sábado, 6 de marzo de 2021

Patibularia y yerma explanada


Aguijonea, con saña mi pecho, 
tu insolente desprecio.
Más yo sigo, 
rendido a tu gélido aliento.
Hojalata orinada 
es la espuela 
con la que me zahieres.
Más yo sigo, 
y soporto 
la cruel matraca 
de tus palabras de hiel.
Estúpida es esta rendición esclava, 
este sin vivir sin fuego. 
Más yo sigo 
y mendigo 
una cercanía que me lacera.
Sin ti muero y tu desamor me mata, 
y es tal el desafuero 
que enredo con cuchillitos de plata, 
en este corazón mío y maltrecho,
que es el acerico 
de tus frívolos caprichos, 
que insensibles a mi infierno 
me abrazan y zarandean, 
me embaucan y me siembran de celos.
Más yo sigo, 
a tus labios de miel 
que me humillan altivos, 
en esta patibularia explanada.
Más yo sigo, 
robando y rogando 
una proximidad que me envenena 
y desencadena el torrente del llanto 
que acarcava de ira 
la tersura de una piel 
que tu diabólico acero rinde, 
con tu mirada de ámbar, 
con la bruma de tus negras pestañas,  
en esta patibularia y yerma explanada. 
Soy carnero enredado 
en la falsedad y el juego cruel
de la idealización de tus zarzas.


No hay comentarios:

Publicar un comentario