lunes, 15 de junio de 2015

Nimio

"Demasiados frentes para tan poca afrenta. Trato lo nimio como importante y al importante le hago ver como es de nimio."
Irsia Carolain Sprimbol

Pastores perdidos

No solo se pierden ovejas, también en la espesura del monte se pierden pastores.
Seducidos por las sombras, cautivados por el mundo sombrío.
No está en las primeras filas la gloria.
Pastores perdidos que pierden al rebaño.
Que se fían del lobo para guardar el aprisco.
El mundo no tiene puertas, pero hay pastores que cierran la puerta de la casa de Dios. 
A las ovejas que creen perdidas, a los ángeles que dan por caídos.
No se es equidistante con el traicionado y el traidor.
No se acaricia al lobo y se abandona a la oveja.
ROMA no paga traidores, ni perdona no cercar al pecado, para dejar claro el camino de la salvación.
Sin umbral está la casa de la ensangrentada, de la despellejadora de gacelas, de corceles alados, de ángeles que tienes clase sin que les toque el EURMILLÓN.

domingo, 14 de junio de 2015

Salvajes

Tienen filo mis palabras.
Son verbos afilados.
Dardos que dan en rojo.
Capote de torear trileros.
Manchada por un periodo perdido.
Rostro hinchado de mal dormida por urdir tragedias.
Papo, buche, odre de odio e inquina.
Cortan mis palabras el tocino.
Cortan el velo que tapa el paripé de decencia.
Demasiadas filas, demasiados frentes.
Ladrones de lana que han salido trasquilados.
Cortan mis palabras el viento, hálito helado de boca de piraña.
Se ve retratado el buitre en el texto que habla de carroña.
Hiede el encanallamiento de las calles.
Sembrado por la bajeza de vuestras rastreras manos.

Sin tronío

Se trenzan las calamidades.
En los ensortijados rubios de potasa.
Culebrean los adornos de calamina.
Son sinsabores de las manos del culero. 
Craquelada estima de convidados al olvido. 
El jaco que reza a la guadaña.
Convergen en la plaza los nervios sin doma.
Los odios que atan a un pueblo que sin futuro se deshilacha.
La comparsa de carrilanos que niegan el tren del progreso a una sierra agónica.
Se acicala el pelo la indecencia, sentada sin tronío en la primera fila del velorio.
Anquilostomas que anemizan la caridad.
                                                 

Entumecido

Hay cosas peores que la muerte.
Vivir entumecido por estar infinitamente triste.

Textos abiertos

Que daño hacen los texto abiertos.
Cárceles sin rejas que nos hacen sentir delincuentes.
Cuando creíamos que estaba tapado nuestro delito.
Charcos donde al leerlos se ve reflejada nuestra enlodada cara.

El corazón de Jesús

No hay nada más imperfecto que aquel que se cree perfecto.
Ser arrogante no es digno del que dice seguir al Corazón de Jesús.
Dios no perdona en la necedad.
Y es de necios ser arrogante y confundir la parte con el todo y sacudirse la basura de parte, lanzándola al todo.
A ti critico y no a la iglesia, pues esa iglesia que tu para ti te arrogas, también soy yo.
Tibio que se duele con tan nimias CHINAS.
Tibio que se arrima a lo que más tizna.
Y olvida que el perdón al hermano es un gesto de parte.
Te arrimas al que ofende y le haces creer que es el ofendido.
Santa Teresa de Calcuta era pequeña pero muy inteligente.
Era consciente de que parte debía estar.
Era consciente de que no se escarnia a nadie en la casa de Dios.
Era consciente de que si no se pide, no se da el perdón.
El púlpito no es tibio, y el que desde el platica, no debe dolerse, si no arrepentirse de sus pecados y no diluir su culpa en el común.
Has obrado mal y lo sabes y ten claro que te lo haré saber.
Es una corriente muy fea creerse con superioridad moral.
Dios lee mis renglones, pero también tus pensamientos.
Yo digo lo que pienso, creo que tu piensas muchas cosas que no dices.
No mancha el sincero, mancha el que miente y se miente.


