Colisiona la nostalgia con el sol.
Con la claridad que no borra desdichas.
Desventuras de débil infante.
Inclemente sombra de acuífero de ausencias.
No es la grandeza genial, es corona de avispero.
Es tribulación expuesta al vituperio.
Es afligida plegaria en la sala de los plenos.
No emociona obrar cruelmente.
No emociona urdir estrategias para acorralar la zahína zorra.
Naipes tramposos, reyes marcados para hacer trampas.
sábado, 11 de julio de 2015
jueves, 9 de julio de 2015
La raquítica sombra de la parra
Algarabía ensordecedora de agapornis.
Que remedan con su pesadez a la chicharra.
Bajo la parra,soportando el nubarrón de pesadas moscas.
No es agosto pero como si lo fuera.
Calor fiera que me cansa con su fatigosa calentura.
Se evaporan los chascos en las lanchas y nada se aplaca y refresca.
Quema mi planta el granito y entorpece mi alma la desidia.
Día de tábanos y ruidos sin armonía bajo la raquítica sombra de la parra.
Que remedan con su pesadez a la chicharra.
Bajo la parra,soportando el nubarrón de pesadas moscas.
No es agosto pero como si lo fuera.
Calor fiera que me cansa con su fatigosa calentura.
Se evaporan los chascos en las lanchas y nada se aplaca y refresca.
Quema mi planta el granito y entorpece mi alma la desidia.
Día de tábanos y ruidos sin armonía bajo la raquítica sombra de la parra.
Patibularias
Como no desordenarse ante la cerrazón de las patibularias.
Ante las damas de la sangre y la calceta.
Ante las que aprietan los cordeles que estrangulan.
Sin poder tragar o tragando quina.
Deseando dormir el sueño al que me precipita la mano injusta.
Ante las damas de la sangre y la calceta.
Ante las que aprietan los cordeles que estrangulan.
Sin poder tragar o tragando quina.
Deseando dormir el sueño al que me precipita la mano injusta.
Farallón de los vencejos
Con la ceguera del hambre.
En el torrente desarraigo.
Encadenando exilios.
Es la laxitud mi limbo.
La belleza del despojo.
Después del festín de los buitres.
No temas mi mano áspera.
Curtida en la escalada del precipicio.
Talud de mis envidias.
Farallón de los vencejos.
En el torrente desarraigo.
Encadenando exilios.
Es la laxitud mi limbo.
La belleza del despojo.
Después del festín de los buitres.
No temas mi mano áspera.
Curtida en la escalada del precipicio.
Talud de mis envidias.
Farallón de los vencejos.
miércoles, 8 de julio de 2015
Sin bocado
Desbocado, que no abocado.
Sin bozal, que no dando bocados.
Sin correa, aunque siendo consciente de que ser libre, es estar escasamente atado.
Sin orejeras.
Campo libre.
Campo por el campo que en el exilio libertad me permite.
Sin bozal, que no dando bocados.
Sin correa, aunque siendo consciente de que ser libre, es estar escasamente atado.
Sin orejeras.
Campo libre.
Campo por el campo que en el exilio libertad me permite.
De sencilla lectura
"No se puede dar si no se tiene.
Primero llenarse, para después compartirse.
Disfruta conmigo, que no disfrutando a mi costa."
Irsia Carolain Sprimbol
Primero llenarse, para después compartirse.
Disfruta conmigo, que no disfrutando a mi costa."
Irsia Carolain Sprimbol
martes, 7 de julio de 2015
Ezequiel Bazaga Silva
A veces pensamos que los padres estrictos tienen duro el corazón, y es todo lo contrario lo tienen muy blandito, lo tienen de algodón, lo tienen enorme, como una casa de pueblo, como una casa de las de antes, con muchas alcobas para que se queden a dormir todos, para que todos los hijos pasen los veranos juntos.
Esos eran los padres de antes, los padres que se nos van marchando al cielo, eran padres serios, casi ariscos, aunque en el fondo bajo esa imagen de dominar la situación, pidieran en la cocina ayuda a mamá.
Papa era así, un recio hombre de los de antes que se derretía por una caricia pero no estaba enseñado a pedirla.
Hombre de mundo pequeño, de mundo pequeño habitado por sus hijos, por su esposa, mundo cálido de fuego y leña, mundo donde lo importante era que sus hijos tuvieran todas las necesidades cubiertas.
Como era de bonito ese mundo pequeño, la mesa donde comíamos todos, lo sencillo y rico que sabia todo en ese jardín donde nos amaban con locura, haciéndose los serios.
Papá era un muy buen hombre, que daba mucho y pedía muy poco, y se fue así como vivió, sin ruido, pidiéndonos que no le olvidáramos y que por su partida no debíamos estar tristes.
