Reina de Asturias, podríamos llamar a Letizia de Borbón. Reina del glamour y de los asturianos y de sus corazones.
Es difícil crecer con el listón tan alto, pero no imposible y Letizia lo ha vuelto a hacer.
Vaporosa ha salido del Hotel y vaporosa y etérea como la glacial Audrey Hepburn, ha llegado al Teatro Campoamor.
Ha vuelto a confiar en su segundo Felipe, para brillar soberbia al lado del Rey Felipe VI.
Moño bajo y muy elaborado, frontal asimétrico con raya al lado y en la oreja despejada los diamantes negros de Grisogono. Simplemente espectacular.
Más no siempre es más y Leticia de Borbón, no necesitaba para estelarmente brillar, nada más.