Creo

Creo que lo peor está por llegar.
Creo que será entonces el cianuro la salvación.
Repetir tropiezos no es nada alentador.
Creo aunque no quiero creer, que las clases dirigentes deciden tu clase.
Creo que el poder se perpetua sesgando la cultura.
Creo que todo plan tiene un fin.
Y creo que limitar las elecciones determina poco margen de maniobra.
Planes de educación que sin excelencia solo crean borregos.
Quisiera no creer, pero creo que esto no tendrá un buen fin.
Creo que quien siembra el odio sabe que atemorizando al rebaño se le maneja y conduce mejor.

La tangabraga

Con verdulero sadismo ventila la gruta sin maravillas la baladrona.
La rasurada cárcava en la que solo anida miseria.
En la que se macera el hedor del hambre.
Circo de foca que encaramada en el alfeizar rumia maldades.
Chacha circense que huele a sardinas.
Beoda bodoquera que en el exabrupto reclama caricias para la perra mala.
Escarranchada es su fina pose, con la que luce la sintética tanga braga.

Paraísos

"Son muy frágiles los paraísos, son muy vulnerables a la rapiña de los desalmados."
Irsia Carolain Sprimbol

Victima de los estados

Victima de mis estados
Estados que victimizan.
Doliente fiera que jamás se da por saciada.
Red densa que no deja ni pasar el aire.
El dolor de la confiscación.
El dolor de la victima del afán confiscatorio.
Esclavos de la mediocridad.
Pobres de estado.
Sin triunfo no hay victoria.
Se saquea al que se ha victimizado.
El pueblo que no arranca la cizaña entre el trigo mañana no tendrá pan.

Vías de doble sentido

El tolerante no todo lo tolera.
Al que todo lo entiende siempre hay una espina que se le atraganta.
No es la razón tragaderas.
Pero detrás de toda acción se esconden razones.
Y si la acción solo chirría y no lesiona, tiene más de respetuosa protesta que de ofensa.
Sin fricción no se ahorma nada.
Liquido sinovial para las articulaciones del alma.
Pero si algo bloquea el caminos se dinamita y aparta.

El placer de ser casto

"Sólo el autosuficiente sentirá en sus entrañas a Dios. No soy casto para complacer, sino que siento el placer de ser casto."
Yoransel de Omatog

Mudar

La inteligencia es lo más rápido porque es instinto, 
y el instinto tiene mucho de acto rápido y reflejo. 
Y el tiempo es sabio porque a más tiempo más tropiezos 
y el tropiezo define formas, y marca la evolución y la selección de la mutación.
Dios es lo mas antiguo, porque la selección hace mudar envases pero no el contenido, 
y la creación sujeta a la selección es contenedora de la esencia de Dios.

El que se conoce no muda porque mudar es adaptarse al entorno, y en el cosmos interior salvo las extrínsecas no hay fricciones, nos autolaceramos por intentar adaptarnos al medio, a la norma, conocerse no es mudar es aceptarse. Y crecer en la aceptación.

En el interior a tientas sabemos lo que somos y aun ciegos nos vemos y sentimos, sentimos con que disfrutamos y con que padecemos. Conocerse a uno mismo no golpea, nos golpea conocernos para cambiarnos y parecernos al paradigma aprendido, al paradigma inculcado, al paradigma exterior. Las tensiones siempre son extrínsecas, culturales.

La racionalidad siempre surge de una razón externa. De una inoculada necesidad. Somos mercancía al ser seres gregarios, mercancía que se acicala, pule y se intenta bien vender. El buey solo bien se lame pero si quiere que le laman tiene que pagar, transacciones, que la necesidad superlativa.

Lo volátil vuela

No necesita tarros grandes la esencia.
No se descamisaría la víbora si no creciera.
Pero aun crecida es víbora, porque es contenedora de la misma esencia.
De disquisiciones sobre el tamaño y la forma está el mundo lleno.
Pero en esencia todas las formas volátiles vuelan.

Por conveniencia renuncio a decirlo

En sueños se reprocha a la vida la falta de tino.
El desatino de las horas bajas.
La fiebre del corcel domado.
Las férreas fachadas que nos impiden expandirnos.
Alero protector que guarece vencejos.
No es decirlo, es articular que dirías. 
Y sentir que por conveniencia renuncias a decirlo.

El Gran Santo

Solicito palabras al cielo, al sol que se duerme en los robles.
Soy un niño pequeño que se pierde en este infierno enorme.
Descargo el brusco alboroto de los graznidos de ganga.
Manchado por esta pesadilla de sangre vago borracho.
Vago ciego por la claridad perdida, por los fogonazos del tuerto.
Acento solemne de majestad innata.
Reza el Gran Santo sabedor del poder del oscuro.

El aire que exhalas

Es ligera la esencia del aire que exhalas.
No es respirarte, es sentir que al hacerlo contengo lo que tú has contenido.
El amor y sus extraños placeres.
El aleteo del corazón, que nada del amado se quiere perder.

Frágil construcción

Cuando todo es incertidumbre y gira sobre un gozne que se mueve y muda.
Siente uno el frío de la duda perenne, de la angustia que infunde la inseguridad.
Mudable, fatuo, espectral es la visión de la huidiza estabilidad.
Sin referencias o con referencias falaces todo es temor y frágil construcción.
Nada es para siempre, porque solo existe la mal referenciada velocidad.

Cada mañana salgo a buscar el azar

Todo en mi vida está sin doblar.

Cogiendo el gesto del desorden.

Apilada ropa que espera turno para tapar mi cuerpo.

Para tapar el cuerpo del que no me avergüenzo.

Para distraer mi alma delicada.

Para dar sensación.

Exquisita sensación.

Que casi no calculo.

Que surge con el gesto del azar.

Azar que cada mañana salgo a buscar.

Tierras yermas

Siempre nos salva la rutina. 
Es la espita que alivia la explosión.
La deflagradora decepción. 
De los días áridos de iguales.
Tierras yermas sin amigos.

Mundo de híbridos

Palidecemos en un mundo de híbridos, de mutantes que amarillean en los entresijos de un cosmos sin roces, burbujas que si colisionan desaparecen, burbujas que deben campar libres para existir.
Ni un beso que esclavice, ni un pensamiento que erosione nuestra protectora capa ignífuga.
Estilos de vida que voluntariamente se han negado el milagro de amar.
La velocidad no perdona y hoy es todo velocidad, euforizante velocidad.
Mundo sin aplomo, perdido en las palabras sin dicha, sin bálsamo, sin compasión.
Irritante amor que ofende la piel del éxito.
Piedras sin mortero que profetizan en sus abiertas llagas la tragedia por venir.
Nadie cree en la utopía, nadie tiene fe en el Dios de los imposibles, de los deseos que parecen inalcanzables y que sin fe nunca se podrán alcanzar.