miércoles, 16 de julio de 2014

Lo que al sol repruebo

Busco la niebla para perderme.
Busco la noche para en ella a oscuras satisfacer el vicio que al sol repruebo.
Soy una sabandija brillante.
Soy una alimaña que busca el brillo.
Pido lo que no doy.
Proclamo lo que no cumplo.

Herida rociada de sal

Enfrentando días.
Enfrentando afrentas.
Enfrentado el agravio.
El daño elidido.
Y en el elidir, justificado.
El daño no nombrado.
Porque lo que no tiene nombre no existe.
Más existe el cañonazo en mi pecho.
Existe la rendida muralla.
Talud de desordenados mampuestos.
Días de afrentas que borran. 
Para más herir.
Para más dañar.
Dañar en el silencio.
Como duele la herida rociada de sal.
Y que no podemos curar, ni su dolor gritar.

martes, 15 de julio de 2014

Desnuda de carne.

Se amordazan las bocas no compradas.
Las bocas llenas de verdad que plantan batalla a la acicalada calumnia.
Facinerosos que candando las palabras, favorecen el arraigo de la cizaña.
Prevenidos debemos estar los hombres ante los tufos del falso incienso.
Altares de barro, ídolos de barro.
Arena en las alas del cuervo que asiendo una pulida calavera sobrevuela el valle.
Desnuda de carne, desnuda de vida, desnuda de tiempo.

Por causalidad y por finalidad

Con el nuevo orden, ordeno y mando.
Parias de clase alta, jugando a decir paridas.
Mover la silla, promover un cambio, instaurar un nuevo orden.
Uno nuevo para ordenar y dar las ordenes,
Los ríos nunca bajan revueltos por casualidad.
Bajan revueltos por causalidad y por finalidad.
El mundo tiende al caos y los ordenes son siempre de parte.
De parte a parte benefician a una sola parte.
Caladero clientelar, caladero de compadreo, camarilla de mangantes.
solo sé que lo poco que sé, es que unos pocos agitan el cauce, echan la red y disfrutan de la desbandada y del festín.
No creo ya en nada y en el desinterés del interesado nada creo.


Sin bilocación, sin ubicuidad


Descanso en el lecho de polvo reseco.
Nimbado por una corona de marros lechosos.
Por cielo el bello dosel del follaje del soberbio roble.
Me siento ceniza, sin haber sido incinerado.
Siento como se escapa mi materia.
Siento como se escapa mi energía.
Que toma nuevas formas.
El capricho del todo se aprovecha, nada se derrocha.
Angosta es mi vereda.
Angosta es mi huella.
La huella de mis días.
La huella de mis horas.
Soy porque dejo de ser. 
Y en mis renuncias soy.
Soy los caminos no andados, las puertas sin cruzar.
Infinito es lo no elegido.
Muy corto y finito lo vivido.
Vida de renuncias que atormenta aun siendo ceniza.
Todo no se puede ser, solo un camino puedes seguir.
Sin bilocación, sin don de la ubicuidad, pobremente puedo vivir.
Solo me salva leer y escribir.
En la imaginación multiplico mis vidas, multiplico las puerta.

Sueño que soy, soy sueño

Sueño con raíces que me atenazan.
Sueño que tengo los pies de plomo.
Sueño que tengo las manos de barro.
Sueño que no puedo girar las enormes llaves.
Sueño que me siento incapacitado para elijar la puerta de la epístola o la del evangelio.
Sueño que me agarroto en la nave central.
Sueño que mi Dios no cree mis escusas.
Sueño que no me creo mis mentiras.
Sueño que quiero ser quien no soy.
Sueño que soy el que no quiere ser.
Pesada carda de ser pensante.
Pesada carga de febril pensamiento.
Soy son ser.
Y siendo no soy.
Soy constructo.
Soy aberrante devaneo de hilos que devano y se desdevanan.
Soy sueño despierto.
Soy un hombre despierto que con tormentos sueña.

lunes, 14 de julio de 2014

La calidad de la culpa

Pesadumbre derivada de las cargas.
Cargos que generan pesadumbre.
Las lagrimas de los logros.
Los altos logros del valle de lagrimas.
Con las manos vacías nos vamos.
Sin cargos partimos.
Pero la carga de errores.
Al otro mundo sí acarreamos.
El castigo se sustancia con respecto a la calidad de la culpa.

La obediencia es forzada

La libertad es natural.
La obediencia forzosa.
Ser rebelde es originaria semilla de cabra que tira al monte.
Ser libérrimo solo es posible en espacios estancos y en soledad.
Convivir genera domar rebeldía, domar a la cabra.
El ser natural no tiene cabida en el mundo donde se solapan esferas.
Esferas de libertad que chocan y rozan.
Esferas de libertad que en el obedecer reglamentos se mutilan mínimamente.
Se mutilan con acuerdos.
Se mutilan para construir enjambres.
Se mutilar para amarse.
Se mutilan para proyectos grandiosos.
Obedecer es forzado.
Pero la obediencia construye.
Y la desobediencia derriba.

Es improductivo conversar con cadáveres

Se pude hablar con los muertos.
Es necesario conversar con los muertos.
Tenemos que aprender de los muertos.
De sus dramas.
De el pasado inamovible y estanco.
Andamiaje con el que construir el presente. 
El hoy vivo,
El hoy de los vivos.
Se puede hablar con los muertos.
Pero es improductivo conversar con cadáveres.

Los placeres basicos

Estándares que discriminan.
Robot manejados entre siniestras bambalinas.
¿Cómo funcionan las cosas?
¿Cómo se agrían los vinos?
Sociedad de eventos.
De hogueras de vanidades.
Desfiles para la zonación.
Decantar para poder satisfacer y controlar.
Os adormeceré en la satisfacción de los placeres básicos.
Os adormeceré dejándoos pensar lo mínimo.

El caudal imperante

Si fuera por poder podría.
Si fuera por querer querría.
No solo es el ansia y la gallardía.
No solo son las ganas y la valía.
Es la calle, la vía.
Transitar entre gente, con sus ánimos y desánimos.
Con sus vítores y escarnios.
No se nada igual con el rió a favor.
Que nadando contra el animo imperante del caudal del río. 

domingo, 13 de julio de 2014

Vivo en un duermevela

La belleza no entiende de colores.
Solo sabe que tiene que levantarse temprano.
Madrugar con el bullir de las ideas de los sueños.
Gemas que en los cuerpos bellos si no las materializas, solo duran el instante efímero del amanecer.
Rescoldos de tormenta que apagara la monótona realidad.
Quien escribe nunca despierta, nunca profundamente duerme.
Vive en un duermevela para presto en su cuaderno poder revivir y anotar.

Los trenes del amor

No hay amores indecentes.
Solo hay indecentes cegados por el amor.
El libre albedrío de los trenes del amor.

El calor de los rayos del alba

Busca el deseo el bello amanecer.
Sabedor de que este no repara en él.
Lo busca para comprarlo, única forma de poseerlo.
Fiesta de vanidades de senectud.
Fiebre que solo se aplaca en los charcos.
Nubla la razón la calentura.
El calor de los rayos del alba.
Belleza nívea que nadie tocó.
Alma mía recobra tu calma.
Que las campanas ya están doblando por ti.

sábado, 12 de julio de 2014

Se nos rompió el amor

Ha flores que nacen marchitas.
Hay amores que nacen muertos.
Como podría retenerte, si soy incapaz de contenerte.
Como podría amarte, si soy incapaz de imaginarte.
Se nos rompió el amor sin haber llegado a usarlo.