domingo, 5 de enero de 2014

Batalla perdida

No se puede luchar contra la luz interior.
Es una batalla perdida intramuros de ante mano.
No permitas el sitio a la ciudadela y evita que en ella habite el sollozo.

Horizonte por dibujar

En las fronteras nadan los grandes.
Desde ellas parten las grandes conquistas.
Quien puede encorsetar el ingenio.
Es la liberta un reino de pocos.
Es un reino de ensoñaciones y desatinos.
Miel de futuros días.
Horizonte por dibujar.
Fresco aroma de locura cifrado solo para visionarios.

Las palabras son joyas

Las palabras son joyas que no sabe lucirlas casi nadie.
Aprende a lucir palabras.
Aprende a brillar con tino en el mundo del pensamiento.
Leer para pensar.
Pensar para poder leer.

La crisis no viene de ayer, éticamente trae mucha cola

Cuando pedir auxilio es un signo de debilidad.
Se quebró la fortaleza y el soportar.
Como no quejarse ante el dantesco panorama de remiendos y parches.
Enjuagues de regeneración, manoseada palabra, con la que nada reverdece.
Se ahoga el futuro en el empeño de preservar rancias poltronas.
Pasa hambre el infante, mientras el viejo apoltronado muere saciado.
No regamos la base y mantenemos refulgente a la cúspide.
Que padres sois, dirigentes de la patria si no cuidáis a vuestros hijos y los explotáis en asfixiantes aranceles.
Como a ti mismo, dijo Jesús y vosotros solo os queréis a vosotros mismos, casta depredadora del sudor del pueblo, lo vuestro no es vocación es lucrativo oficio.
Retribuidos según valía, ascendiendo según sus méritos, teorema olvida en los cajones vacíos de algún ministerio.

ETA no solo mata cuerpos, también mata el alma.

Cuando decir la verdad es delito.
Cuando te silencian en una lluvia de insultos y amenazas contra ti, tu familia y tu casa. 
Y nadie, nadie de la autoridad hace nada. 
Cuando tras derramar tu sangre, la sangre de tus afectos, los asesinos pisotean y chapotean con chanzas en el charco de roja e inocente vida por la patria derramada. Ya esta bien de tanto hurgar en la llaga, de tanto y tanto hacer sangrar otra vez la herida.
Y digo que es delito porque no esta protegido por nadie. Nadie ampara al que dice la verdad en este enredo de eufemismos, justificaciones y lecturas imposibles de una realidad que esta tan clara.
Hemos dejado campar al malhechor a sus anchas, recoger el fruto de sus crimenes y reírse de lo fácil que es extorsionar a un estado, que ya de estado no tiene casi nada.
Ahora solo queda seguir cediendo, seguir desamparando a los judíos de hoy, seguir dejándolos a su merced, subyugación y chanzas. Bromas de los nuevos nazis, de los nuevos pistoleros, de la nueva aunque hiede, mafia.
Hemos permitido que ni resarzan, ni pidan perdón, a quien para sus logros ha puesto los muertos, los muertos con los que ETA ha amedrentado a quien piensa diferente y no saca grasa, de este negocio de cadáveres, extorsión y estafa.

sábado, 4 de enero de 2014

Un ángel tronchante


Como puede un bufón ser un ángel.
Enana cantora de gorigoris y anunciadora de desgracias.
No es creíble que tu rubio de potasa, anuncie al salvador.
Errores de bulto redondo, errores de elección ante la falta de fieles.
Caro error acoger en sagrado, a las bestias de averno.
Las viboritas crecen y terminan siendo igual de víboras, que la perniciosa calaña de los progenitores.
Fallos imperdonables, que más que atraer espantan.
Huyeron las mantecas de Santiago, para refugiarse en Santo Domingo.

La armada invencible

Es de risa calificar a una niña rica, de pobre niña rica.
Pobre es solo la niña pobre, que es la única que por pobreza no puede elegir destino.
Si la niña rica no tiene cabeza, eso no es ser pobre, eso es no saber elegir.
Se lleva muy bien la pobreza de ingenio con mucha plata y mucho pan.
No se vence a los elementos, pero al menos se tiene una oportunidad si se tiene una invencible armada.

Gemas

Hay tantas cosas que duran más que nosotros.
Más codiciadas que nosotros.
Plumas perennes de pavo real.
De las oscuras entrañas de la tierra surge el eterno brillo.
El fulgor que subyuga y dignifica vulgares testas.

La mina de oro

Tras el estertor te abandonaran las pagadas compañías.
Fuerza la soledad a las transacciones.
A aplaudir el teatro del afecto.
A embriagarse en el amor de salarios.
Me abrazan las manos que no quieren soltar su mina de oro.
Como atan las necesidades.
Y como el último derrumbe fuerza el abandono.

Los sables envainados

Los sables envainados.
No se necesita las veinticuatro horas del día ejercer la violencia.
Creado el estado de terror.
El sable envainado espanta.
El rédito de la masacre es una mancha que puede cubrir un océano.
Sometidos en la purga, sometidos en el miedo a volver a ser purgados.

Hostigo


Llueve de hostigo.
Y no cesa el encierro del viento.
Carcelero invierno, que con tenaces guardianes recluyes pájaros libres.

Reyes del matadero

La debilidad genera ira.
Las fisuras violencia.
Ambas generan terror.
Fogatas con las que espantar a los mansos.
Fiestas en los mataderos, entre la sangre de los corderos.
Con la soberbia que da no tener la razón. 
Y enmascarar en lo ilógico el aquelarre de insultos.
Vítores a las manos manchadas de sangre.
Vítores a las fieras que sin pestañear, ni remordimiento desmembraron infantes.
Carceleros y verdugos estrellas del firmamento de las matanzas.
Como no tener fisuras en la fe, en el amparo del inocente, que sufre esta agria lacra.
No es negro el futuro, es rojo como la sangre que para imponerse derraman los totalitarios.

viernes, 3 de enero de 2014

Asamblea de payasos

Grandes tareas entre leones de piedra. 
En la arena del nuevo circo. 
Asamblea de payasos. 
Que hacen estremecerse en sus divagaciones. 
Hasta al medio inteligente.
Se pierde el tiempo.
Se pierde la hacienda.
Se pierde la fama.
Se pierde el futuro.
Y se pierde al pueblo. 
Que con sacrificio costea el sueldo. 
De los parásitos que administran su hacienda.

Las delgadas costuras

La delgada linea que separa la excentricidad del ridículo.
Sometidos a  la carrera de las tendencias de las febriles ideas de un diseñador.
Mortales que juegan a brillar como Dioses, a estar en el Olimpo de las bellas formas enfundadas en las últimas ocurrencias.
Es fácil tropezar con el vértigo, con los desmayos del hambre, con los flashes del éxito. 
Es tan fácil caer en el ridículo de la mano del ansiado triunfo.
Carrera de obstáculos que nosotros mismos, con nuestro afán desmedido por brillar, obstaculizamos.

Sufrir para brillar



Es caro el precio de lucir.
De brillar en el universo de los dictados de los vestidos del emperador.
En las altas esferas del tomento.
Domar el delicado cuerpo en los parámetros excéntricos.
Diamantes tallados para brillar más que el resto.
Lejanos e inalcanzables en la cumbre, solo nos queda para continuar aquí, sufrir y sufrir.