Entre olor a pólvora todo ha terminado.
Los estertores de la vida real no son como en las películas.
Nadie muere tan rápido y con muecas tan plásticas.
Es horroroso ver morir a un hombre.
Verlo desangrarse y morir.
En la asfixiante atmósfera de sangre y orín.
No tiene nada de bello e ideal ver como lenta se escapa la vida.
Como lento se va el pulso e invade el cuerpo ya muerto la triste lividez.
No es nada bella la guerra, la inevitable guerra que frena el desorden.
Por eso es tan importante el orden, para evitar a toda costa ver morir.
El desorden siembra odios, riega el rencor, esparce envidias y empuja a los cuerpos jóvenes a matar y a morir.
Muescas de placer.
Deterioro intencionado.
Virados en sepia.
Guiños a un idealizado pasado.
Pasando por alto que solo curte el dolor.
Que no santifica la mueca del placer.
Bellos instantes que son solo teatral hoy de ayer.
"Ella solo hablaba de su mundo, de sus cazuelas, macetas y telarañas.
Solo hablaba del corto cosmos que marcaba la cuerda con la que estaba atada."
Irsia Carolain Sprimbol
La modernidad en ruinas.
Las ruinas del moderno y su modernidad.
Hasta lo novísimo entra en declive.
A veces incluso sin haber sido estrenado.
Sin haber probado fortuna.
Quizás porque es un diseño desafortunado.
Es difícil domar los usos.
Es muy difícil rediseñar lo que con efectividad es usado.
Fachadas telón para espectáculos de miseria.
Circo oficiado por ladrones miserables.
Rateros que han plagado el paisaje de antros grandilocuentes, de buques fantasmas.
No todo es forma.
Porque las formas son guantes que enfundan contenidos.
Diseños para contener.
Que árido es ver formas varadas que nada contienen.
Plomizas atmósferas de pueblo.
Castrantes estanque de infecta uniformidad.
Agobiantes vidas.
Vidas, vividas bajo un agobiante bajo techo.
Bajo techo, que nos niega la verticalidad.
Zigzaguea desde el amanecer la borrasca de los sueños.
Zigzaguea provocando destrozos.
Altísimos ideales que dan tanta sombra.
Es el querer imposible el que frustra el disfrute de lo posible.
El que hace fracasar lo viable.
Sueños de catástrofe.
Sueños imposibles, sueños sin viales.
Mi boca seca por las llamas, guarda silencio.
Depredadores universales.
Universalmente depredados.
Misivas silentes para alertar de tragedias.
Epístolas para propiciar por la guerra imponer la paz.
La paz, palabra rebozada de miel, que encierra los concordatos de la rendición.
No ceja el virus en su afán de infectarnos el alma.
Por eso la paz los mantiene a raya.
Como ningunea la hermosura.
Tirano poderoso.
Sembradora de ermitaños.
De dolidos galantes.
Rodeado de agua, huye el agua de mi boca.
A mi lado el bello amado y sin desear ni siquiera tocarme.
"No soy tendente a seguir tendencias, más bien soy seguida por los bodoques que las generan. Quien dijo comodidad, si es de todos sabido que la comodidad ni es tendencia, ni genera artificio. Ser estrella, es abrasarse en la pira de fulgor que es el cegador brillo. Nada surge de la vagancia, pasarelas de luz, a la luz se le hace pasillo."
Irsia Carolain Sprimbol
Me sugestiono e imagino como se deshincha el paquidermo.
El malsano monstruo que atrae miradas en la pista central
Delirio de fracasados que cifran en él y en las aledañas hambrunas, el nuevo y lucrativo orden de parte.
Filas muy prietas protegen el artificio circense de helio.
Siempre aplauden los envarbascadores las novedades que más envarbascan.
No son nuevos tiempos es el trazo del circulo que al fenecer inicia el bucle.
Demasiados retallados cartuchos por los faraones del rastrero y último imperio.
"La vida tiene zapatos para todas las horma.
Es cuestión de no sentirse molesto por un rechazo.
Porque aunque sea mono un zapato, si te hiere ese no es tu zapato."
Irsia Carolain Sprimbol
Serenidad de león saciado.
Sin hambre no hay perplejidad.
Es la molicie la que anula el asombro.
Tácitamente todo está engendrado.
Sin palabras domina la mirada insolente.
Estelas al socaire del cometa más refulgente.
Valgo más que el agua que desplazo.
No tiene volumen mi verbo.
Y su inmersión aunque agita, ningún desalojo provoca.
No ocupa espacio mi alma.
Y aunque no pesa, potentemente tilda y gravita.
Siento frío cuando la verdad muda.
Siento frío cuando la verdad es mudable.
Sin pilares no existe orbe.
Como nos van a amparar si no existen pilares.
Demasiado fácil para venderlo como aparatoso.
Es el rédito del trabajo ficticio.
Es el rédito de inflaccionar el trabajo.
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