viernes, 7 de julio de 2017

EL PERIODISMO TIENE SESGO, TIENE COLOR


No se puede hablar de derechos generales, cuando hablamos de derechos exclusivos, particulares y excluyentes. Nos venden humo cuando nos hablan de derecho de expresión y en ese derecho sólo defendemos y amparamos el derecho de expresión del correligionario, del afin, de nuestro vocero.
Tristeza y gran malestar genera, ver cómo se suman a la defensa de este mal llamado derecho excluyente y cercenador, hasta los periodistas, los generadores de noticias, de noticias sesgadas y coloreadas por las siglas del bando, por el que el falso periodista toma partido.
Lo noticiable no tiene color, pero la noticia de modo pernicioso si lo tiene.
El respeto al igual es muy fácil, donde se mide realmente nuestro talante democrático es en el respeto al diferente, en el respeto a su opinión y a las noticias que sobre esta corriente se generen.
Las sociedades no son monolíticas y asumir esa diversidad en el ser, creer, sentir y pensar, es la que nos hace tomar conciencia de que comunicar noticias, no es generar soflamas, y arrimar lo que acontece a las siglas de nuestra sardina.
Claro nos debe quedar, que la única manera de evitar nuestro sesgo informativo, es tomar conciencia de que lo tenemos, porque si no tomamos esa conciencia, seguiremos siendo voceros o  cohorte de periodistas que le hacen la corte al régimen.

jueves, 6 de julio de 2017

FÁCIL VER EL COHECHO AJENO Y NO VER EL PROPIO.


Se nos va, con tanta facilidad la mano al dinero fácil, al dinero ajeno, al dinero de la caja de todos. Es tan fácil ver el cohecho ajeno y no ver el propio. Es tan fácil delinquir y no ser conscientes.
Tantos años en el poder generan demasiadas sombras, generan regímenes sombríos, de voluntades compradas con vulgares migajas, pecata minuta para cerrar bocas de voceros.
Cohecho nada pasivo, porque favor con favor se paga, nada cae del cielo gratis. "Quien regala bien vende, y quien recibe lo entiende", así se expresa el pueblo, y el pueblo es muy sabio y de favores sabe mucho.
Buscamos entramados de corrupción en las alturas, cuando esos entramados se cimentan en lo próximo, en la administración de proximidad, en el sobre que nos da el prójimo.
Son favores que hacemos desde casa, favores pagados con el dinero de la casa de todos, que nos cuestan muy poco, pero que rentan muy mucho.
 Pequeños y malévolos Sátrapas de provincias, que se dejan regar por su corte, y que riegan a su cohorte con el sudor de todos, incluido el sudor de los que no son regalados, pero si son exprimidos. Extraño todo, dividido en agasajadas y discriminadas parte.
Un sudor recaudado para crear bienestar, un extraño bienestar social, que sinembargo se centra en abonar sólo a nuestra  correligionaria casta.
Y ese riego genera omertá, mafiosa omertá, silencio en el que el vacío hiere, estigmatiza, excomulga.Y quién puede luchar o nadar contra corriente, pues muy pocos. Pero esos pocos existen, haberlos haylos y esos, los osados, los sin arraigo, los que nada temen, los que fácilmente mudan de lugar pero no de alma, y tienen seguro que lo que nunca perderán es su integridad, esos son los valientes, ellos son los que hasta la extenuación nadan y remontan el río, hasta primigenia ponzoñosa fuente, hasta el origen del dolo, hasta la primera corruptela que originó la cadena del hedor, hasta la primera manzana podrida, que todo lo pudrió.
Pero la verdad y la claridad  que son escasas y muy pacientes, siempre llegan y cuando llegan, son abrasiva escorrentía que desentierra todo ilícito, toda malversación, toda nuciente prevaricación.

Horizonte sin metástasis


Lector empedernido de renglones sin futuros, de esos que nunca defraudan.
Horizontes abiertos sin metástasis.
Magenes donde nada habita y aún menos el olvido.
Somos la exageración con la que nos censuramos.
Somos el pantano de miedos donde naufraga nuestra cordura.
Somos una cuerdo misericordioso entre el gozo y el drama.
Verbos de riada, de balsa que está cansada de estar siempre anegada.
Contengo tanto, que no soy nada contenido.
Soy la negación de lo que no tengo prohibido.

miércoles, 5 de julio de 2017

Curiosidad tranquila


Ciérrame la puerta y avivarás mis deseos de entrar.
Mi norte es lo escondido.
Las misivas sin leer.
Tus tormentos escondidos bajo siete llaves.
Soy tesón que da con la clave.
Soy el que subestimastes y hoy, y ahora se ríe de ti.

La insultante verdad


La verdad ofende porque es insultante, es soberbia, es arrogante.
El que se viste de verdad, nada teme, de nada se espanta.
La verdad es incontestable, y cursa como riada que desenmascara lobos enharinados.
Defensores del decoro, que son pacotilla orinada.
Defensores de la ley, que la ley incumplen.

