Es un laberinto el pensamiento, que desordena mi alma en la lentitud de la justicia humana.
Confió en la divina pero cifrada en el aun más largo plazo y no quiero desear en indignidad males a mis enemigos, males para este mundo.
Pienso y priorizo en mi bien y el bien de mis ángeles.
Pienso y ruego paciencia para esperar el cobro futuro de las fechorías, la condena a los ruines hacedores de males.
miércoles, 12 de febrero de 2014
Defenderme
Os crispa que me atreva a defenderme.
Acostumbrados a rendir, a humillar.
No soportáis que en la caída, con el descaro de poseer la verdad os mire.
En vuestras arremetidas, que no sacia el vencer en los ardides de la sombra, os adentráis en el pantano que os engullirá.
Hasta un rendido, en su sacrificio tiene un arma, arrastrar en su muerte al vencedor.
Os embrutecerán las gemas que broten de mi pecho, olor de santidad, azuzador de violencia.
Violencia de rendido que os pondrá una lazada en la pata y os arrastrara al otro mundo.
Allí no podéis ya robar y en él no habéis sembrado nada.
Acostumbrados a rendir, a humillar.
No soportáis que en la caída, con el descaro de poseer la verdad os mire.
En vuestras arremetidas, que no sacia el vencer en los ardides de la sombra, os adentráis en el pantano que os engullirá.
Hasta un rendido, en su sacrificio tiene un arma, arrastrar en su muerte al vencedor.
Os embrutecerán las gemas que broten de mi pecho, olor de santidad, azuzador de violencia.
Violencia de rendido que os pondrá una lazada en la pata y os arrastrara al otro mundo.
Allí no podéis ya robar y en él no habéis sembrado nada.
Leo en los ojos turbios
Sulfúreos olores tartáricos.
Se recuecen al fuego las pócimas del berrinche.
Frustra que salga, la aviesa jugada, torcida.
Almas nacidas negras, de vidas negras, que manchan todo lo que tocan.
Despiadado gobierno de la amenaza.
Escaleras ascenso de miseria, que no tenéis ni porte aun en el sin rasero de ascender.
Todo el tiempo de mi mundo, frente a toda la zafiedad del vuestro.
Las colisiones son asunto de dos partes y yo sigo obstinado en continuar colisionando.
No escucho las palabras de la justificación, solo leo en los ojos turbios la envidia de la miseria.
Se recuecen al fuego las pócimas del berrinche.
Frustra que salga, la aviesa jugada, torcida.
Almas nacidas negras, de vidas negras, que manchan todo lo que tocan.
Despiadado gobierno de la amenaza.
Escaleras ascenso de miseria, que no tenéis ni porte aun en el sin rasero de ascender.
Todo el tiempo de mi mundo, frente a toda la zafiedad del vuestro.
Las colisiones son asunto de dos partes y yo sigo obstinado en continuar colisionando.
No escucho las palabras de la justificación, solo leo en los ojos turbios la envidia de la miseria.
Totalitarismo
Entarimado de patrañas, arquitectura efímera de gritos y oscuras mentiras.
Perseguidores de cimas a cualquier precio, por cualquier medio.
Argamasa de fraude, adobes de los hijos de la codicia del lupanar.
Arquitrabado de cizaña, cimbras para los arcos triunfales del traidor.
Que poco me interesa tu cobijo y cuanto me mueve mi bienestar.
Si no fuerais mi solar, tarde me entretenía en repartiros migajas.
Perseguidores de cimas a cualquier precio, por cualquier medio.
Argamasa de fraude, adobes de los hijos de la codicia del lupanar.
Arquitrabado de cizaña, cimbras para los arcos triunfales del traidor.
Que poco me interesa tu cobijo y cuanto me mueve mi bienestar.
Si no fuerais mi solar, tarde me entretenía en repartiros migajas.
martes, 11 de febrero de 2014
Sátrapas ególatras
El fraccionamiento crea ingobernables taifas.
