martes, 17 de abril de 2018

El relato de lo justo


Las turbas aglutinadas en el odio son prestas al linchamiento.
Manea de manos de miseria, de miserables cobardes que cercenan libertades, amparados por la ideología de los baladrones.
Sólo la firmeza y la sinceridad termina imponiendo el relato de lo justo.
La mirada del sincero no cambia nunca el color del asedio.


lunes, 16 de abril de 2018

Urticantes manos


El menos lesivo de los infiernos posibles.
Simple pero eficaz.
Elecciones de dramática minuciosidad.
Paz social.
En la fingida ignorancia se esconde el ladrón.
Sabores rancios que se remozan almibarándolos con miel.
Urticantes manos que se empeñan en acariciar la suavidad.
Tios muy vivos, frescos con delitos muy zafios.

domingo, 15 de abril de 2018

Las piezas que nos han tocado en suerte


"Lo que somos nos elije, se nos pega al cuepo como una lapa, se nos enraiza, y sólo nos queda ser, y jugar con las piezas que nos han tocado en suerte, o jugar contra ellas, malgastando nuestra vida en una auto batalla, cuyo único fin es dejar de ser."
Irsia Carolain Sprimbol

Sin dejar de hollar


Hay tragedias convergentes.
Hay tragedias divergentes.
Hay tragedias que sólo son tragedias.
Manchas en la blanca luna.
Manchas en el níveo suelo.
Enjuagues de zorra vieja.
Zigzagueante es la trayectoria del drama.
Lleno de meandros está el valle de la pena.
Recodos malditos donde se acumulan los limos del pesar.
Transcurre muy lento el dolor por el llano.
Transcurre muy lento, sin dejar un segundo de hollar.

El suculento verdor


Siento en mis pies la humedad de la hierba, su suculento verdor.
Siento los charcos y la suavidad  de sus limos, reposo de escorrentías, carne de cárcavas.
Siento el cuarzo lechoso y cortante, siento su dureza, la fragilidad de lo pétreo.
Ni las duras rocas escapan a la meteorización del viento.
Siento el frío de la primavera, siento sus mañanas de niebla.
Siento este Abril de invierno que huele a leña, que huele a fuego.
Siento no sentirte, porque mi mano yerma está cansada de despedir placeres en este ecuador de flores, en este valle de almas de invierno, en este robledal de líquenes que encharcan mi pecho.

sábado, 14 de abril de 2018

Existirá la posibilidad


Perdemos las batallas que no libramos.
No hay batallas inútiles, sólo hay inútiles que libran batallas.
Guerras que peleamos en la oscuridad, que peleamos en las tinieblas de la falta de certezas.
Que peleamos con la fe que da el tesón, la paciencia infinita que obrará el milagro.
Sin pelear estamos perdidos, sin pelear nos perdemos en el mar del conformismo, nos rendimos en las migajas que reparten los que roban sudor ajeno, los que embaucan para poder robar.
Nunca digas no es posible, lucha y existirá la posibilidad.

Zorreras de auricos vahos


Atmósferas de plomo.
Zorreras de auricos vahos.
Zafiros para las esclavas reinas.
Rubies para rendir la sangre de las bravas palomas.
Abnegadas vírgenes tras las brillantes ofrendas.
Fuego y furia domada por el fulgor del frío y vil metal.

Las asfixiantes caricias


Las caricias asfixiantes.
Lluvia de crueles pétalos de rosa.
Cárcel de besos.
Cárcel de palabras melifluas.
Tálamo de la carcelera alianza que es la necesidad.
Estanques en calma, en los que es muy fácil naufragar.
Zarzales de zalamerías.
Trampas de zalameros.
Esclavo de un amor que me hace servil.
De unas caricias que demandan contrapartidas.
El amor nunca redime.
En el amor nunca está la redención.
Preso de la corte de estragos, que acarrea necesitar para satisfacer.

viernes, 13 de abril de 2018

Eyacular desatinos.


La euforia no es buena consejera.
Incontinencia febril que eyacula desatinos.

La pestilencia de las leyes


Libres, iguales y solidarios.
De errores están los discursos llenos.
Palabras de vacío y de precipicio.
Nos precipitamos a la nada al ningunear nuestros discursos.
Al escarniar nuestras grandes frases, paradigmas sobres los que cimentamos nuestra ética.
Si vaciamos la ley en el estanque de la miseria, arrastramos la justicia por el barro de la inmundicia.
No brilla el sol en la estanqueidad de la viciada caverna.
Vivimos tiempos de viciados y viciosos intérpretes, tiempos de delincuentes, de oradores que vendidos a Satanás lanzan con sus prédicas loas a la sinrazón.
Fiscales de los estercoleros de las palabras de la ultracorrección, políticas correctas de políticos corruptos.
Somos la miseria que con nuestras leyes amparamos, somos la pestilencia que con nuestras leyes justificamos.

jueves, 12 de abril de 2018

Las bondades de la sarna


Que tendente es el necio a la estanqueidad.
A ahogarse en su charca de miasmas.
A estimar que en la cúspide de la ciega justicia se puedan practicar injerencias.
Lecciones de aguas putrefactas.
Que en el cercenar encuentran tribuna.
Para pregonar las bondades de la sarna.
No estamos locos simplemente toleramos la intolerancia.

La frivolidad


La frivolidad suele enardecer a la estulticia.
Suele ser frívolo el cretino.
Todos los cretinos se adornan con las plumas de la frivolidad.

martes, 10 de abril de 2018

Los mansos


Las agrias maniobras son fruto de los mansos.
Privilegios silenciosos de los que en la discreción de la penumbra,
se han acostumbrado a medrar.


lunes, 9 de abril de 2018

Virgen de la Peña


La santidad habita en lo escarpado, en lo roqueño, rozando el cielo.
Habitan las Vírgenes en los cerros, en las peñas.
Montañas de salvación, montañas en las que estamos a salvo de las riadas del mundo.
Es el camino a tu ermita una serpiente que rodea la loma.
Serpenteo en el que abandono el pecado, para llegar a tu casa.
Ella te herirá en el talón y tú le pisaras la cabeza.
Víboras de la discordia, que nos ofrecen suculentas manzanas de la desesperanza.
Virgen de la Peña, Virgen poderosa, haz que mi vida no sea llana y que sea piadosa.
Virgen de la Peña, Virgen de azucenas, haz que viva alegre, sin temer por nada.

domingo, 8 de abril de 2018

Abrazos malditos


Hay abrazos que son mortales, fiereza despiadada de afectos tóxicos.
En compañía de las sombras que carceleras acarician los rincones más íntimos de mi cuerpo.
Somos pasto de las rémoras que nos siguen y vampirizan en todos los contextos.
Amigos mortales, hiedra estranguladora que nos rodea y trepa hasta nuestra flamígera copa.
Nos quieren por ser faros, por ser candela que orienta en las tormentas.
Nos quieren por que somos el tormento de su falta de destrezas para la preeminencia.
Sin alas no pueden volar y vuelan en nuestros vuelos y sobrevuelan lo raso sobre nuestras alas.
Parásitos zalameros que nos desgastan y opacan con su rastrero trepar por la verticalidad de nuestra altísima, que no inexpugnable torre.
Somos débiles, altos bastiones que sienten y sucumben al zalamero viento.
Cercados por la corrobla de las zarzas, se secan los regios rosales.
Abrazos malditos que nos envenenan con sus urticantes espinas.