Si hubiera prosperado el incendio, sería la claridad un alivio de luto en estas escarpadas crestas.
Huyo de la tristeza y me cargo de rutinas que en su esclavitud me impiden pensar.
Si fuera ciego que de lagrimas dejaría de ver, dejaría de llorar.
No vivo solo y con ello cargo, con la pena del otro que me empapa y entumece como si fuera mía.
Lastima que la cara valentía no esté a mi alcance, para armado con ella librar la última batalla y descansar en el cementerio del valle.
Son espinas tus quejas, son llagas en mi cuerpo tu sangre.
Soy niño acurrucado y triste que siente el grito como gélido viento de inhóspita cumbre.
martes, 18 de marzo de 2014
domingo, 16 de marzo de 2014
El sillar caido
Tendido sobre el gran cuarzo lechoso.
Esperando la luna nueva.
Las raíces de la incipiente primavera.
Busco la asimetría del sillar caído.
El mal acomodo del sillar desechado.
Plenitud en el muro de mampuesto.
En la noche cerrada te buscaré sitio.
Hueco en el muro de los perfectos.
Pero hoy noche de luz.
Danzarás conmigo escabroso.
Y nos regocijaremos en el placer del callejón de los sillares torcidos.
Esperando la luna nueva.
Las raíces de la incipiente primavera.
Busco la asimetría del sillar caído.
El mal acomodo del sillar desechado.
Plenitud en el muro de mampuesto.
En la noche cerrada te buscaré sitio.
Hueco en el muro de los perfectos.
Pero hoy noche de luz.
Danzarás conmigo escabroso.
Y nos regocijaremos en el placer del callejón de los sillares torcidos.
Ya llego la cigüeña
Ya llegaron las cigüeñas pateñas para reinar en lo alto de las torres y las peñas.
Ya llegaron para furtivas acarrear detritos de progreso al campanario.
Plásticos, lonas, telas y cuerdas para anudar el estandarte de nuestros campos escombreras.
Ya hondea en la torre el cortinón ajado y el crespón de luto, de un monte sucio obra de un humano necio y desalmado.
Ya llego la cigüeña a airear el dolor del bienestar y toda su estela de miserias.
Ya llegaron para furtivas acarrear detritos de progreso al campanario.
Plásticos, lonas, telas y cuerdas para anudar el estandarte de nuestros campos escombreras.
Ya hondea en la torre el cortinón ajado y el crespón de luto, de un monte sucio obra de un humano necio y desalmado.
Ya llego la cigüeña a airear el dolor del bienestar y toda su estela de miserias.
sábado, 15 de marzo de 2014
El circo del deseo
Un golpe de trueno en el pecho.
Un relámpago de ceguera de fascinación.
Un temblor en la mano.
Y el picor en la garganta que me impide decir, te amo.
Que complicados son los pasos en los precipicios.
En el alambre del circo del inarticulado deseo.
Un relámpago de ceguera de fascinación.
Un temblor en la mano.
Y el picor en la garganta que me impide decir, te amo.
Que complicados son los pasos en los precipicios.
En el alambre del circo del inarticulado deseo.
No peca quien sobre la mancha pone luz
Se ofenden las sombras porque no irradian luz.
Pataletas de gorilas que traen consigo la niebla.
No ofende quien retrata, no peca quien sobre la mancha pone luz.
Pataletas de gorilas que traen consigo la niebla.
No ofende quien retrata, no peca quien sobre la mancha pone luz.
Microherido
Es la microviolencia, intima, privada, sin marca.
Alfileres en el corazón. pequeños pinchazos por los que se sangra poco, pero se sangra.
El pequeño daño hunde grandes navíos.
Pero los hunde sin que nadie se percate que el navío estaba herido.
Llora y grita como si te mataran si estas siendo microherido.
Alfileres en el corazón. pequeños pinchazos por los que se sangra poco, pero se sangra.
El pequeño daño hunde grandes navíos.
Pero los hunde sin que nadie se percate que el navío estaba herido.
Llora y grita como si te mataran si estas siendo microherido.
Viajes de luz
Sol que no quieres irte a dormir, cuanto te quiero.
Sol que secas colores de invierno y pintas con flores los secos charcos.
Sol de tarde dorada y de urracas que capturan brillos para adornar su nido.
Una semana de sol, una semana de circo y de viajes de luz.
Sol que secas colores de invierno y pintas con flores los secos charcos.
Sol de tarde dorada y de urracas que capturan brillos para adornar su nido.
Una semana de sol, una semana de circo y de viajes de luz.
De arlequín funambulista
Yemas de dedos progenitores que en la caricia modelan cuerpos.
Sollozos que en el color se duermen.
Me destrozaré las uñas arañando el blanco de ausencia.
Domando la fiera herida que en rojo violento dibuja sonrisas.
Voluptuoso carmín de ángel circense.
De arlequín funambulista que con paciencia sobre un alambre vence abismos de conflictos.
Son ojos de océano, azules de ultramar, los que dicen que en mi no habita la cólera.
Sollozos que en el color se duermen.
Me destrozaré las uñas arañando el blanco de ausencia.
Domando la fiera herida que en rojo violento dibuja sonrisas.
