lunes, 18 de noviembre de 2013

Amanece y aun no has aparecido.

Amanece y aun no has aparecido.
Se diluyen los damnificados por la vida.
Desaparecidos por amor.
Amores inconvenientes.
Amores tragos amargos que envenenan días y días.
Si solo fuera un aviso, una rabieta.
Pataleta de insatisfacción.
No has llamado para contarnos tu sufrir.
Sola en el limbo de las angustias, espinosas raíces  de árboles de perenne sombra.
Borrasca de miedos e inseguridades, susurradas al oído por el mal amado, por el necio cruel que te ha quitado la vida.

Manos invisibles que estrangulan

La presión de una atmósfera hostil.
Irrespirable, llena de manos invisibles que estrangulan.
Manos que no dejan marcas.
Marcas de violencia.
Palabras de cólera que hunden veleros.
Palabras que matan  con alevosía y nocturnidad.
Palabras dagas de falso amor. 

En el cenit

Marcharse en el cenit.
Sin esperar al declive.
Con la euforia de la dura escalada.
y previendo el descenso.
Huir siendo joven, de forma voluntaria.

viernes, 15 de noviembre de 2013

Cocineras de corazones

Abundan las vulgares cocineras de corazones de ángeles.
Con guarnición de mentiras.
Festín de arpías.
Terror de ángeles.

Saqueadoras de cajones

Buscando una atmósfera que nunca tendréis.
Saqueáis cajones.
Cajones de muertos.
Gloriar de partidas.
Rapiña de carroña.
Quien pudo confiar en que velaríais los últimos segundo.
Quien en la ceguera de la necesidad ni vio vuestra rijosidad.
Damas apostólicas, asalta panteones.
Estúpidas que rompéis con la algarada de hacer botín el momento intimo del transito.
Sois tierras baldías.
Tierras de nimiedad.
Tierras donde escondéis y no dan frutos los tesoros del hurto.

Aun pasada la llave

Con los nervios deshechos.
Con palpitaciones.
Aun pasada la llave.
Para las calumnias no hay nada más sencillo que infectar las habitaciones.

Imaginarias en los balcones

Abismos de zarzales.
De urticante maleza.
De traspiés y tropiezos.
Círculos de gallinazos y quebrantahuesos.
Esperáis caídas sin cireneo.
Ladronas de brillo.
Aun sabedoras que ese brillo no os luce.
Airadas comadres que hacen imaginaria el sus terribles balcones.


Rumiáis maldades

Bestias conúpetas de profundos papos.
Donde cae una piedra y no hace ruido.
Mucha panza.
Poca redecilla.
Poco libro.
Mucho cuajar.
Rumiáis maldades.
Devoráis flores. 

El ingenuo

El nunca daría la vida por ti.
Que ingenua es la bondad.
Y que de palos recibe.
La entrega del ingenuo no es la entrega del tonto.
Pero para el listo es igual.

Presas del frescor

Joven de cabello ensortijado.
Que estas lleno de dobleces.
Atrae tanto la juventud.
Que tu victima no las quiere ver.
Presas del frescor.
De los prados verdes.

Papel de aguas

En el papel de aguas.
Relato lluvias.
Aguas en el papel.
Finas precipitaciones.
Papel que humedecen  mis ojos.
Lluvia que me impide ver.

Sobre la verdad luz

Entra oblicuo un rayo de sol en mi estudio y rompe mi cama en dos.
Como sabe el astro lo que ocurre en mi casa.
Sobre la verdad luz.
Designios de rey.
Designios de alcoba.
Entra en mi habitación el sol y me señala lo que ya se, que esta rota mi cama.

A mi imagen y semejanza

A mi imagen y semejanza.
Porque me enamoro de hombres.
Porque me enamoro de iguales.
Porque siento que me arden las entrañas solo con un semejante.
Semejante espíritu y deseo.
En alma y valores.
Formas iguales.
Amores iguales.
Iguales en cautelas.
Iguales en temores.
Iguales en procesos.
Iguales en dolores.
Iguales en recelos.
Idénticamente iguales.
Soy un hombres apedreado por sentir amor por sus iguales.

Cataclismos buscando el amor

Pescadores de hombres.
Hombres pescados.
Islas, ciudadelas de huidos del mundo.
Del sistema arterial del afecto.
De las redes fluviales.
De las redes de pensamiento.
De las redes de palabras que aturden.
De las imágenes que a veces no valen nada.
Náufragos de una soledad multitudinaria.
Náufragos de una multitud que naufraga.
Victimas de un oleaje hostil y domestico.
De las plazas de exhibicionismo y teatro.
Abonados a las redes virtuales de queja.
Al anonimato del llanto.
A la vorágine de necesitar.
Redes de necesidad con demasía pagadas.
Somos islas y vivimos en islas, islas de desamparo.
Islas volcán que no saben si en la erupción crecerán o desaparecerán del mapa.
Cataclismos buscando el amor.

Uno asimismo se engaña

La cara quizás no sea el espejo del alma.
Pero si es un charco donde se ve el fondo de las indómitas entrañas.
Los charcos someros no mienten.
Aunque el propio charco asimismo se engaña.