lunes, 12 de mayo de 2014

Huele el aire a resina

Huele el aire a resina. 
Cuando el cuerpo del amado. 
Pierde el peso de un colibrí.
Huele a recién talado roble.
A lagrimas que caen sobre seca tierra.
Huele a su última bocanada de aire.
Huele al humo de la apagada mecha.
Huele a vuelo.
A ventolera de duelo.
Huele a sudario.
A manoseadas cuentas de negro rosario.
Huele a ligero y bello sigue caminando, pero ahora sin mi.

Ya no persigo nada

Ya no persigo nada.
Porque todo lo que perseguí me fue negado.
Me alimento en los recodos.
Sacio mi hambre con lo que la corriente abandona.
Alivio mi necesidad con los cuerpos que como yo buscan la calma.
Aguas domadas de cerrado meandro.
Hoces someras donde descansando espero mi eterno descanso.

Son mis reinos en los que reinas

Es mi mano la que corona tu testa.
Son mis reinos en los que reinas.
Reinos prestados.
Reinos que reclaman de su rey cuidados.
Amaras a tu reino sobre todas las cosas.
Está en mi mano derrocarte.
Está en ti si te pesa la corona abdicar y exiliarte.
Reinos que excluyen.
Reinos excluyentes.

Tu éxtasis no es obra mía

Son de humo tus sonrisas tras la medianoche de alcohol.
Son tus palabras aros inconsistentes que se desmembrar en el viciado aire de la noche.
Besos de neón y hambre que darás tras las libaciones a cualquiera.
Amas en la urgencia al próximo haciéndole sentir que es tu rey.
Como creerte si tu éxtasis no es obra mía.

La monetaria virtud

Trastornos que etiquetamos como diversión.
Trastornos aplaudidos por el ansioso mercado.
¿Qué es ya el fiel? Si nada fiel ya marca.
Espejos que replican lo que el trastornado quiere.
Cápsulas de placebo.
Pan duro para el hambre atrasada del bobo.
Te venderé la salida al precipicio como la puerta de la gloria.
Haré de tu infierno mi cielo.
Abonaré tu vulgaridad para cosechar en ella mi monetaria virtud.

domingo, 11 de mayo de 2014

Locas veletas

Agónica es la vida de la mente de vapor.
Bulle febril.
Trama enferma.
Urde histérica.
Insatisfecha.
Intranquila.
Inquieta.
Locas veletas de los vientos del irrefrenable pensar.
Devanadoras de enredos.
Enredadoras de hilos de multicolores ideas.
Maquinas veloces con un norte dispar.

Suave amor que en la noche busca la aspereza

Hay cosas que no se pueden compartir.
Hay cosas que ignoramos que compartimos.
Hay cosas que debemos ocultar que estamos compartiendo.
En exclusividad. 
En falsa exclusiva.
Nos atamos y en la trastienda nos desatamos. 
Porque a los pastos a los que queremos circunscribirnos no nos satisfacen tanto. 
Sino de excluyentes amores.  
Sino de nada excluyentes amantes.
En la galería a un amo solo nos debemos.
Y en el descampado o en la ruina a muchos cuerpos a deshoras nos entregamos.
Manzanas de fachada impecable que si las giras tienen la trasera por la clandestinidad roída.
Suave amor que en la noche busca la aspereza.


El infinito no ser

Nada es insustituible.
Nada deja de funcionar si alguien se ausenta.
Somos mampuesto en vulgares muros.
Somos vulgares muros de mampuesto.
Calamitoso es nuestro engreimiento.
Calamitoso es el fin cuando lo decide la Parca.
La vida permite presencia.
La muerte abre la puerta a la eterna ausencia.
Ser es muy finito frente al infinito no ser.

Síndrome de herido Narciso

Mendigo la caridad de quien me quiera escuchar.
Chapoteo en el turbio estanque del silencio.
Como no gritar, si es la única forma de encontrar el reflejo de mi alma en el claro lago.
Síndrome de herido Narciso.
De bella flor que en el igual, su belleza quiere gozar.
Busco el par.
La mano idéntica en suavidad y gracia que acaricie mis ojos cerrados.
Busco denodadamente sentirme en ti, belleza especular y valida.
Torre que proyecta la misma sombra que mi torre.
Sima de dolor que se duele en lo mismo que mi herida sima.
Llaga que sangra con la misma sangre azul que mi llaga.
Figura que solapa sin fisuras mi soberbia figura.
Amor anhelo mio, calco de mi tormento, calco de mi tormenta.
Grito en este desierto porque te quiero ver, sentir, querer, besar, comer.
Vivo pensando en devorarte, vivo pensando estrecharte con el mismo abrazo estrangulador de reciprocidad que sé que cuando tu me veas a mi me darás.

