No me duele tu vida, me duele la mía, esa cantidad tan grande de días de los que decidiste no formar parte.
El amor es complejo, amarte fue una proeza, soportar días amargos, semanas de infierno, compensados solamente por algunos segundos de gloria. De nada servía estar al corriente de tus deambulaciones, cuando mis horas sin ti, nada te importaban, horas vacías por tus celos, por mi temor a no quererte según tus insanas directrices.
Me duele esta distancia de años separados, esta distancia que es un océano de saladas lagrimas.
Me duele mirar atrás y sentir que no he vuelto a sentir esa explosión que sentía contigo, esa deflagración acrecentada por los vacíos, veredas de temores.
Recuerdo y me desordeno, se desordena mi vida, y se desordenan sin yo quererlo, todas las lluvias.