lunes, 24 de noviembre de 2014

Es un negocio matar, es un negocio dejar morir

Luces de la muerte.
Luces para orientar la partida.
Fastos de luminarias para el fingido dolor.
No es lo mismo caer en los brazos de la muerte.
Que unas manos te estrangulen y despeñen.
Muerto por las manos de la intriga.
Intrigados por saber en las manos en las que has muerto.
Hay almas que se acercan a consolar.
Hay traidores que traen el desconsuelo.
Catafalcos de duelo.
Falsos dolidos que lloran al lado del catafalco.
La muerte a alguien siempre aprovecha.
Siempre alguien de tu muerte saca provecho.
Es un negocio matar.
Matando se hacen muchos negocios.
 

Irsia Carolain Sprimbol

" No he nacido para ser corte, ni para desfilar en las procesiones, soy perfume que huye del popurrí de olores de la plaza, a solas a nadie velo, a solas nadie me vela, no solo soy soberbia, también tengo en mi casa salones más cálidos."

domingo, 23 de noviembre de 2014

De caimanes

Es áspera la piel de los caimanes.
Áspera como el dolor de sus dentelladas.
Idealiza el amor a las fieras e incluso justifica la amputación.

Ámate

Como te acaricia tu mano, nadie te acariciará.
Acaríciate sin medida, acaricíate sin medir.
Quiérete, deséate, acéptate.
Repétate, con el respeto sagrado que merece la obra de tus manos.
Porque eres obra tuya, de tus sueños y tus desvelos.
De tus concesiones y de tus privaciones.
Ámate, ensálzate, exígete.
Ama como te amas sin esperar contraprestación.
Se consigue el verdadero amor, no con el acto de pedir, si no con el gesto de dar..


Lineas

No son las lineas de la mano las que escriben nuestras catastrofes.
Son los malos sentimientos alineados, los que hacen que naufraguen nuestros días.
Negros torrentes que confluyen, que afluyen, cauces que con tanto caudal se desencauzan. 
El organismo se resiente con tanta negatividad, con tanto borbotón de envidia.
No tiene lógica derribar, cuando derribar en el terreno de otro, no implica construir en el nuestro.
El orden no es exportable, pero la suspicacia siempre es susceptible de empeorar.
Lineas y alineados planetas que marcarán la fecha para zozobrar.

.

Transeúntes

Son muy pocos los que son, sin el aval del contexto.
El transeúnte tiene, en un espacio, camino que muda constantemente, un valor intrínseco o extrínsecamente cambiante.
Valores de inmersión.
Valores de emersión. 
Plantas aerobias.
Plantas que no necesitan tener raíz.
Sin bienes raíces.
Caminando como porvenir.
Inquietos e insatisfechos seres que necesitan cambiar para vivir.
Nos tilda tanto el contexto, que cambiando de contexto huimos de ser tildados por él.

Castillos de naipes prestados

Soy un hacedor de castillos de naipes prestados.
De lagos de lagrimas enjugadas mientras escuchaba las penas de otros.
Vivo viviendo mi vida y la de los demás.
La vida rica y densa de los que se cruzan conmigo, y me hablan y se escuchan llorar.
Construyo cercar y altas murallas, como tapias de jardín del edén.
Para que no las salte el ladrón de alegrías, ni las esquive en altura la graja negra de las alas de tristeza.
Tapias de nieves perpetuas, que impiden el desanimo y animan el tesón.
Castillos de sillares prestados, puentes por los que fluya el consuelo y la risa de las contadas alegrías.
Soy un constructor de alianzas, de ententes y acuerdos, de sociedades sin lucro, cuyo único fin, es el amplificar el eco de la risa en el protegido jardín.
Soy todo lo que puedo y de lo que puedo doy.
Por eso cojo prestado, porque ya nada tengo y hasta lo prestado doy.

Colmenas de falaz individualidad

Vivimos vidas contiguas, paralelas, que se solapan, aunque solo sea en el escuchar el ruido que hace el placer en la vida del otro.
Derribamos unos muros para levantar otros, olvidando que hasta los más anchos muros tienen su permeabilidad.
Escuchamos las agonías, las risas, los despertares y los pasos del vecino.
Sentimos en el aire el olor de la tristeza.
Sentimos en la distancia, a pesar de la mar océana, la suavidad de una piel que solo vemos en el mundo virtual.
No existe la estanqueidad aunque nos aislemos del ruido del dolor y del ajeno placer, en  un oasis de mismidad.

El herido es un naufrago

Escribe palabras, que no es el aire el que se las lleva, se las lleva el igual.
Palabras hojas de otoño, de color de oro que vuelan al corazón.
Al bálsamo del corazón del amigo.
Al bálsamo que con caricias nos dará el amigo, para que restañen las heridas de nuestro corazón.
El herido es un naufrago que escribe mensajes, para sanar su dolor.

Irsia Carolain Sprimbol

Con los mimbres de nuestro interior hacemos el cesto con el que recogemos los frutos que nos depara vivir. Somos templos, solo vemos lo que en el interior tenemos............. quien vive en tinieblas solo ve tinieblas.

De verde café

El amor es una escorrentía de desvelador café.
Se posaron tus ojos sobre mi y soy un insomne.
Eres el origen de mis desvelos.
Eres la razón que me impide dormir.
Urdo la conquista de tus estanque.
Urdo como hacerme con todo tu ser.
Tramo en mis desvelos infinitos.
Que tienen su origen en tus ojos de verde café. 

sábado, 22 de noviembre de 2014

Dos diestras

Me traiciona la lateralidad.
Y me muevo en una sola orilla.
Hombres con dos diestras.
Pulgares que solo apuntan al corazón.
Muy disléxico para regirme en los dos reinos.
Muy leal para servir a dos señores.

Sin pulso

Me tiemblan las manos ante la soledad que viene.
Ante el repicar constante de las campanadas de perdidas.
Ante este invierno demográfico.
Ante la pobreza intelectual de los electos.
Ante la tortura que se avecina, con los que los pronósticos dicen que van a venir.
Sin pulso se mueren las rosas heladas en el desatendido jardín.

Ya hace frío

Es un ventisquero el salón de las tristezas.
El salón de los perdidos.
Se entumecen los sillones en los arribados fríos.
Y lloran las llagas de las losas de granito.
Llego ya el tiempo que entumece.
El tiempo donde muchos se despiden en el viaje sin vuelta.
Hace frío en la sala de los portaretratos que impiden el olvido.

Las tortuosas facciones de las tuertas almas

Nada estropea más la belleza que fruncir el ceño.
Ceños fruncidos y patéticamente planchados.
Quitarse años en algunos es entrar en la jocosa senda del payasismo.
Malas artes son las que agrían el ceño.
Son las tormentas de la envidia las que retuercen nuestra faz y nuestras entrañas.
Ser rubia, no aclara el alma, solo suaviza unas tortuosas facciones, que nacen porque se tiene tuerta el alma.