Cicateramente braman

Me castañetean los dientes en este frío de amanecer de asalto.
En esta resaca de chusma, de circo y de hienas.
En este almizclado aroma sórdido.
La cara abofeteada de la loca vestida de sangre.
La fetidez de su aliento de azufre.
Sus envestidas de chafardera.
Que poco calor tiene su alcoba cuando se desfoga sola.
Azuzados en los vulgares espasmos de un oleaje de ruido y notas mal leídas.
Explicaciones no pedidas a observaciones no hechas.
Se percibe canguelo, olor a diarrea, ante el pánico que provoca el que sabe leer.
Se vapulea a las victimas diciendo de ellas cicateramente que son verdugos.
Y los reales verdugos se duelen del fracaso de su treta y se hacen las victimas.
Mundo de rasposos que como jauría braman.

viernes, 12 de junio de 2015

El púlpito pide fiereza

Si supieras todo lo que sé, me temerías.
Para haberte roído las entrañas un cáncer, mira que tienes estomago.
Mira que desde tu lugar de preeminencia poco o nada haces.
Tragaderas que denotan poca fe y mucha tibieza.
Que fácil espera el perdón el que con saña ha zaherido.
El toro corniveleto que busca el indulto para volver y volver a arremeter.
Púlpitos de frases huecas, de vocecita apagada que rinde en falsaria delicadeza.
Temo al toro manso, cabestro sagrado.
Temo las esquilas de las bombas del silencio, del dejar pasar, del no enfrentarse, ni afrontar nada.
Vacío donde crece el acoso y campan libres las manos enharinadas que empujar al calumniado al suicidio.
Casa de todos y de Dios, que solo está abierta para el chalaneo de unos cuantos.
Cantoras de gorigoris que despellejan cuando está ausente, a la altiva Pantoja y a su rubia y pija madre.
Nada está escrito y los finales suelen ser inesperados y sorprendentes.
Quizás sea tu patíbulo el altar y tu soga el cíngulo.

jueves, 11 de junio de 2015

Curas tibios a los que vomita Dios

La equidistancia con facilidad cae en el absurdo.
En el nada cristiano absurdo.
No existe la equidistancia entre victima y verdugo.
El cristiano se aleja del verdugo y acompaña y arropa a la victima.
El que hace lo contrario, ni es cristiano, ni es justo.
No se es equidistante, ni tibio, ni absurdo, ni se cae en lo abstracto.
A la hora de retratarse condenando el delito.

No cae del cielo el perdón

Perdonar es gesto imposible sin resarcimiento.
Sin expiar la culpa, sin subsanar el daño.
No cae del cielo el perdón, cae del esfuerzo de compensar el daño. 
Penitencias que no son Avemarías,
Si no desmentidos en plaza publica.
Como propagadas en plaza publica fueron las calumnias.
Como esparcida al viento fue la cizaña del delito.

El penco y su vulgar calderilla

Corre veloz la risa nerviosa.
Corre golosa la raposa.
Corre indecente con calumnias entre sus dientes.
Por las calles de trasera.
Por las puertas principales.
Por los arrabales, por los corrales.
Cínicos que esputan mentiras sin morderse la lengua bífida con los molares.
Por la sacristía, por las filas cantoras que despellejan corderos.
Que fácil la torpe cierra el circulo y estrangula al cordero inocente.
Y agasaja con falsete al curita tolete.
Y cierra filas de infamia ante el cordero místico.
Nada elevada es su estrategia.
Pero rinde en la treta a los tontos.
A los que deslumbran sus vulgares bagatelas.
Calderilla de pueblo.
De pueblo que venera a la vulgar calderilla.
Al penco que brilla cargado de miserable pacotilla.

Es el color aliado de la vejez

"Es el color aliado de la vejez, porque la vejez decolora belleza, porque el tiempo muerde violento el rosa intenso de mis labios de fresa."
Irsia Carolain Sprimbol

Cristales de ventisca

Caleidoscopio de maravillas son los cristales en la ventisca.
Puentes de luz hacia el mundo de las musarañas.
Corceles locos que trotan sobre las nubes.
Terminaran en la pira las liras de los Nerones.
Los contoneos de las Salomes que ciegan barones.
Tras los destellos están las lagrimas.
Están las bambalinas.
Las tristes horas de disgustos de las princesas.
Está en la recamara el pañuelo que enjuga el llanto.
El llanto de las mirradas sentidas, principales y bellas.

Torridez

Untuoso es el placer en el cálido vergel de helechos.
A la sombra húmeda de las doce.
Cuando la torridez forma pequeños ríos de impaciencia.
Que corren veloces refrescando tu pecho.
Fino dulzor de sudor de calor, amor y sal.
Es mi boca una ametralladora de besos.
Que no deja sin herir un centímetro de tu piel.