salir del pozo de vuestras insondables bajezas.
Espero que pronto mi Dios os permita ver una rendija de luz.
De la luz de vida que sale de los ángeles que habitan mi casa.
Siento el ardor en mi pecho.
Mientras me asedia una plaga de moscas.
En primera persona sufro.
Despreciable pozo de oscuridad.
De mentiras encadenadas.
Vago encadenado a tanta proclamada mentira.
Hurtáis honor.
Hurtáis honra.
Costaleras ladronas.
Sin brillo, sin clase, sin alma.
Rendido en mi pusilánime confianza.
Me retiraré a la cumbre.
Y me ampararé en mis conocimientos de la orografía.
Serán los cerros mi salvación.
En la guerra de guerrillas te rendiré.
Danzáis festejando vuestros logros torturadores.
Almas hoscas.
Furcias que con matracas recorréis el llano.
Mastuerzas majaderas.
Predicadoras de calumnias.
Domadoras de hambrientos en el secarral de la envidia.
Adriestráis la tropa ávida de venganza.
Rechinan mis dientes en las largas noches temiendo vuestro asalto.
Aunque se que no llegará.
Vuestra orondez os impide trepar.
Mi sonrisa es de acero ante el bruxismo de pánico.
Envilecéis a los ángeles que pueblan el llano.
Mas, no os temo.
Desde mi atalaya proclamaré vuestros secretos para poder sobrevivir.
Sobre el facistol de mi cumbre esta la larga lista.
Temedla por que no hay luz más potente que la luz de la verdad.
¿Eres tu el que sabe escuchar?
Envuelto en el perfume de la derrota.
Oriente de ámbar.
Resina de preservador olvido.
Sueño injusto.
Taracea de desdichada fortuna.
Enigmática carta que arrastra el viento, convertida por la mano envidiosa en pavesas.
A tu vera.
Siempre en la proximidad tuya.
Es diferente el dolor.
Si tu mano con caricias lo aplaca.
No hay malos entendidos.
Si no intención de mal entender.
La claridad de las bellas ruinas.
Sin techumbres.
Abiertas a la luz.
Hacerse entender es encontrar la palabra adecuada.
Nada falaz.
Nada doble.
Nada doblada.
Fácil, muy fácil es la claridad.
Si así lo pretendemos.
Muy claros seremos.
Transparentes como agua de plata que corre.
Como frase limpia.
Como almas limpias.
Como almas con ley.