Tu final es mi principio.
No es nada raro encontrarse con gente que bloquea el paso.
Gente que te impide acercarte a determinadas puertas.
Gente que te las cierra.
Para que tu no asistas a ese convite.
Todo llega, la paciencia todo lo alcanza.
Y el guardián de la puerta un día se desmorona y se convierte en un montoncito de arena.
Así sin ruido les llega el fin a los tropiezos.
Una mañana de sol se desvanecen y ya esta abierta la puerta.
El hambre del hidalgo, a caballo entre el todo y el nada.
Presa de la no división, del vinculo.
Atado por la norma y desatado de bienes.
Carretera y manta para el segundón inquieto.
Sin miel en el reparto, parte a buscar su éxito.
El éxito diezma ejércitos de osados.
Pero la historia no se escribe con sangre de derrota.
La denostada lentitud saborea procesos, con la sapiencia de una vieja Parca.
Es el placer de ir haciendo nudos, no el placer de comprarlo todo anudado.
Menos nunca es más y siempre es poco el tiempo.
Cristal finísimo que se hace añicos una vez vivido y es imposible recomponerlo.
Será el camino de centelleante jaspe.
Y los tropiezos de coral.
Descansaré en los verdes bordes de malaquita.
Y respiraré hondo el frescor esmeralda del jardín.
Posaras sobre mi, tu mirada de berilo.
Y mis mejillas de rubí se ruborizaran por ti.
Solo se zancadillea a los que caminan erguidos.
Son las cabezas más visibles, el blanco más fácil.
No se expone el que vive de rodillas.
Independientemente del color del mando.
Suplicantes que vendéis vuestra adulación y ruego al mejor postor.
También seréis vosotros los que nacéis y morís rendidos.
Los que tenéis tan cerca las piedras, los primeros en apedrear.
Parecido razonable.
El mismo proceso con otro nombre.
Cuesta soltar el poder.
Y uno se agarra a él incluso sin estar.
Preparar la sucesión es una forma de perpetuarse.
De atar el futuro, futuro de castas estancas.
El interés lo mueve todo y mueve la silla para que quede bacante.
Unos promueven y aíren el cambio otros en la sombra sacaran rédito de el.
Intereses explícitos, intereses de intriga.
El intrigante interés.
Si supieras hoy los que tu ausencia van a llorar, cambiarías tantas cosas en tu vida que a tus herederas ingratamente sorprenderías.
Es fácil leer el verdadero afecto. Leer el desinterés de la caricia y que la obra no busca ninguna retribución.
A algunos de vosotros solo os llorará el perro.
Si no lo tenéis corred prestos a tenerlo.............
Mercaderes de carne, de sudor de carnes rendidas, perdidas en el encierro de los trabajos forzados.
Trabajos para vivir, con la única retribución de la subsistencia.
Mantenidos vivos para seguir trabajando, con la indolencia de muchos, con el norte de la vulgar riqueza, demasía obscena consentida por los engranajes del poder, de los poderes de todos los colores
Creo en la retribución del esfuerzo, en el mérito, en el conservar y hacer rendir lo ganado, pero no creo ni en la explotación, ni en el robo.
Los colores del bosque.
Las ligeras hojas.
Los renglones del tiempo.
Música de invierno.
Rápido se suceden los verdes, los dorados, el gris.
Crestas y baches de luz.
Se desangra la amapola en el verde que languidece.
Sombras premonitorias de humus de invierno.
Amar no es odiar al otro que te ama.
Síndrome de torturadora posesión.
Mandala de perdición.
Camino de vicio y viciado.
Esclavitud para con uno y para con el amado.
Se descorre el secreto de la inseguridad del inferior.
No cela quien seguro se siente.
Se siente amado quien da verdadero amor.
Amor de pájaro libre que siempre vuelve a las manos que son su nido.
Amor de sol, cálido y seguro que es el astro rey y que entorno a el gira su amado planeta.
El amor no rinde, pacta en besos de sangre la fidelidad pertinente.
Manos sucias que exprimen belleza.
Arrebatando la preciada virginidad en transacciones de oro.
Furtivos ladrones de adolescentes.
Escoria social que no sabe valorar la vida.
Engranajes de un sistema corrupto que satisface caros caprichos.
A los que la belleza sin tacha no se presta.
Sádicos enjoyados que necesitan esbirros para perpetrar los nefandos delitos.
Será mi guía la luz de la obscuridad.
Encontraré en la noche mi desinhibición.
Doble vida para acomodarme al mundo.
En la noche desearé que llegue el día.
Durante el día la quemazón ansiara que llegue la noche.
Espíritus pueriles e inmortales.
Solo pasamos por este estadio una vez.
La ignorancia nos hace ingenuamente invencibles.
Conocer nos hace ver lo vulnerables y frágiles que somos.
Ni motas de polvo en el cosmos.
Prescindibles y volatilizables en un segundo.
Sin que quede nada de nuestro paso por el universo.
Nacemos polvo engreído, morimos polvo rendido.
Cuando maltratas un cuerpo maltratas un alma.
El cuerpo cicatriza antes.
El alma a veces no cicatriza nunca.
Por eso la condena al maltratador no solo debe ser dura, debe ser durísima.
Nadie debe dañar por despotismo, soberbia o mil complejos el alma de otro.
Y si lo hace debe resarcir el daño.
Los perros tambien tienen alma y la condena al maltratador debe ser idéntica.
Habita el poder en una casa sin ventanas.
Razón por la que gobierna sin ver la calle.
Clausura de gobernantes que se enquistan.
En un encierro de cifras a las que no ponen cara.
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