Voluptuoso carmín de ángel circense.
De arlequín funambulista que con paciencia sobre un alambre vence abismos de conflictos.
Son ojos de océano, azules de ultramar, los que dicen que en mi no habita la cólera.
viernes, 14 de marzo de 2014
En lo romo del mar
No me esconderé en el silencio.
No sellaré mis labios con un beso de Judas.
Brotan los robles de mi sangre.
Tierra que araron los míos.
Sarpullido de color nacido de las fértiles lagrimas de invierno.
Seré un niño grande y valiente.
Aunque no se lo que voy a encontrar en lo romo del mar, no me callaré.
No sellaré mis labios con un beso de Judas.
Brotan los robles de mi sangre.
Tierra que araron los míos.
Sarpullido de color nacido de las fértiles lagrimas de invierno.
Seré un niño grande y valiente.
Aunque no se lo que voy a encontrar en lo romo del mar, no me callaré.
jueves, 13 de marzo de 2014
Marchitarse en la maleza
El dolor de marchitarse entre maleza.
En los largos días de viento.
En los entierros de otros.
En los bares que huelen a lluvia y a puchero.
En los largos días de viento.
En los entierros de otros.
En los bares que huelen a lluvia y a puchero.
Sed de ti
Es mi libertad estar a unos pocos metros de ti.
Eres mi epicentro, eres el magnético planeta entorno al que voluntariamente giro.
Norte de caricias, horizonte de besos.
Mañanas de almíbar y día de eterna sed, sed de ti.
Eres mi epicentro, eres el magnético planeta entorno al que voluntariamente giro.
Norte de caricias, horizonte de besos.
Mañanas de almíbar y día de eterna sed, sed de ti.
La coraza del miedo
La coraza del miedo, del miedo a perder.
Del miedo a que vean nuestro blando interior.
A que vean que somos vulnerables y en nuestras entrañas late un corazón indefenso.
Coraza que hace torpe el afecto, que hace torpe e insípido el amor.
Por un amor rendido y sin coraza, de puertas abiertas hasta el rincón más intimo del salón.
Amor de entrega y luz, donde sobre nada hay sombra, donde el defecto y falta también están a la luz.
Del miedo a que vean nuestro blando interior.
A que vean que somos vulnerables y en nuestras entrañas late un corazón indefenso.
Coraza que hace torpe el afecto, que hace torpe e insípido el amor.
Por un amor rendido y sin coraza, de puertas abiertas hasta el rincón más intimo del salón.
Amor de entrega y luz, donde sobre nada hay sombra, donde el defecto y falta también están a la luz.
Morir es los pueblos hoy
Funesta procesión entre rayos de sol.
Entre trinos que nada hacen pues mueren sofocados en el clamor de campanas.
Corujas de último instante, corte de malas hijas y de raleas estridentes de aculturados vástagos.
Llantos remedados en el desmantelamiento de los nimios tesoros de un pobre hogar.
Filas de orugas procesionarias, toxicas, artificiales, faltas de estética y ética, de tacto y gloria.
Coronas baratas de urgencia, raquíticas de belleza, raquíticas en el sentir, raquíticas en el aprecio y la honra.
Bandas de lucimiento y de barrabasadas dictadas por la incultura y la poca vida social que hace de la muerte un chismoso festejo.
Entre trinos que nada hacen pues mueren sofocados en el clamor de campanas.
Corujas de último instante, corte de malas hijas y de raleas estridentes de aculturados vástagos.
Llantos remedados en el desmantelamiento de los nimios tesoros de un pobre hogar.
Filas de orugas procesionarias, toxicas, artificiales, faltas de estética y ética, de tacto y gloria.
Coronas baratas de urgencia, raquíticas de belleza, raquíticas en el sentir, raquíticas en el aprecio y la honra.
Bandas de lucimiento y de barrabasadas dictadas por la incultura y la poca vida social que hace de la muerte un chismoso festejo.
miércoles, 12 de marzo de 2014
Besos que nada colmatan
Son irregulares los besos del traidor.
Las caricias del que con caricias plata persigue.
No te supe ver, no te supe calar.
Me empapo tu engaño y hoy lloro en la llanura.
La llanura que impone la tabula rasa.
Cimentación de estafa que avoca el derribo.
Que impone la perdida de solidez por la desconfianza.
Besos que no colmatan, caricias en las que nada fragua.
Las caricias del que con caricias plata persigue.
No te supe ver, no te supe calar.
Me empapo tu engaño y hoy lloro en la llanura.
La llanura que impone la tabula rasa.
Cimentación de estafa que avoca el derribo.
Que impone la perdida de solidez por la desconfianza.
Besos que no colmatan, caricias en las que nada fragua.
La raíz de mi ser
Es mi desaliño bandera de libertad.
Libertad de hojas renovadas de roble.
Cansancio de días intensos.
De soles de belleza en la raíz de mi ser.
Tierra de olivos que mueren dando vida.
Caminos de cabras por los que no te sigue la oportunista zorra.
Libertad de hojas renovadas de roble.
Cansancio de días intensos.
De soles de belleza en la raíz de mi ser.
Tierra de olivos que mueren dando vida.
Caminos de cabras por los que no te sigue la oportunista zorra.
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