sábado, 18 de abril de 2020
Candelita
Candelaria Biarnés, era el exponente de como la decepción genera prodigios. Era efervescencia, gas, burbujas de afrutado espumoso. Tersa, suave, apetecible, fruto exótico y prohibido que lo convertía en más codiciado y suculento.
Una mañana de abril, apareció en la calle, el destino la varó frente a la casa de Herminio Ponde de León y Colindres, que al verla llorar acurrucada en la puerta de su palacete, la invitó a entrar y a desahogarse.
La rareza estigmatiza, y fuerza a los ignorantes progenitores a repudiarla, no sin antes someterla a vejaciones y a alguna que otra golpiza, para domar la talla perfecta de aquel que ha nacido delicado y para brillar.
Candelita, tras vagar por las calles del centro, del Barrio Gótico, se acurruco en aquel portalón que la guarecía de frío de la noche y de las miradas indiscretas.
De la Plaza Marquesa de Fusquí, salía una calle estrecha, lo justo para dejar pasar un carruaje, y en esa calle sin puertas y de tapias altas, al final y sin salida, estaban las dos puertas de palacete de los Ponce de León y Niebla.
Candelita, era un muchacho precioso, dulce. Era gracia sin domar. Estaba helado, lo arropó con una manta en el chester de cuero negro, frente a la encendida chimenea, no dejaba de tiritar. Llamó al servicio para que le trajeran un vaso de leche caliente con miel y un chorreón de coñac. Cuando el joven, tomaba la leche, Herminio, le empezó a interrogar:
- ¿Cómo te llamas?
A lo que respondió cabizbajo:
- Me llaman Candelaria, o Candelita. Pero mi nombre es Luis Biarnés.
A lo que Herminio añadió:
- Pero realmente ¿Cómo quieres que te llamen?
Ahora sí levantó la cabeza el chaval y dijo.
- Me gusta que me llamen, Candelita, es como me llama mi madre, y como se llamaba mi abuela.
A lo que añadió El Ponce:
- Pues no hay nada más que hablar, Candelita, así te llamaré.
- Dime, Candelita ¿Qué te ha pasado? ¿Por qué estás en la calle? Con este frío.
Candelaria, se enderezo, y levantando la cabeza, con grácil altanería, dijo:
- Mire usted.
Hizo una pausa, tomó aire, dilanto sus aletas nasales, y continuó.
- Primero, darle las gracias por la leche y por entrarme en su casa.
- Segundo, ya me ve como soy, y esto, esta desgracia, mi padre que es muy bruto, no la lleva nada bien. Y me ha puesto en calle y como no tenía donde ir, vagué por las calles del barrio, hasta que encontré esta calle tranquila, donde apenas corre el viento y me acurruque en su portal, esperando la mañana, a ver si el nuevo día me traía mejor suerte.
Herminio, le contestó sonriendo.
- Pues Candelita, no has podido tener mejor suerte, te puedes quedar aquí el tiempo que quieras.
Y no mentía al decírselo, el Ponce de León, porque la loquita de la Biarnés, había ido a parar a casa de la muy noble loca de Herminio.
La vida no es fácil para las rosas, para una llamativa Carolina, para un torbellino de aspavientos y gráciles ademanes. La vida, para los tildados por la gracia de la afectación, es un duro camino de espinas.
miércoles, 15 de abril de 2020
Carta desde mi encierro
Carta desde mi encierro.
La casa es grande, pero el encierro se siente igual. Los días son iguales y enormes, y me he negado a consumir "el maná salvífico" de la televisión, caja tonta, generadora de relato exculpatorio, idiotizante, me he negado a escuchar y participar en el circo de los aplausos y de los bailes absurdos desde las terrazas. Soy pueblo, soy un simple administrado, pero me niego a ser un imbécil, un borrego que no se duele mientras sus seres queridos son llevados al matadero. Porque esta mala gestión y la ineptitud, de los que controlan la caja difusora de demagogia y soflamas, es un matadero, es un maldito triaje, que parece y no quiero ser conspiranoico, haber sido diseñado para matar a nuestros mayores, para purgar a esta idiotizada sociedad de su bien más preciado, la sabiduría de los que han puesto en pie el bienestar de nuestro presente.