Taifas de sátrapas ególatras y ensimismados.
Adversarios irreconciliables que viven fragmentando un único corazón.
Cainitas dignatarios carentes de toda razonable dignidad.
Taifas de sátrapas ególatras y ensimismados.
Adversarios irreconciliables que viven fragmentando un único corazón.
Cainitas dignatarios carentes de toda razonable dignidad.
Ratas con dientes de oro
El torturador brillo del mal gusto de las ratas.
Ratas de dientes de oro.
Ratas abrigadas con pieles robadas a la zorra.
Zafias baladronas que en el lañar destellos encontráis eco.
Resplandor miserable de asesinas de corderos místicos.
Pecadoras mortales de comulgar sacrílego.
Alcantarillares que oléis a lodo.
Ratas de dientes de oro.
Ratas abrigadas con pieles robadas a la zorra.
Zafias baladronas que en el lañar destellos encontráis eco.
Resplandor miserable de asesinas de corderos místicos.
Pecadoras mortales de comulgar sacrílego.
Alcantarillares que oléis a lodo.
Respirar profundo
Hay tanto tonto que en el respirar profundo.
Propone abandonarse a la corriente como modo de remontar el río.
Que sentir tanto abandono de necios da miedo.
El abandono no es un esfuerzo.
Es un placido o no tan placido sin esfuerzo.
Que no lleva donde uno quiere, sino donde decide el rió.
Que con gravedad se esfuerza en llegar a su meta y puerto.
Es de ilusos respirar y cerrar los ojos.
Esperando que al abrirlos veras la meta que has decidido no sudar.
Propone abandonarse a la corriente como modo de remontar el río.
Que sentir tanto abandono de necios da miedo.
El abandono no es un esfuerzo.
Es un placido o no tan placido sin esfuerzo.
Que no lleva donde uno quiere, sino donde decide el rió.
Que con gravedad se esfuerza en llegar a su meta y puerto.
Es de ilusos respirar y cerrar los ojos.
Esperando que al abrirlos veras la meta que has decidido no sudar.
Los bellos huesos de nuestros seres
Las puras y pulidas osamentas de los ángeles progenitores que abrieron caminos.
Que allanaron escabrosidades, que vencieron precipicios construyendo puentes.
Que roturaron baldíos para alimentar a sus hijos.
Se marcharon y en la marcha estercolaron las flores del campo santo.
Ellos fueron pioneros en el primer y duro mundo.
Ellos fueron los visionarios del hoy que es más suyo que nuestro.
Que allanaron escabrosidades, que vencieron precipicios construyendo puentes.
Que roturaron baldíos para alimentar a sus hijos.
Se marcharon y en la marcha estercolaron las flores del campo santo.
Ellos fueron pioneros en el primer y duro mundo.
Ellos fueron los visionarios del hoy que es más suyo que nuestro.
Cerdas abrigadas
Aspirantes a reinas.
Reinas aspirantes.
Titiriteras de barracas.
Ratas pelonas vulgares, mondas y sin pieles..
Lechuzas, tiparracas que sin estilo roban pellejos de zorra.
Para abrigadas en lo ajeno presumir.
Circo hueco, de cabezas huecas.
Reinas aspirantes.
Titiriteras de barracas.
Ratas pelonas vulgares, mondas y sin pieles..
Lechuzas, tiparracas que sin estilo roban pellejos de zorra.
Para abrigadas en lo ajeno presumir.
Circo hueco, de cabezas huecas.
Feliz en todas partes
A algunos les persigue la catástrofe, a mi me persigue la dicha.
Feliz en todas partes, feliz en cualquier parte.
En la guerra, en el campo de batalla de cuerpos sin ángeles.
Leo la vida en positivo, leo los designios a la luz de mi Dios.
Dolor para curtirme en la esperanza, dolor para saber donde crecer.
