viernes, 20 de marzo de 2015

Interposiciones

Nada de forma perenne está oculto, solo transitoriamente está eclipsado.
Todos sabemos lo que nos anula, todos sabemos lo que nos potencia.
Interposiciones momentáneas, interposiciones que consentimos ad aeternum.

jueves, 19 de marzo de 2015

Mirada de perro fiel

Tengo mirada de perro fiel.
Pero con la confianza quebrantada por el llanto.
He llorada con las patadas del amigo.
Con los puntapiés de a quien yo fervoroso amor profesaba.
La traición en el fiel hace estragos. 
Pero no borra el brillo del amor leal.

Vergüenza

La vergüenza es un vulgar complejo, que siente el inferior al no poder empatizar con otras formas de vida tan interesantes y validas como la propia. 
Respeto es el sentimiento del superior por todo lo que le es ajeno, pero siente como valido para otros.

Cuando los padres se pierden

Los padres se pierden, para habitar en nuestro mundo interior, donde nada muere y se hace instantánea eterna, guiándonos desde la cabina del alma, desde el recuerdo que se deshilacha pero nunca, nunca se desvanece. Los amores perdidos se encuentran en el cielo de nuestro enorme corazón.

Sabe mi mano

Mi mano sabe querer, consentir y mimar.
Mi mano sabe de muerdos. de muerdos de desagradecidos.
Sabe tanto mi mano que no quiere dejar de pensar que al desagradecido a base de caricias se le puede cambiar.
Mano generosa de destrezas, que se guarda de los zarpazos de la siniestra.

Salvado o inexistente

El tiempo no mejora las cosas, las cosas buenas resisten el tiempo. 
El destino de nada entiende, pero es fácil salvar lo que se abarca, subyuga y comprende.

miércoles, 18 de marzo de 2015

La sombra al sol

El placer busca la sombra.
La sombra para calmar el calor.
Reyes dorados.
Bellas presencias que se encienden el sol.

Con los hilos segados

Llamados por las palomas de la última paz.
Muñecas rotas esparcidas por el campo de contienda. 
Marionetas con los hilos segados a las que el destino ya no hará bailar.
Sueño eterno del que nadie nos despertará.

Mis dedos el aire peinan

Si cogieras mis manos sentirías mi pulso.
Sentirías el fervor de mi sangre.
Sentirías como curte mi palma el sudor.
Como mis manos lloran por el requisado esfuerzo.
Como siento el clamor del camarada de invierno.
Si cogieras mis manos sentirías mi cuna y mi dura cama.
Sentirías mi frugal mesa.
Sentirías mi áspera caricia.
Sentirías mi ademan.
Y el aire frió que mis dedos peinan.

Amanerados

El bello amaneramiento.
El curtido amanerado.
El despreciable todo lo enloda.
El malhechor al bello envidia.
Somos lo que poseemos.
Somos todo el ajuar de delicadezas que atesoramos.
Rendimos con los talentos.
Conservamos con las maneras.
Caminos que muchos emprenden.
Metas a las que pocos llegan.

El artificio del simple

Descorazonado porque no escondo mi corazón.
Porque no escondo mis heridas.
Sin velos está mi alma.
Sin baluartes mi casa.
Adarves abiertos sin tropas, ni armas.
Testa muy alta pero muy expuesta a testarazos.
Hay objetivos que los vemos cerca aunque realmente están muy lejos.
Blancos lejanos que no alejados.
No se rinde al fácil, si no al simple que con artificio nos lo pone difícil.

Por el amor de un rey

Te amo como mi igual y porque eres mi igual te amo.
Solo acaricio a los espejos, en los espejos de tristeza me acaricio.
Son mis llagas mi tarea, me cuido y lamo a solas.
Difícil parangonarse, encontrar un arco con las mismas fisuras.
Cuerdas que frotadas lloran y punzadas claman.
Clamor que rompe como un gemido el vaho del desierto en el que me olvido.
Sacrifico peones, torres y alfiles y vendo a mi reina por el amor de un rey.

Beben del llanto

Que calamitosa es la llovizna y su plúmbeo aroma.
Se achica el sosiego, se hace angosto el valle.
Brota la parra entre mohos de deshilachado invierno.
Entre hijos que no han visto la benevolencia del padre.
Entumecido tras las rejas, tras los cristales.
Atado por el calor de las brasas veo llover.
Veo como la vida bebe del llanto para florecer de nuevo.

De restos y pocos arestos

Hablamos por los demás con excesiva gratuidad. 
Criticamos las obras de otros con gratuita envidia cainita.
Somos burdos expertos en traspiés ajenos.
Y sin embargo a pesar de lo próximo de nuestros traspiés, no los vemos.
Todo puede estar mal, pero para el envidioso necio, nada está bien.

Condurar polvora

Hay que reservar pólvora.
Tenemos que tener presente la traca final.
Escritos a dos manos donde sin desfallecer no nos debe temblar el pulso.
Para dinamitar el punte.
Para volar la plaza.
Con las mínimas reservas.
Con el corazón bunquerizado.
Tormentas deshilachadas.
Que aunque llegan torpes.
Llegan cuando estamos menguados.
Desfallecidos, esquilmados.