Ángel Álvarez de Sotomayor
#quédateencasa #Cáceres #coronavirusespaña #Perdigueros #confinamiento #Extremadura #España #Hoyos #PeralesdelPuerto #SierradeGata #Sotomayor #covid_19 #hoyosdesdecasa #Soto
martes, 14 de abril de 2020
Indiscreción
Indiscreción de Ángel Sotomayor y Ana Gallego
Allí nos lavamos las manos, vertemos nuestras inmundicias, en la soledad de su estanqueidad.
Nadie lo ha visto, no hay testigos.
Ni el encolerizado pájaro ojo, libradores de eróticas caricias.
lunes, 13 de abril de 2020
Culebrinos relámpagos
Los culebrinos relámpagos iluminan la cerrada noche, mientras mi mano garabatea infortunios.
En el silencio, perturbado por el retumbar distante, me zahiero hurgando en los recuerdos.
Si yo te hubiera amado antes, si mi necia ambición no me lo hubiera impedido.
En este valle de horas yermas, nada puedo hacer ya, salvo lamentar mi desafección.
Garabatea la Parca epitafios, jeroglíficos para iniciados.
Manos curtidas por el labriego mercar, manos vacías que no pueden acariciar.
Plata de días de plomos, de primavera sin espectadores.
Si te hubiera amado antes, yo no tendría esta desazón.
Náusea
Es complicado descansar encharcado de hastío, de náusea, con esta opresión en el pecho que me martiriza desde que comenzó este encierro.
No soy nada, no soy nadie, un grano de sal en este enorme lago de aguas quietas, aguas sin oleaje, aguas dulces, como los pecados que no cometo, como el almíbar de la privación.
Encuentro el placer, en prohibirme la furia del infierno, la torridez de sus llamas.
No soy nada, nada más que estrategia, alambicado y sublimado placer, placer colmado en mi insana obsesión por poseer. Miedo al vacío, a las barandas, al vértigo, a los enormes páramos, llanos e infinitos, sin árboles, arados y yermos.
No soy nadie, porque mi existencia ni siquiera está sujeta por hilos, está prendida por alfileres, las alfileres de acerico que es mi pecho.
Es complicado descansar mientras sé que me desangro, y tiñe mi bravura de rojo, las sábanas blancas de mi lecho.
No te temo hechicera con polisón de nardos, no te temo, sólo a mí corrección temo, a esa, que sabedora de que te espero, me niega la carne, me niega y me reniega vivir.
Mis padres
Uno, nunca debe olvidar de dónde viene.
Olvidar a nuestros mayores, los que nos dieron la vida, los que nos siguen dando.
El amor no entiende de edades.
Nadie nos puede privar de la vida por haber cumplido una edad.
No es justo, ni es de justicia racanear comprando gangas y consentir que está peste, mal gestionada por un atajo de INEPTOS, reyes del postureo y la demagogia, se lleve por delante a la generación que puso en pie nuestra transición y nuestra democracia.
SI A LA VIDA.
SI A LA VIDA SIEMPRE.
Si volviera a vivir
"Si tuviera que volver a comenzar mi vida, intentaría encontrarte mucho antes"
Antoine de Saint-Exupéry
Sentenciamos días vacíos con pacata frivolidad, cuando los días nunca vuelven y perder días es dejar escapar la felicidad. Me arrepiento de no haber salido corriendo tras de ti, aquel día de torrencial lluvia, de haberte dejado escapar, en lugar de haberme mojado contigo, para sentir tu calor de forma más intensa, empapado de aquella torrencial frialdad.
domingo, 12 de abril de 2020
Ígnea
La imperfección genera rareza. Y eso sólo soy, bella acumulación de taras, sublime rareza.
Cristalización magmática. Ígnea excelencia.
sábado, 11 de abril de 2020
La luz
La luz, es tan mordiente que nos desdibuja. Es el precio que se paga, por caminar hacia la luz.
