jueves, 5 de junio de 2014

Besos que saben a borrasca

Me mira el cielo como me miran tus ojos.
Telón azul que oculta tormentas.
Infortunio de nubes de abierto corazón.
Rinde al oro el cuchillo de hojalata.
Rinde al soberano el alfil cercano.
La debilidad de la caridad.
La ofuscación del deseo.
Caros besos que saben a borrasca.
Manos de tormenta que me erizan la piel.
Ciudadela que abre sus puertas, porque así lo demanda la mirada de azul.
Tus labios de relámpago me pedirán.
Y yo rápido como un rayo todo lo haré.

miércoles, 4 de junio de 2014

Incendiar la claridad

Soliviantan sus discursos los que pretenden resucitar periodos idealizados.
Periodos que nada tuvieron de ideales.
Periodos que buscaron la guerra.
Periodos en los que los que creyeron ganar perdieron.
Sombría es la posibilidad de desandar lo andado.
Buscan los dementes, incautos soldados nacidos en la desinstrucción.
Nacidos en las lagunas educacionales. 
Nacidos en la fantasía sesgada de la historia inventada y sectaria.
Que difícil es aprehender la verdad en los libros a los que les han arrancado la mitad de las paginas
Buscan en el envarbascar y en la revoltura ejercito.   
Buscan tropa, turba, muchedumbre que arrase con los cristales de las calles.
Que incendien la claridad y llenen de asfixiante humo de rencor el bulevar de las acacias.

Civilización anegada por el lodo

Entre toros alados que torean los ángeles.
Entre historiadores que prometen diluvios.
Entre vestidos de luz que levitan sobre el lodo.
Entre contrapoderes, entre contraplanos.
Nos agarramos a clavos ardiendo, pero por cuanto tiempo.
Sin menoscabo para los seres brillantes, se necesitan expertos para tipificar falsos.
Quizás seamos una nueva civilización anegada por los lodos.

Buscando la sombra a las tres

Buscando la sombra a las tres.
Buscando sombra para tres.
Buscando sentarme a la sombra.
Con mi yo presente.
Con mi yo pasado.
Con mi yo futuro.
Buscando atinar con la sombra.
Buscando un entente para escribir bien mi presente.
Buscando mis renglones futuros.
Buscando hilarlos con mis renglones pasados.
Pasado continuo.
Presente continuo.
En el futuro todo lo que no se corrige continua.

La cautela duerme a mi lado

Te llevo marcado a hierro en mi frente.
El amor no se borra.
El tiempo a veces difumina los contornos de la cauterización.
Pero la perenne cautela duerme a mi lado.
Haciendo trió con todos mis siguientes amantes.

Midiendo el firme

Siempre planean las sombras.
Nunca el firmamento es claro.
Horizonte en el que hay que desenmarañar estragos.
Mirando el paso dado.
Midiendo el firme del paso a dar.
Derribar es un segundo.
Construir siglos, años.
Las sombras de Eróstrato vuelan en círculos.

Gamellas

Expertos en romper vajillas.
Caras porcelanas que ni estiman, ni han sudado.
Todos terminaremos comiendo en el suelo.
Demagogos populistas que vendéis gamellas.
Las gamellas del falso progreso.
No todos nacen para las primeras filas.
Las primeras filas no están hechas para todos los nacidos.
Hay quien nace para parasitar.
Hay quien nace para soportar parásitos.

martes, 3 de junio de 2014

Satelites

Satélites, que como moscones entorno a ti orbitan.
Nubes de pelotas, aduladores de oficio.
Tener un manojo de llaves eso atrae.
Serviles trepas.
Corredores que tras la estela del que vence al aire avanzan.
Agazapados traidores que en la desdicha nunca te acompañan.

El humano sublima

Sentencias que saben a miel.
Castigos que nos hacen alcanzar la gloria.
En el libre albedrío solo el caos prospera.
Solo si a la túnica anudas el cíngulo marcaras cintura.
Es en la negación donde se doma el espíritu del triunfador.
Es en el ceñirse a las reglas del juego donde se mide el campeón.
El animal satisface.
El humano sublima. 


Me zahiero con los besos que llevan tu carmín

Me lastimo en la extraña tersura.
Me zahiero en la belleza de las barras de luz azul.
Me zambullo en el sueño del olvido, olvidando que eres el referente de la comparación.
Manos que te remedan, manos a las que suplico que te remeden.
Besos, sin tus labios, llevando tu carmín.
Es en los duermevela cuando más me desvanezco.
Y creo estar con quien ya no estoy.

lunes, 2 de junio de 2014

Cain


Temo la quijada de asno.
Temo  sobre todo al que la empuñará.

La corriente imperante

Un canto se hace rodado no por propia voluntad, si no por que lo arrastra y acaricia un rió.
Vida que domas y pules.
Vida que obligas y fuerzas a estar en un cauce, a vivir en un río.
Nacemos en la torrencialidad, entre caricias domadoras de agua.
Nacemos en sociedad.
Nacemos insertos en una imperante corriente.
Nacemos para ser domados o nadar contracorriente.

Los buitres vuelan en circulo

Los buitres no se cansan de volar en círculos.
Porque saben que tarde o temprano seremos cadáveres.
Incapaces de ultrajar en vida esperan a la muerte.
Sucia calaña de denostadores.
Tribu inmunda que buscan la victoria en la renuncia.
En la batalla del último suspiro.
Batalla que el buitre sabe de antemano, tenemos perdida.

El vulgar chapado electrolítico

No somos metales que podamos ser refundidos.
Con el cuño con el que nacemos, morimos.
No nos hace más valiosos el vulgar chapado electrolítico.
Monedas apreciadas.
Monedas despreciadas.
Monedas ignoradas.
Que nada cuentan.
Que ni se cuentan. 
Calderilla.
Nada se trasmuta y ningún alquimista convierte níquel en oro.
En esencia, nada cambia su sustancia o sustancialmente nada cambia.
La moneda que te ha arruinado la vida hoy. 
Si le das otra oportunidad te la volverá a arruinar mañana.

La exposición de las coronas

Es un laberinto el destino.
De golpe en una pared se abre una puerta que trastoca el futuro.
Uno a veces puede eligir la disposición de los vanos.
Pero la mayor parte de las veces, son los vanos los que eligen nuestra disposición.
Caminos de coronas de espinas.
Caminos de coronas de plomo.
Encrucijadas en las que se burlan de nuestra corona.
Burlas que se acallaran al vernos regiamente coronados.
Altísimos puestos que conllevan altísimas responsabilidades.
Pesadas y bellas coronas que son brillo y tortura.
Expuestas primeras filas de esforzado estar, de correcto ser.
Criticadas primeras filas, por los sin fila, por los desclasificados, por los que revuelven el río para atinar a cambiar el modo del actual estado.