martes, 15 de febrero de 2022
No me doblega el manso
lunes, 14 de febrero de 2022
Día de amor
domingo, 13 de febrero de 2022
Sin manos
sábado, 12 de febrero de 2022
Frágil y lechosa porcelana
jueves, 10 de febrero de 2022
Malgastada pólvora
martes, 8 de febrero de 2022
Umbría
Mil deflagraciones
Lastimero ceño
domingo, 6 de febrero de 2022
El lobo vino a mi cama
Olvidar
sábado, 5 de febrero de 2022
Oscuridad
Sonó mi nombre en la cocina, todo estaba oscuro, no sabía muy bien que hora era. Mi madre repetía mi nombre mientras forcejeaba con la puerta. Era ya normal que estuviera desorientada, era normal que se levantara de noche y deambulará por la casa.
Dos escalones separan la cocina del comedor, había tropezado en ellos y mientras a tientas buscaba por las paredes, cayo contra la encimera, se golpeo y sangrando gritaba mi nombre sin poder en la oscuridad abrir la puerta. El maldito alzhéimer, lo estaba borrando todo de su cabeza, las horas, los días, el lugar de la pared donde está el interruptor de la luz. La maldita edad y sus achaque.
La delatora sangre hablaba de su desorientación, de sus pasos contradictorios en la cocina hasta que la luna le señalo la puerta del patio y a su boca llegó mi nombre.
viernes, 4 de febrero de 2022
Palabras estupidas
"Se pierde la progresía por infectar la mente del vulgo con palabras estúpidas, palabras que como troyanos acentúan la estupidez de la mente en la que se instalan. Las palabras plenas nos ayunan a pensar, a organizar nuestra percepción, pero las palabras estúpidas, destruyen el pensamiento critico y adormecen la percepción."
Irsia Carolain Sprimbol
jueves, 3 de febrero de 2022
Debemos impedir a veces la lógica
Hay momentos, que no se rigen por la lógica, momentos donde las manos deciden caminar por los senderos del peligro, peligros que a veces, o quizás muchas veces, nos conducen al placer.
No es vivir, el comedimiento, el reprimir y no explorar los bosque cerrados, no adentrarse en las márgenes donde la espesura nos permiten ser sin ser analizados, por el escuadrón de harpías, que sin vida propia o con una vida triste y mediocre, se dedican a criticar.
Buscar el placer, no merece ninguna critica, buscarlo y asirlo con las manos, no es reprobable, nadie debería impedir esas incursiones en los bosque de la gloria efímera, porque los placeres son fugaces, como las lagrimas de San Lorenzo, como las perseidas.
Hay momentos en los que debemos impedir, que rija nuestro destino, la lógica.