La verdad nos hace libres, pero tambien nos hace blanco de las iras del inferior.
Nos devora la desidia, en este forzado confinamiento, extraña preñez que no sabemos qué nos deparará.
Sin la mano amiga.
Nadie guia nuestros pasos.
Labios negados por la distancia.
Crece la hierba en el campo y nadie la ve crecer.
miércoles, 8 de abril de 2020
Miércoles Santo
Miércoles Santo.
El color mitiga el dolor.
Ruido para tapar el llanto.
Resistir es acción, no chabacano grillerio para tapar miserables.
La realidad nunca es dulce.
Sólo el circo busca endulzar, la verdad que es cortante.
Sólo los Reyes
Sólo los Reyes están habituados a los encierros, en sus cárceles doradas, en sus cárceles de protección. Distantes y distintos, desde sus torres, vigilan a su pueblo, controlan sus afectos y su desafección. Sólo los Reyes, porque los profetas de la bulla y del circo, también pretenden distancias y pompa, pero no para regir, sino para ordeñar, con la teatral bagatela, con la cercanía distante, marcando altanera distancia. Falsos pastores, que los reconocerás porque plagian, porque se instalan en la frase de otro, y con los afeites dramáticos para tapar sus cacarañas, la espetarán en la más encopetada tribuna, con la alambicada retórica de quien persigue el barbasco.
Su preferido
Su preferido era, el infierno de lo
cotidiano, el infierno de los modales, de las frases convenientes empapadas de veneno y hiel.
Él, sabía lo que era agonizar entre cuatro paredes, rodeado de los que dicen quererte y que lo hacen todo por tu bien.
Su lugar preferido era el enorme ventanal y la luna de su espejo, era como estar fuera sin haber salido aún de aquella crisálida de martirios, en la que entró como bella mariposa y saldría como un amputado y estandarizado engendro.
El ventanal del vértigo invitaba a volar, pero el mundo nunca cambia, si uno se va.
martes, 7 de abril de 2020
Su preferido
Su preferido, su detestado, del amor al odio hay sólo un paso, vereda en la que no crece la hierba, de tan transitada por los pendulares estados de su alma, de sus apetitos. Richy, sabía sacarlo de quicio, sabía elevarlo a lo más sublime o dejarlo caer en los estados más agrios.
Era una cucharadita de dulce miel, que al tragarla se tornaba en salada y lacerante arena.
Amor de idas y venidas, porque Richy, era placer inconveniente. Horas de tedio, sublimes arremetidas y cotidiana vulgaridad. Era su preferido hoy, porque sabía que ya no lo sería mañana.
Su preferido
Su preferido STAR, ser de todo, menos común. Atesoraba errores como quien colecciona mecheros, fuegos que se habían desvanecido por su fiebre loca, por su infidelidad. "El destino es un monstruo, que se alimenta de tropiezos" repetía mientras se acicalaba ante el espejo. No era nada común, su pelo rubio y corto, su barba recia y negra, sus ojos verdes con muchísima sombra azul. Doce anillos en sus manos, doce apóstoles prestidigitadores, ademanes rapidisimos de verbo aún más rápido. Caro STAR, incomprendida moderna de cuerpo garabateado según los nuevos dictados del ser y padecer. Era un bombón, con olor a Gaultier.
Su preferido
Su preferido modo de actuar, era el de los fogonazos. Sus estelares apariciones, eran fósforos encendidos con inteligencia, en un océano de oscuridad.
Aquella noche fue así. El exquisito sastre, enfundaba un cuerpo que se resistía a envejecer, un cuerpo soberbio, cincelado con mil privaciones, con mil rutinas. Menos es más, decía Mies Van Der Rohe, máxima que él, tambien solía repetir. Aquella noche fue distante, pero a sus ojos les costaba cada vez más mentir. Cuando pasó a mi lado pude, aspirar su carísimo olor, sentir como su mano rozaba mi hombro y sus ojos de hielo suplicaban calor.
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