Esos eran los padres de antes, los padres que se nos van marchando al cielo, eran padres serios, casi ariscos, aunque en el fondo bajo esa imagen de dominar la situación, pidieran en la cocina ayuda a mamá.
Papa era así, un recio hombre de los de antes que se derretía por una caricia pero no estaba enseñado a pedirla.
Hombre de mundo pequeño, de mundo pequeño habitado por sus hijos, por su esposa, mundo cálido de fuego y leña, mundo donde lo importante era que sus hijos tuvieran todas las necesidades cubiertas.
Como era de bonito ese mundo pequeño, la mesa donde comíamos todos, lo sencillo y rico que sabia todo en ese jardín donde nos amaban con locura, haciéndose los serios.
Papá era un muy buen hombre, que daba mucho y pedía muy poco, y se fue así como vivió, sin ruido, pidiéndonos que no le olvidáramos y que por su partida no debíamos estar tristes.
Diógenes
"El que poco necesita, poco debe, poco paga y de nada a nadie rinde cuentas.
Sin cuentas pendientes y sin propagar cuentos, se piensa claro, se habla claro y se vive mejor."
Dervik Tro´men
Sin cuentas pendientes y sin propagar cuentos, se piensa claro, se habla claro y se vive mejor."
Dervik Tro´men
Paramnesia
De principios está el mundo de las intenciones lleno.
De frases que entre florituras y bellos porvenir, no aclaran con certeza donde nos van llevar.
El futuro es un déjà vu, es un bucle maldito del que no es fácil salir.
Adición de elementos que conducen a un único e inexorable resultado.
Querer ir no es llegar y abrazar la utopía no es ni mucho menos un paso en la dirección de alcanzarla.
Siempre pensamos de parte, razonamos de parte, nos movemos por una parte y nuestros bandos son partidarios de un sectario partido.
Y partir es dividir y dividir es restar disfrutes.
No creas que los buenos principios conducen siempre a un buen final.
De frases que entre florituras y bellos porvenir, no aclaran con certeza donde nos van llevar.
El futuro es un déjà vu, es un bucle maldito del que no es fácil salir.
Adición de elementos que conducen a un único e inexorable resultado.
Querer ir no es llegar y abrazar la utopía no es ni mucho menos un paso en la dirección de alcanzarla.
Siempre pensamos de parte, razonamos de parte, nos movemos por una parte y nuestros bandos son partidarios de un sectario partido.
Y partir es dividir y dividir es restar disfrutes.
No creas que los buenos principios conducen siempre a un buen final.
Testarudos
"No se soluciona el caos entrando y saliendo de las estancias, es la permanencia en ellas y el orgullo el que pone orden en la tienda y la trastienda. Testarudos con la testa alta, hartos de tanta mala testa."
Yoransel de Omatog
Yoransel de Omatog
Horror
"Que horror, el que se horroriza de sus tapados horrores, hedor de horrores de nada ventilada zorrera, con nombre falso, todo graznido queda en entre dicho."
Irsia Carolian Sprimbol
Irsia Carolian Sprimbol
Salomón
"La mejor victoria es la del que solo limpiamente sabe vencer, infantes descuartizados para complacer a todos, cuando a todos a la vez es imposible complacer. A veces vence quien entrega intacto el trofeo."
Yoransel de Omatog
Yoransel de Omatog
lunes, 6 de julio de 2015
Pastor de infantes
Pastor de infantes o infante que quiere ser pastor.
Entretenido en encerrar colores en protectores apriscos.
Entretenido en salvar la furia, el brío del cándido niño que se esfuma en el devenir que es quemar primaveras.
Es la gloria un estado de aislamiento, de ensimismamiento, de distancia, sin pudor o con la desvergüenza que da la inconsciencia que proporciona vivir entre naranjos, hierbaluisas y limoneros.
Buscando ser fresco en la frescura, en el sencillo acarreo, en los estanques del iris de quien con pasión me mira.
Hoy soy campo y espiral de rostros, de los rostros de los que conmigo duermen, de los rostros que me velan, de los rostros de mis desvelos.
Entretenido en encerrar colores en protectores apriscos.
Entretenido en salvar la furia, el brío del cándido niño que se esfuma en el devenir que es quemar primaveras.
Es la gloria un estado de aislamiento, de ensimismamiento, de distancia, sin pudor o con la desvergüenza que da la inconsciencia que proporciona vivir entre naranjos, hierbaluisas y limoneros.
Buscando ser fresco en la frescura, en el sencillo acarreo, en los estanques del iris de quien con pasión me mira.
Hoy soy campo y espiral de rostros, de los rostros de los que conmigo duermen, de los rostros que me velan, de los rostros de mis desvelos.
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