Soldaditos de calamina, delicados y frágiles en el campo de batalla, es por eso
que os mandan a las cocinas.
Soldaditos con alma de violeta, que quiere y sueña ser
cardo, embastecer en el frente y enfrentar su guerra.
Soldaditos delicados de coqueto ademan, de fino gesto,
soldados de voz aflautada que no hace grave ni la forzada y viril bebida.
Soldaditos que no quieren vivir por miedo, su real y sentida
vida.
Damiselas de las armas, las garitas y las cantinas, que robáis a escondidas besos viriles de
compañeros de fusil.