Masas bipolares


Necesitamos del colectivo para poner en pie muchas fantasías.
Necesitamos alucinar en grupo, para que nuestro circo se magnifique.
Delirios televisados que enardecen a las masas.
Masas bipolares, que experimentan según la escaleta distintas y contradictorias patologías.
Las ilusiones individuales es sólo privilegio de preclaros.

Claridad


Es la claridad, un laberinto de luz.
Es un exceso de detalles.
Es mirar con cruel nitidez.
La luz se ensaña con los escondidos rincones.
La luz convierte el pardo en suciedad.
Crudeza mortal que muy pocas moralidades pueden soportar.

martes, 4 de julio de 2017

Males del llano


No habita el olvido en las frecuentadas corralas, en los nidos de víboras que rememoran traspiés.
Es cruel el bucle de la envidia, la soga con la que se autoestrangula el fracasado.
La simplicidad de la peste posibilita como se extiende.
Nada complejo es el celo, pero el encelado arremete contra todo lo que es complejo.
Males de altura que padece el mezquino y burdo del llano.

Troya


Temo la debilidad.
Los cortos instante que no soy fuerte.
Los cortos momentos que soy vulnerable.
Temo la corta distancia de la traición.
Me dan miedo los disparos a quemarropa.
Temo ser víctima.
Temo temer y vivir temiendo.
Temo el desorden del viento inesperado.
Del aire que me envuelve.
Temo sentir y desordenarme sintiendo.
Abrir las puertas del alma a un caballero de Troya.

La turbadora humildad


Todo el que está presto, camina ligero.
La voluntad irrevocable, fuerza a la mudanza.
La verdad no habita siempre en el mismo contexto.
Perseverar provee de razones.
Insistir ablanda el mármol.
Es amargo el tesón, pero amorosa es su recompensa.
Prodigios que buscan con asia el suspiro.
El embeleso níveo y narcótico.
La turbación que se enciende con la humildad y la pobreza.

Es la vanidad nieve perpetua


Gozo efímero es coronar una cumbre.
Sentir que la angosta cima está asediada de tragedia.
Son los Dioses caprichosos y mi vida es esforzado capricho.
Me mancha la cólera en este sol de justicia.
En el albor del rodar.
Siento el fuego en la faz y que soy esclavo del aire.
Es la vanidad nieve perpetua que me impide el derroche.
Es la frialdad un estado que hasta en lo raso debo soportar.

lunes, 3 de julio de 2017

AYUNTAMIENTO DE HOYOS, MERCADEO Y NEPOTISMO

Socialistas de mercado o socios muy listos que muy bien mercadean.
Quien no quiere a la familia y a la parentela, no es un buen ser humano. Pero claro el nepotismo, no es nada democrático y zona el acceso a la preeminencia y al poder, de un modo amoral.
Confundir a personas con nombre, apellido y red clientelar, con la ideología, es un error de bulto redondo o un engañoso bulto muy abultado.
Todo es todo y que parte del todo, el socialismo rancio de este cortijo, no ha entendido. Yo sé muy bien lo que no han entendido, ni quieren entender, y eso es que la derecha forma parte del todo, pero ellos entienden que sí forma del todo, es únicamente para tributar.
Que audaces han sido mientras todo les ha ido derecho, mientras cercenaban libertades, mientras agraviaban con saña a quien no participaba en su rapiña y no apoyaba sus campañas.
Socios muy listos, encaramados en el mercadeo de ser Alcaldes, de ser prevostes, en unos pueblos dormidos, envejecidos y a los que ellos, solamente ellos, les han robado el futuro.
Corren tiempos de cambios, tiempos en los que están cambiando las cosas, gracias a la valentía de muy pocos, de poquísimos. Somos los únicos que nos atrevemos a plantarles cara, a contradecirles, a desvelar sus cuitas, a quedar al aire sus patrañas. Y eso tiene un precio, que pagamos gustosos, con tal de que la escondida verdad salga a la luz, y ese precio es que intenten amedrentarnos, amenazandonos a través de benevolentes emisarios, que nos dicen que no sigamos por ese camino por nuestro bien y el de nuestra integridad. Nos hacen el vacío y nos tapan ilegalmente la boca en los plenos, coartando nuestro derecho a la réplica, nuestro derecho a repreguntar, cuando no se nos contesta, o dan vueltas retorciendo nuestras preguntas, nuestras palabras y de ese modo no decir lo que no es conveniente que el pueblo sepa, que el pueblo oiga, y así siga nuestro pueblo, ignorando cómo se guisa la matanza, en la que sólo come el pariente, el cliente, en correligionario, que aunque venga de allende los mares, es más del pueblo que los nacidos en él. Nacidos, a los que sociolistos y palmeros discriminan, porque de este circo morado, disienten.
Tras la rojez, viene el morador cardenal, y tras la mal curada mancha violácea, la gangrena gaseosa que obliga con celeridad a amputar.

