jueves, 18 de septiembre de 2014

En un puño me cabe el corazón

Me cabe en un puño el corazón.
Tengo el corazón en un puño.
En vilo, esperando que me beses antes de marcharte.
Con el rostro enrojecido espero tras mi traición tu perdón.
Un segundo de joven sabor.
Hace que se tambalee la que creía que era mi eterna torre.

Terciopelo crispado

Olas verdosas de color bronce.
Cañonazos de tempestad sobre la herida roca.
Espuma de brava sal.
Emborracha el olor a pescado.
Acaricia la lamida arena.
Terciopelo crispado de vivo mar.

Malentendidos

Malentendidos, lecturas erróneas.
No todos los caminos llevan a Roma.
El amor es el comienzo de todos los caminos.
Desamparado está el que le augurios con pobre luz.
Luna menguante que creemos que crece.
Lenguas que confunden.
Confundido por las lenguas.
No creo en el susurro, pero tampoco en el grito.
Creo en las palabras de frente que salen a la vez de la boca y de los ojos.

Los limos del llano

La torrencialidad modela el paisaje.
Las desgracias modelan el alma.
Se erosiona la cumbre.
Se llena de limos el llano.

Sin reino, pero con súbditos

El amor no tiene reino.
Pero si tiene súbditos.

¿Tu que sudas?

La gente instruida suda belleza.
La gente que bebe belleza transpira belleza.

La focalización

A un pastor le preocupa la perdida de una de sus ovejas.
Pero una vez perdida se vuelve a centrar en el rebaño.
En la multitud puedes focalizar la atención un segundo.
Pero perdido el interés y la focalización se pasa a ser multitud sin concreto interés.

La verdad

La verdad para algunos es una piedra y no son capaces ni de masticarla. ni de digerirla. Es complicado decir la verdad aunque por favor te la pidan, no somos como queremos vemos, y no asumimos como nos ven; ser y actuar.

Los cauces de los ríos

Los ríos salvo que se les encauce, eligen el cauce de la debilidad.
Seres fácilmente atropellables.
Corrientes que al débil van a atropellar.

La venganza nunca es ipso facto

Las deudas no pueden caer en saco roto, deben ser apuntadas, y se debe buscar el momento del cobro. La venganza es un mecanismo de defensa, donde la agresividad, domada por la inteligencia se embalsa y contiene para soltarla como riada en la sorpresa, en la indefensión y el olvido de la cuenta pendiente. Como una guerra de guerrillas, hay cosas que no deben ser cobradas ipso facto, si no que se deben dejar agriar, para que sea más virulento el cobro.

El viento solo frena si está en contra, nunca cuando cursa a favor

Si se permite rodar por la ladera de lodo una banal bola.
Termina convertida en una arrolladora y mortal avalancha.
Los problemas en pendiente no se dejan para mañana.
No se dejan porque todo en pendiente rueda, y en el rodar crecen.
Hoy tormenta y mañana drama y tormento.
La inacción tiene un amplio prospecto que detalla sus múltiples contraindicaciones. 


miércoles, 17 de septiembre de 2014

Mi moral

Siento plúmbeas las manos.
Atadas por mi conciencia.
He mamado no matar.
He mamado no robar.
He mamado construir.
Pesa demasiado el recuerdo de azabache.
La letanía de oro.
El jaspe y el berilo de la oración de las noches.
Sobre mi cabeza un purgatorio lleno de almas.
Y yo tras contarlas.
Pedía individualmente por cada una de ellas.
De nada me arrepiento y todo lo que he mamado encumbro.
Mi moral ata mis manos para el delito.
Pero desata todo mi ser para dar amor.

Que no tenga día

Hay cosas que no importa que vayan mal.
Que no es grave que se estropeen.
Que no importa que dejen de ser.
Hay cosas que no son necesarias y no lo sabemos.
No todo es sumar, restar también está bien.
Es bello el gris.
Son útiles los días grises.
Son validos los baches negros.
No hay que buscar la perfección.
Hay que pulir lo imperfecto.
Que las metas sean altas.
Pero que no tengan día.
Que la vida sea caminar sin pausa.
Caminar sin pausa hacia la alta meta.

EBOLA

La efectividad de lo simple.
Lo compleja que es la batalla para poder vencerle.
Organismos elementales que usan en función propia, la complejidad del otro.
Pandemias que se propagan mortiferamente si nadie las para.
Es el virus tan resistente, tan extenuante.
Virus de nombres temibles.
Vencidos en la unión de fuerzas.
Unamonos y venzamos al atroz simple.
Al dolor que provoca la muerte en manos de virulento EBOLA.

Por las manos

Por las manos comienza el verdadero amor.
Por las manos que dan.
Por la caricia que sana.
Por las manos que estrechan los lazos necesarios para amar.