Es mi dicha vivir sin colisionar, andar esquivando tropiezos.
Feliz en todas partes, feliz en cualquier parte.
En la guerra, en el campo de batalla de cuerpos sin ángeles.
Leo la vida en positivo, leo los designios a la luz de mi Dios.
Dolor para curtirme en la esperanza, dolor para saber donde crecer.
Es mi dicha vivir sin colisionar, andar esquivando tropiezos.
Ostracismo
Etiquetas contradictorias.
Entre frentes.
Acusado en contradicción.
En ensañamiento.
Cobardía para eliminarme.
Intentos por aislarme.
Intentos de anularme.
De enquistarme en la cárcel del ostracismo.
Entre frentes.
Acusado en contradicción.
En ensañamiento.
Cobardía para eliminarme.
Intentos por aislarme.
Intentos de anularme.
De enquistarme en la cárcel del ostracismo.
La isla de la privación
Tiempo de recato y de pocas joyas.
Sí, son pocas las alhajas que se salvaron de la quema.
Son pocos los placeres que tras la guerra han quedado.
Diezma la crisis los ahorros de la bonanza.
Desaparece el color de los días de sol.
Y aflora el punto de no retorno.
Isla incomunicada y desierta donde habita la privación.
Sí, son pocas las alhajas que se salvaron de la quema.
Son pocos los placeres que tras la guerra han quedado.
Diezma la crisis los ahorros de la bonanza.
Desaparece el color de los días de sol.
Y aflora el punto de no retorno.
Isla incomunicada y desierta donde habita la privación.
Doblan las campanas en la interminable lluvia
En las lluvias y neblinas plomizas, retumban lentas las campanas de muertos.
Morir en el frío invierno, en el interminable llanto celeste.
Orines de postrimerías que todo lo anegan.
Huele el aire a leña para sacar la humedad de las casas.
Huele a despoblación el pueblo.
Corren veloces los ríos de las calles.
Los segundos de luz se escapan cortos, sin ser saboreados.
Clama la tormenta, la ausencia y claman los perros que quedan huérfanos, sin que nadie los ampare.
Se nos mojará el corazón, se nos mojará la cabeza, por el camino de los panteones del verdín, del musgo, del liquen.
Morir en el frío invierno, en el interminable llanto celeste.
Orines de postrimerías que todo lo anegan.
Huele el aire a leña para sacar la humedad de las casas.
Huele a despoblación el pueblo.
Corren veloces los ríos de las calles.
Los segundos de luz se escapan cortos, sin ser saboreados.
Clama la tormenta, la ausencia y claman los perros que quedan huérfanos, sin que nadie los ampare.
Se nos mojará el corazón, se nos mojará la cabeza, por el camino de los panteones del verdín, del musgo, del liquen.
lunes, 10 de febrero de 2014
Venimos del mono
Olvidamos fácilmente de donde venimos.
Nos perdemos en ese olvido en el donde vamos.
Necios que venimos del mono.
Monos que hacia el burro vamos.
Nos perdemos en ese olvido en el donde vamos.
Necios que venimos del mono.
Monos que hacia el burro vamos.
Sacio en sueños mi hambre
El largo itinerario de la expedición de los besos.
Zozobra mi buque en la sequía de caricias.
Amantes líquidos que se escapan de mis manos.
Y rápidamente el suelo los absorbe.
Evapora el viento el olor de mi amante.
Liquida la urgencia el compromiso.
Desnuda el tiempo mi frente.
Duerme rendida mi cabeza en mi hombro.
Y sacio en sueños mi hambre.
Zozobra mi buque en la sequía de caricias.
Amantes líquidos que se escapan de mis manos.
Y rápidamente el suelo los absorbe.
Evapora el viento el olor de mi amante.
Liquida la urgencia el compromiso.
Desnuda el tiempo mi frente.
Duerme rendida mi cabeza en mi hombro.
Y sacio en sueños mi hambre.
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