miércoles, 12 de marzo de 2014

Las fuentes de los verderones

Mañana entre alcornoques que se duelen de las lanzadas del pirómano.
Mundo de portillos y colonizadoras zarzas.
De linderos enemigos que en el dolor de la inferioridad secan nogales.
Manos de envidia que salan con frustración las fuentes claras donde beben los verderones.

Siluetas que duelen

Camino entre siluetas, perfiles bajos.
Dibujos sucios, flores secas.
Saboteadores de alturas en la más extrema de las bajuras.
Provincia de luces obsolescentes.
Instantes de amores no correspondidos que duelen.

martes, 11 de marzo de 2014

La ignorada valía

Que metas tan altas consigue el servil.
Que de cumbres corona el ser más vil.
Como el lamer erosiona la base de la soberbia corona.
Rinde el burdo en la adulación, lo que nunca alcanza la valía.
Rodeados de escombros, rodeados de morralla.
Se paga muy bien a quien no proyecta sombra.
Lo que el tesón nunca consigue.
El tesón de la ignorada valía.

lunes, 10 de marzo de 2014

Indómitos y pródigos cabestros

Altivez implacable de indómitos cabestros.
Carne de nuestra carne sazonada con prodigalidad.
Empapado en el temor a lo cercano.
A los hermanos que ansían libre disposición y mejora. 
Legítimos que todo lo quieren en su legítima.

domingo, 9 de marzo de 2014

Cárceles de zarzas


Siniestras destrezas de pregoneros.
Cola de filas que suben a la cumbre como espuma, destrozando mansos corderos.
Alimañas dañinas que aderezan medias verdades, con tropeles de calumnias.
Difusores de vidas ajenas, porque la ramplona y propia nada da, nada rinde.
Sombras de actos inexistentes, sombras diabólicas, de urdidores de cárceles de zarzas.


La finita eternidad

El resto de la noche y el resto de nuestras vidas.
Son los limites una lona que nos ampara en el infinito que no nos atrevemos a tener.
Tierra fresca que no queremos rendir y disfrutar.
Conversación que nos zambulle en el océano del amor y la calma.
Dejaré que me dispares al corazón para en la muerte eterna formar parte de tu tierra.

El escaparate


Uno se quema muy rápido en el escaparate.
La racionalización del éxito.
Hace que no se rinda el fruto efímero.
Que el dolor de la obsolescencia no llegue.

Rey de la caridad

No olvidar es no volver a tropezar.
Solo los fantásticos atraviesan los desiertos sin signos de fatiga.
Es el llanto interior designio de rey de la caridad.
Sentiré tu frió y te haré creer que hace calor.

sábado, 8 de marzo de 2014

La claridad

Veleidades de día de sol.
De hortensias de primavera en invierno.
De trinos infinitos en la claridad que invita a vivir.
Patio de vida, de sabanas secas al sol que seca mi alma.

Ínfulas de palacio real

Con un sofisticado punto muy vulgar, caminando por la pasarela de la vida.
Alaridos de impostura, de chupa de eskay, de tacones chinos, de azul metálico de hambre.
Ese es el sino de la pordiosera de caricias.
Caricias a hurtadillas.
Robadas a padres aburridos de la misma mesa, con el mismo mantel.
Vicio de ajadas y apuntaladas ruinas que hacen creer que fueron acabadas, consagradas y abandonadas en el más álgido de los esplendores. 
Ilusiones de gallinero con ínfulas de palacio real.

viernes, 7 de marzo de 2014

Yemas de roble

El estrecho puente que une cordura y sin razón.
Lagrimas de necedad, de inútil y recompuesta ruina.
Yemas de roble abortadas por una tardía helada.
El duende de lo fácil y vulgar.
Hambre de cielo, saciada en el más vulgar de los infiernos.

Las fisuras del tropiezo

Siempre hay fisuras en la certeza.
Toda estelar presencia provoca sombras.
Hasta Dios escribe torcido.
Como no sentir el tropiezo como parte de mi trayecto.
Como no sentir las fisuras del tropiezo.
No existe la talla perfecta.
Y la luz más potente provoca ceguera.

miércoles, 5 de marzo de 2014

La heredada cólera

Derrotas presentes de guerras pasadas.
En el nieto te cobraras la inquina al abuelo.
Llega tarde, pero llega injusta. 
En la mente de la fiera cólera todo vale.  
Enfermo de ira, ira de herencia.
Pisas con soberbia en acto de revancha.
Necio que atesoras odio. 
Incapaz de hacer rendir talento.

Cuaresma

Cenizas. sardinas y pecados veniales.
Con restos de polvos de arroz y carmín de puñeta.
Comienzo el llanto del entierro.
Corrillos de plañideras que cuentan corridas.
Aguardiente para el trago amargo del desierto.
Ciclo de hambre, de hambre de pobre.

Entre cenizas

El sabor de la piel de un volcán.
Lavas que queman mis labios.
Calor que busco y persigo.
Riesgo en la súbita erupción.
Placer en la noche. 
En la tormenta de cenizas. 
En la que el deseo nada ve.