martes, 20 de mayo de 2014

El humo de mis días

Suspiros apagados con hondas inspiraciones de humo.
Caladas que obligan a un agrio toser.
Humo que hace reverberar una enferma caja torácica.
Todo se calmará con un caramelo paseado entre los amarillos dientes.
Duele perder, duele ser derrotado, duele y el dolor lleva a abandonarse a la lenta muerte.
El humo de mis días.
El alcohol de mis noches.

Todo un clásico en el teatro clásico

En la lluvia recuerdo mi podrido devenir regado de hostias.
No soportan que tenga cabeza.
No soportan que tenga la cabeza alta.
Ralea de pintoras que no atinan ni a pintarse bien las uñas.
Fulanitas de domingo que nadie se las lleva a casa el lunes.
Vestidas para la ocasión, para desencadenar el fornicio.
Damas de las sombras metálicas.
Señoritas rubia ajadas como cortinas muy expuestas.
Mordidas por la violencia de los amoríos de la noche.
Teatro de filas que hoy estan las primeras.
Teatro de primeras que se han saltado la fila.
Del oriente vengo, al oriente voy.
Oficio de invención, invención de desoficio.
Busconas de mantenedores.
Mantenidas que mientras estuvieron bien. 
Hicieron del ser mantenidas su único oficio.
Todo un clásico.
Dramático final de teatro clásico.

En ampollas salvíficas

Certeros desprecios.
Dardos turbios.
Dedos sucios.
Que infestos hurgan en llagas.
Manosean las lenguas de pudridero. 
El delicado cuerpo que natura creo sin macula.
El rió sucio contamina en segundos al limpio afluente.
En capsulas de cristal. 
En ampollas salvíficas. 
Debe vivir el puro. 
Para evitar corromperse.

Dispares y simultáneos

Son mis pensamientos dispares y simultáneos.
Son mis ideas yuxtapuestas, antagónicas.
Todo convive con todo.
Todo bulle con todo.
Todo  interactúa con todo.
Todo lucha por salir a la vez.
Cielo e infierno, madejas de dos colores liadas e imposibles de desliar.

Abandono de limos

Es mi Dios la palabra clave.
Es mi Dios el tropiezo propicio.
No es el camino marcado.
Es mi vida la caída a tiempo.
Caer a tiempo, propiciando un viraje.
Recodo, meandro de abandono de limos,
No es el camino elegido. 
Son los imponderables del camino.

De almíbar son los ángeles

Es el ejercicio del patán buscar parecidos.
Es el escabroso ejercicio del denostador.
Inquisidores con pieles de corderos.
Solo os fijáis en la cascara amarga. 
Solo estigmatizáis en el teatro reglado.
Ejercicio hipócrita en el que todos entráis.
Hábitos para los que se han habituado en las sombras de las callejas a delinquir.
Delitos consentidos, delincuentes aplaudidos,
Nada es razonable y menos el parecido si no se razona.
Hay tantos que fingen toxicidad para salvase de ser devorados por las aplaudidas fieras.
Cascaras fieras y amargas para proteger el dulzor.
Dulces reos de la comparación.
De almíbar son los ángeles que esta sociedad al patíbulo lleva.

lunes, 19 de mayo de 2014

La graja amiga

Adoro a los cuervo.
Graja que traerá a mi ventana la funesta noticia. 
Que en mis íntimos sueños le he pedido.
Que bien sienta el luto cuando es elegido.
Que daño hace el negro cuando es tormento sentido.

Lucimiento para arañar

Mentir a sabiendas.
Sabedores de que mienten.
Son mis amigos secretos.
Son secretos mis amigos.
Son tan secretos que ni ellos saben que amigos míos son.
Amigos de postín.
Amigos muy prebostes.
Vínculos inexistentes.
Vínculos de mentiras.
Vínculos de secreta verdad.
Lucimiento para arañar.
Arañazos para lucir.

La lanzada de Longinos

Bochorno de tormenta que en torrencialidad se extingue.
Se seca el suelo entre la algarada de trinos.
Se pierde el sol entre los ramajes del bosque.
Desangrándose tras la lanzada de Longinos.
Borracho crepúsculo de gloria y adiós.

Presente y recuerdo

Por el camino de los calcinados eucaliptos.
Que como esperpénticos gigantes ya no paran ninguna epidemia.
Sombras ahumadas que no termina de vencer el rayo.
Cuarteado y viejo asfalto flanqueado de zarzas.
Siento un profundo extrañamiento y estoy aquí sin estar.
Intento solapar mi recuerdo con lo que ahora veo y muy poco coincide.
Se ha evaporado tanta belleza.
Se ha instalado en el paisaje tanta desidia.
Que tengo ganas de marcharme otra vez.

domingo, 18 de mayo de 2014

Abrazados a la venganza

Abrazados a la venganza.
Abrazados a la tea de brea.
Abrazando el peor de los ideales.
Abrazados al peor de los odios.
Abrazando al hermano con un abrazo mortal.
Incendia el alma del ingenio el desalmado incendiario.
Arde la calle como yesca seca.
Pavesas que hacen gris el día, la noche.
Humo negro que hace irrespirable el viciado aire.

Te veo ya en aroma

Te baña la luz de almíbar de la tarde.
Dorada y huidiza caricia de día que se duerme.
Se va la luz que mordía tu belleza.  
Y viene la noche que en la corta distancia me fuerza a valorarte.
Te veo ya en aroma, en esencia, en la corta distancia del deseado beso.
Sabor de almíbar. 
Estrellas de estrenada noche.

Quien no tiene llave a la puerta llama

Donde no llega el talento llega el descaro.
No es el ingenioso el que más puertas abre.
Es la osadía del carente de pudor.
Es el atrevimiento del que no tiene llave, pero a la puerta llama.
El mundo no es del tímido.
Es mundo es de la ignorancia lanzada.

Los que hoy levantan el pulgar

No olvides amigo amante.
Que tras la pleamar viene la bajamar.
No olvides que toda riqueza es caduca.
Todos los que te arroparon te dejarán desnudo al pie de los caballos.
Es el aplauso una inercia, un gesto mimético.
Solo razonan tres, pero marcan la pauta de la marea los que nada razonan.
Los que hoy levantan el pulgar, mañana sin complicaciones lo bajarán.

Mayo, las flores y las garrapatas

Mayo de flores y sol.
De verdes pastos.
Mayo de garrapatas.
Todo no es bueno.
Todo no es elevado.
Siempre hay algo que le baja el tono y el nivel.
Ya están aquí las garrapatas, quizás nunca se hayan ido.
Ellas, su fealdad y su estela de daños.
Infestos parásitos que agazapados en la verde hierba, esperan el momento para asirse y chupar.
Todo es un deja vu, me suena a mi mundo real, no al campo, si no a los trepas que pueblan sobre todo este valle de vacuidad.