viernes, 24 de mayo de 2013

La mitad de la mitad

De dinero y santidad solo creo la mitad de la mitad.
Triste autobombo de zafios ramplones.
Camaradas correligionarios, cómplices de saqueos.
Cerraré los ojos para no ver.
No veré para desaparecer.

miércoles, 22 de mayo de 2013

Marabunta

En el mitín de simplezas.
Aturdido por el jalear de los correligionarios y la paráclita presencia condal.
Espíritus de caldereta de bruja zorra.
Arenas de desierto convertidas en cristal.
Vidrios de polvo, en la lluvia de soflamas de fuego.
El calor del cerrado circulo en el que todo órbita sobre la inexistencia.
Estremecedora es la historia falsariamente escrita.
Filas marciales de roturadoras hormigas.
Desfilan veloces por los surcos de asfalto que hieren al mundo.
Marabunta que, a las bajas y altisonantes ordenes de sátrapa, todo lo arrasan.

lunes, 20 de mayo de 2013

Heredípeta

Se arrastra en el salón tu codicia.
Adulando el exceso y el defecto.
Es obvio tu talento.
Un minuto de chanza y cacareo.
Cierra el circulo el beso de Judas.
Tu piel inquieta transpira deseo.
Es tanto y esta tan cerca.
Falsario amor de heredípeta.
Halagos que caro vendes.
Caricias que por oro cambias.
No estas en las tristes noches.
Ni en el dolor de las crisis.
Florido llegas a las mediodías.
Y no todos los días.
Vendiendo farsa y fuegos de artificio.
Será tuya tu parte.
Será tuyo su ahorro.
Y olvidaras en segundos lo poco que lo sudaste.

El apóstol de la relatividad

Seré el apóstol de la relatividad.
Gritare desde tu alta torre el conveniente discurso.
Pregón donde elevaré a los altares a la nada. 
La absoluta nada.
Hueca, rotunda, campanuda.
La vestiré con los vestidos del todo.
La enjoyaré con las alhajas de lo profundo.
La visibilizaré con las potencias del Paráclito.
¿Quien sabrá que de tras de tanto todo, no hay nada.?
Los elegidos de nuestro culto, los fariseos sacerdotes, los que mecen los hilos de la patraña, tu y yo seremos los únicos que lo sabrán.
Sin sombra de autocritica, sin sombra por que la nada nada sombrea y nada estorba.
Bella entelequia ornada a rabiar.
Teatralidad de teatralidades, en nuestro circo de adoradores, todo es teatralidad.

Sin moral

No te mediré nunca en la caridad que practicas con el dinero de otros.
Ni te mediré en el repartir el premio de tu delinquir.
Has cronificado el nuciente populismo.
Sistema clientelar que doma y achanta fieras.
Fieras a las que impides pensar.
Sin metas, sin norte, sin aspiraciones, todo es tan ramplón, tan predecible.
Entramado de preguntas retoricas para loa del líder.
Pintoresco y peligroso horizonte de monotonía, que mañana estallará.
Guerra de guerrillas con coreografía de circo.
Asamblea de fariseos que mecen odios y amamantan rencores.
Amedrentar es tan fácil, y tiene tanto rédito, que hasta entiendo el fruto rápido de tu estrategia.
Aguas turbias y embarbascadas.
Se pervierten los discursos y las soflamas en el vicio de los eufemismo.
Ni sabes lo que dices, ni dices lo que sabes.
Toda posición es defendible en el reino de la sin moral.

domingo, 19 de mayo de 2013

Aquilataré

Aquilataré tesoros en el cielo.
Depositaré allí mi legado de eterno trigo.
Vivo en este mundo dando pasos en el otro.
Arrastro mis pies por los caminos.
Por los puentes que vencen ríos de injusticia y hambre.

Puente

Ojos que ven pasar la corriente.
Ojos de puente romano.
Punte para ir a cardar la lana.
Puente para huir de la fama de haber trasquilado la lana.
Puente de palo, de hierro, de piedra.
Puente de múltiples vanos, puente de un solo vano.
Puente ciego, puente sin rió, puente abandonado por el camino.
Puente para ir a la gloria.
Puente para volver derrotado.
Puente de plata por donde huyen las ratas.
Puente de amigos, puente derecho, puente sesgado.
Puente de la reina, del cardenal, del soldado.
Puente de los suspiros por donde se marcho y no volvió mi amado.
Ojos de puente que se llevo la corriente.
Ojos de puente que voló el aliado.
Puentes para cruzar ríos, puentes para vencer vados.
Puentes para ir de uno a otro lado.

Diligencia

Todos los días de lluvia acaban.
Todos los días de sol acaban.
A mil caídas, mil puestas en pie.
A mil ofensas, ya las perdonaré.
Es normal rendirse.
Es normal desanimarse.
No es normal dejar de vivir.
Mares surcados por las tentaciones, se que os atravesaré.
¿Como araré todo el llano.?
No es como araré el llano, es empezar, y ya lo terminaré.
Diligencia, que caro te vendes, y algunos días ¿donde te escondes.?

