sábado, 5 de febrero de 2022

Oscuridad


Sonó mi nombre en la cocina, todo estaba oscuro, no sabía muy bien que hora era. Mi madre repetía mi nombre mientras forcejeaba con la puerta. Era ya normal que estuviera desorientada, era normal que se levantara de noche y deambulará por la casa. 

Dos escalones separan la cocina del comedor, había tropezado en ellos y mientras a tientas buscaba por las paredes, cayo contra la encimera, se golpeo y sangrando gritaba mi nombre sin poder en la oscuridad abrir la puerta. El maldito alzhéimer, lo estaba borrando todo de su cabeza, las horas, los días, el lugar de la pared donde está el interruptor de la luz. La maldita edad y sus achaque. 

La delatora sangre hablaba de su desorientación, de sus pasos contradictorios en la cocina hasta que la luna le señalo la puerta del patio y a su boca llegó mi nombre. 


viernes, 4 de febrero de 2022

Palabras estupidas


"Se pierde la progresía por infectar la mente del vulgo con palabras estúpidas, palabras que como troyanos acentúan la estupidez de la mente en la que se instalan. Las palabras plenas nos ayunan a pensar, a organizar nuestra percepción, pero las palabras estúpidas, destruyen el pensamiento critico y adormecen la percepción."

Irsia Carolain Sprimbol 

jueves, 3 de febrero de 2022

Debemos impedir a veces la lógica


Hay momentos, que no se rigen por la lógica, momentos donde las manos deciden caminar por los senderos del peligro, peligros que a veces, o quizás muchas veces, nos conducen al placer. 

No es vivir, el comedimiento, el reprimir y no explorar los bosque cerrados, no adentrarse en las márgenes donde la espesura nos permiten ser sin ser analizados, por el escuadrón de harpías, que sin vida propia o con una vida triste y mediocre, se dedican a criticar. 

Buscar el placer, no merece ninguna critica, buscarlo y asirlo con las manos, no es reprobable, nadie debería impedir esas incursiones en los bosque de la gloria efímera, porque los placeres son fugaces, como las lagrimas de San Lorenzo, como las perseidas. 

Hay momentos en los que debemos impedir, que rija nuestro destino, la lógica.

miércoles, 2 de febrero de 2022

Ebúrneo y de barro


La soberbia es ebúrnea, 
la maldad de barro,
pero ambas 
nos hacen rodar 
a los más infernales 
precipicios.
Pies de lodo
de torres muy altas.
Torres muy altas
cimentadas en miasma.

  

martes, 1 de febrero de 2022

Palabras que besan


Me besaban sus palabras, 
era una sublime caricia 
el silbido de las eses, 
en sus carnosos labios 
de jugosa fresa.

Palabras que besan, 
cuando brotan del almíbar 
de la boca del amado 
y como hilo 
de roja pasión 
dibujan arabescos, 
en el aire saturado 
de deseo.

Amor que rinde 
torres de hielo 
y allana precipicios, 
venciendo abismos, 
para posar 
en la frente 
del elegido, 
un simple beso.

Dádivas


La tersura busca curtirse 
y en esa batalla de rendiciones 
corre por las calles traseras sin luces, 
donde los gatos esparcen la basura 
y el hambre de los ajados chacales 
compra con dádivas, 
frescas y urgentes satisfacciones.

Voraz es la tragedia y sus afeites. 
Y a la mañana siguiente 
la tersura jugará con sus nuevos juguetes, mientras la luz hiriente 
morderá la cuarteada piel 
de las viejas serpientes.



lunes, 31 de enero de 2022

Me ama un chacal


Me abraza la zarza, 
me besa la ortiga, 
me ama un chacal, 
que se entretiene 
desmembrandome 
en este inhóspito erial.

Caricias de hojarasca, 
de viento gélido.

Poco puedo esperar, 
mucho voy a sufrir, 
es duro amar 
en el amargo 
lecho de sal 
de tu toxicidad.


No es ser deseado


De pringosa manteca es tu amor, ese cacareo cansino y pedigüeño, que exige palabras preñadas de vacuidad, palabras que distraigan del vulgar norte, niebla para ocultar la ramplona debilidad de tu confianza. El sexo no es amor, quien ama de verdad no exige permanentemente sexo. El amor no es deseo, y menos aún obsesionarse con ser deseado.


La última misa


Aun recuerdo el brioso corcel 
que cabalgaba en tu pecho.

Nos diluimos en los párrafos 
que nunca nos atrevimos a narrar.

Nos hacemos invisibles
cuando nos acartona el tiempo.

Nos volvemos huraños 
tras los trágicos zarpazos.

Es el sino de un corazón 
que bombea arena, 
arena que se escapa 
de entre las manos.

Manos resecos sarmientos, 
que ayer fueron parra fecunda.

Nos hacemos pobres 
y nos volvemos invisibles.

El labriego mercar nos borra 
porque ya no construimos proezas.

Pobres olvidados, 
viejos arrinconados, 
que esperan la última misa 
con la que los despedirán.

Espina


"No se ama a la espina, en la plata del pie, que te impide caminar erguido."

Irsia Carolain Sprimbol

Instantáneas


Ya de todos olvidadas, 
descansan las instantáneas, 
de tu perdida gloria, 
en el fondo de un cajón. 

La vida, 
nos entierra muchas veces,
 pero la ultima es la peor. 

Se borra nuestro nombre, 
se olvida nuestra imagen, 
y arde nuestra perdida juventud 
en la pira que consume toda vanidad.

Humo, sólo hay humo, 
tras las vidas lineales, 
sin proezas.

Sólo los perros fieles




Cuando uno, 
se hunde 
en el olvido. 

Cuando uno,
pierde el presente.
 
Y pierde los vínculos 
con los afectos.

Cuando uno, 
ya no reconoce, 
ni distingue, 
la mano amiga, 
de la zarpa. 

Y ya,
no somos conscientes 
ni de nuestra 
insignificancia. 

Sólo los perros fieles, 
soportan ese desdén, 
ese cruel olvido, 
ese inintencionado desprecio, 
que es ahogarse 
y fenecer 
en el miasma 
que es no saber 
ni quienes 
éramos, 
somos, 
hemos sido.

Nada

 

Te sobreestimas 
y me desestimas, 
en este juego ridículo 
que es querer 
para después 
aborrecer. 

Nada necesito, 
porque de este mundo, 
en mi partida, 
no me llevaré nada.

No es amar


No es amor 
demandar amor. 

No es amar forzar 
que esa palabra 
brote de los labios 
del amado. 

No es amor 
necesitar.

No es amor 
poseer, 
avasallar, 
calcinar, 
someter, 
subyugar. 

En las diferencias 
está la libertad. 

Ámame 
con mis contornos, 
dentro de mis limites, 
con mis aristas, 
con el dolor 
de mis cicatrices.

Encerrar en una cárcel 
al amado, 
no es amar.

domingo, 30 de enero de 2022

Llega tarde


El tesón merma la frescura, opaca el brillo y el brío que nos embarga cuando se corona la cima a la primera vez. 
La puerta que se abre con excesiva demora, no es que no sea gloriosa su rendición, es que se llega a ella, rendido y tras traspasarla no se siente amor, se siente furia y unas ganas infinitas de saquear y tomar por la fuerza, todo aquello que tras mil vilezas, por fin, se rindió.