EL EGOÍSMO RACIONAL


Es muy frecuente que enseñemos a nuestros hijos a ser lobos por miedo a que se transformen en manipulables ovejas. Que reprendamos en ellos sus muestras de debilidad, sus flaquezas. Y que a la vez inoculemos en ellos, valores de entrega y desprendimiento, basados en la caridad occidental. Caridad que no debe medir con quien o con quienes se reparte nuestro tesón, nuestro esfuerzo, a sabiendas de que tras la caridad hay mucho lobo enharinado y mucho fraude.
Es una dicotomía complicada, la consecución a ultranza de nuestra felicidad pese a quien pese, o la generosidad sin medida que no mide con quien se malgasta, y el pesar que genera dar a quien no se lo merece, sólo por el hecho de que culturalmente ser altruista está bien visto en nuestra sociedad.
Existe una importante y negada gradación, entre ser dador o depredador, existe una gradación basada en el acomodo y en no sentir una frustración perenne si no se encaja en el ideal aplaudido socialmente, que es el de la generosidad ciega y desmedida. No es difícil casar el dar y el darnos, y es ahí donde entra en juego la racionalidad, la sensatez, el sentido común. El egoísta es aquel capaz de arremeter contra todo y todos con tal de obtener lo que desea. Pero en ese arremeter pueden existir, y existen códigos éticos y valores.  
El egoísta racional tiene a la propia felicidad como objetivo fundamental de su vida, pero la encuentra en valores objetivamente buenos, siendo felices, podemos transmitir felicidad y brindar un ejemplo a seguir, que evite el parasitismo y el egoísmo del pedigüeño de oficio. 
Aceptando la realidad como árbitro, la razón como  nuestro juez, y los derechos anexos a la vida y a la libertad; Y sobre todo la libertad como límite intransigible, nunca crecer cercenando derechos que nosotros disfrutamos. 
Ser egoístas, entendiendo el egoísmo ajeno, como un egoísmo racional como el nuestro, y viendo la generosidad como un acto voluntario, que no genera en nosotros la frustración de entregar un esfuerzo que no hemos saboreado y que otros van a saborear sin agradecer. Ser egoísta racional es no dilapidar nuestro trabajo y enseñar al otro a trabajar, como metodo o via de conseguir nuestro bienestar.
La ética del egoísmo racional está basada en el hecho de que el hombre es un ser individual, con su propio cuerpo y su propia mente, con sus propias habilidades, sus deseos y sus sueños, curtidos en el esfuerzo, talentos que el egoísta racional ha decidido rentabilizar, para él y para los suyos y para compartir pero sin generar en sí mismo frustración. Ser individual con derecho a vivir para sí, sin menoscabo de poder llevar a cabo las acciones pertinentes que le permita conservar sus valores. 
El egoísta racional, no está dispuesto a convertirse en un animal de sacrificio para satisfacer los deseos ajenos, ni espera convertirse en el verdugo de sus hermanos pidiéndoles a ellos que se sacrifiquen por él.
Los merecedores de nuestra generosidad, son sólo aquellos que la valoran y respetan, y nos valoran y respetan en el acto de sólo hasta un punto entregar y dar. 
Es falsa la alternativa dador/depredador, alternativa con la que hemos venido lidiando, y que no ha hecho otra cosa que generar grietas dentro de la sociedad, entre aquellos ya cansados de vivir para los demás por deber, y aquellos ya demasiado cómodos viviendo a costa de los primeros y con pocas intenciones de renunciar a sus mal llamados derechos sociales.

La nao de la inmoralidad


El silencio nos hace evanescentes, nos convierte en figurantes.
En personajes mudos de una historia que nos arrastra sin consentimiento, sin oposición, sin bravata.
No hemos venido a este mundo a padecer, hemos venido a actuar, a ser protagonistas de la microhistoria que es la trama en la que se borda la gran historia.
El silencio es el mar en calma sobre el que navega el delito, es el mar cómplice que con su nulo oleaje permite el dominio del minoritario imperio pirata.
En el silencio se crece la sectaria soflama, se crece el populismo y su barato discurso de quincalla.
Sin consentidores las naos de la inmoralidad naufragan.
No hay señores sin siervos, ni siervos si se impide que existan señores.

domingo, 2 de julio de 2017

Mirar al cielo


Mirar al cielo genera angustia.
Es el desasosiego de los días de balance.
Son las dudas de una negación que nada tiene de rotunda.
Que poco tranquilizador es sentir que nos quiere abrazar la muerte.
Descubrir que hemos sudado inútilmente.
Ver que nuestros renglones sólo narran miseria.