Tendré el valor

Empapado de tus valores, tendré el valor.
Valentía sin tiempo apenas para pensar.
Portaré la bandera de la victoria.
La haré ondear en el valle, para que la vean las montañas.
Crestas que arañáis el cielo decidle a Dios que que su estandarte encabeza la batalla.
Con demasiado juicio, pero nada juicioso.
Almas llenas de cacarañas temblad.
No esta hecha mi mano solo para la caricia y el consuelo del pobre, sino para empuñar e defender para el el sustento de su cuerpo.
Infectas pústulas de usura el agua bendita os hará desaparecer.
Oculto entre harapos se intenta escabullir el bribón.
No es tu escondite y disfraz seguro y duradero, tarde o temprano te delataras.
En los caballos de plata cabalga tu gloria.
Es férrea su fe para atravesar el pedregal.
Las caídas enderezan los caminos torcidos.
El fuego de mi amor por ti arrasará las empalizadas.
Nada frenará la iniciada renovación.

viernes, 17 de mayo de 2013

Chirriar

Si el pan es caro, el circo es más caro aun.
No solo de pan vive el hombre, pero lo que esta claro es que no vive de circo.
Penurias sobrellevadas a base de alienante circo.
La envidia no solo habita en los palacios, sino también, en las cabañas de los pobres. 
Solo medran los palmeros y eso hace chirriar los goznes.

Oropel, falso oropel

Las mentiras se retroalimentan en los salones de los intereses innobles.
Acecha el colapso a lo no esclarecido.
Zancadillas, palos en las ruedas, empellones para la sencilla verdad.
Protegida de la lluvia roja de la sangre de los heridos y martirizados por las elaboradas calumnias camina la indigna pero erguida de soberbia falsía.
Quien tendrá el valor de enmendar la plana a la vertiginosa corriente que todo lo engulle.
El que no porta armas, ni embauca y con sencillez explica, que complicado tiene hacerse eco y encontrar púlpito.
La credibilidad del artificio, del oropel, del ruido, de las soflamas y las incendiarias tracas.
La verdad no es de este mundo cerrado y obtuso, que se abandona el los ismos anunciadores del vórtice del abismo.

Las últimas filas

En el hospital de la caridad, donde se da ejemplo.
Sintiendo tus postrimerías como las mías, agarrando tu mano en el último suspiro
Mi talento es infinito y mi tiempo no, obligado a elegir, a decidir y vivir en lo elegido. 
Ni se vive en el himpas.
Sera mi sudor el que cimente la torre.
No quiero ser su dueño, ni asentar en ella ninguna cátedra.
Mi discurso ni es lejano, ni tiene amplio auditorio.
No pido tu satisfacción, pido la satisfacción del otro y ya llegara la tuya.
No se dice donde se esta, se esta. 
Y el fruto anónimo, frutos dará.
Sin primeras filas no existirán las últimas, más si existirán los últimos en entrar en la gloria.

Que difícil es inculcar valores

Esta agriado mi paladar tras masticar tantas calamidades.
En el más próximo esta la clave de mis reiterados tropiezos.
En la catadura moral, del que ante el que pide socorro cierra la puerta.
Denegadores de auxilio.
Inoculadores de venenos.
Almas podridas que todo lo infectáis.
Que fácil es trasmitir defectos.
Que difícil inculcar valores.
Aguas corrompidas que agitáis el rencor social.
Mejor estar muerto que condenado a esta eterna agonía de sentir tanta envidia, celos y cólera desbocada.

jueves, 16 de mayo de 2013

Valle en uve

Atrapado por las verticales paredes del valle en uve de las catástrofes.
La última infancia no va a nacer.
Las impías madres no los parirán.
Serán malparidos en las cunetas, en los recodos oscuros de los subterfugios legales.
Se privará al mundo nuevo de los engendrados e irrepetibles bellos seres.
Tal diezma atroz un precio altísimo exigirá.
Vientre agrios que por fornicio y sin cauteles asesináis ángeles como pretendéis rendir cuentas con las manos ensangrentadas al Altísimo.
Que no os cieguen los caducos brillos hedonistas.
Que no os impidan ver más allá de la inmediata bajeza.
Son los ángeles los que con su aleteo alejarán el horizonte de ruina.

El mal aleccionar

Fijar lo ocurrido para aprender y no olvidar.
Tenderos ennoblecidos en días de sudor y duro trabajo.
Es patético que edulcoréis vuestras vuestro ayer.
El esfuerzo es digno y loable, y vuestra prole que vive en la molicie no debe olvidar el origen de vuestro sufrido patrimonio.
No toleréis desde vuestra senectud su caciquismo.
A los que vuestra ralea denosta hoy, sois vosotros ayer.
Os lo digo y vaticino, vuestro verdugo sera vuestro hermano, vuestro amigo, vuestro amante.
Y de un golpe certero y mortal os derribará.
Pero seréis conscientes de todo, de todo os daréis cuenta.
Ese es el castigo del mal aleccionar y diluir en fabulas de nobleza el origen de vuestra prole.
Sentir tu mano en el ejecutor del desenlace y no poder hacer ya nada.