El siguiente cádaver

Cuando se tarda en llegar.
Cuando no se alcanza la meta.
Cuando la fuerza se ahoga en la duda.
Cuando las premisas se inquietan.
Pilares para el edificio que se agrieta.
Para poner freno a los empujes de la ruina.
No es la meta un camino propio.
Es un camino con mucho transito.
Es un ir y venir de zancadillas.
Rivales que en el lado sucio compiten.
Competidores que en el atajo nos adelantan.
Adelantados que siembran de clavos el camino.
No solo lucha mi fuerza por avanzar sino también por conservar el avance.
Hoy cerraré los ojos para no ver cadáveres en la cuneta.
Mañana me veré obligado a volverlos a abrir porque no quiero ser el siguiente cadáver.

Etiquetar no es dogma de fe

Alteraré el orden de la sustancia sin que se sustancie ningún orden.
Renglones que jamas se escribirán, cuentas que nunca daré.
Se firman contratos en las barracas.
Se ignora a los firmantes en los salones.
Cual es la razón de la polaridad.
Qué justifica el estanco sur, el estanco norte. 
Ningún designio es eterno.
Ni lo estanco es incorrupto.
Ni lo expuesto es corruptible.
Solo tras catar se puede etiquetar.
Pero etiquetar no es dogma de fe.

La nueva Diva

Alas de fuego llevarán al Olimpo a la nueva Diosa.
Híbrido de oro.
Musa del nuevo orden.
Se saltará el pueblo toda la programática.
Y en el campo de minas los clichés se perderán.
Sonará a deja vu, porque en realidad ya lo hemos vivido.
Se agolparán, desfilando por la cámara circular, las sensaciones contradictorias.
Y se colmataran las fisuras del hambre con la arena del circo.
Circo de luz, pero triste circo.
Su cuerpo apenas formado, apenas malformado, subyugará.
Las viejas formulas y sus novísimos éxitos.
Remedo sin concluir de remedar.
Sibila profética de una relatividad triunfante.
Parecer y no ser.
Ser y no parecer.
No terminar de ser. 
No terminar de parecer.
Mil focos harán temblar el orbe.
El orbe nos cegará con la potente luz de los mil focos.
Pescaré en tus aguas para soltar lo pescado en las mías.
Pescarás en las mías para soltar los peces otra vez en las tuyas.
Peces prestados, circo prestado.
Todo presto para que la lengua de fuego de sapiencia al nuevo orden de la nueva Diva.

sábado, 10 de mayo de 2014

Querer no es necesitar

Desgraciados aquellos que quieren vivir en todas partes.
Y en el loco empeño no viven en ninguna.
Mi sangre derrama mi sangre.
Mis dientes muerden mi lengua.
Mi mano frena mi mano.
Ellos me matan y en mis brazos muero.
Vivir es dolor.
Morir es paz.
Querer no es necesitar.
Necesitar es depender.

Neones en la fachada telón

Abundan en los extrarradios los neones en las fachadas telón.
Verticales muros que venden vicio.
Verticales muros que esconden cochineras.
El precio que paga la esclava del hambre del hombre.
Se alternan las salas, se alternan las barras.
Falsos y remostosos mármoles de la media luz.
Pagando por realidades agitadas con sueño.
Cobrando por poner en pie un sueño que agita en la cruda realidad.
Telones para la función más antigua.
Telones para el teatro más burdo.

El trabajo de ser libre

No nacemos esclavos.
Nos esclavizamos.
Nos atamos al cómodo sendero que otros han trazado.
Tira lo rastrero, vendido con lazos de celofán.
Ancla lo vulgar, aclamado como derecho en lugar de como vicio a domar.
No es la libertad un camino de servidumbres.
Ser libre cuesta trabajo.
Es lógico que canse la pendiente del camino a lo alto.
No hay algodones en la escalada.
Ser libre es programar la vigilia.
Ser esclavo es dormir siendo guardado.