Somos el placer que nos negamos, el manoseo que evitamos, el roce que esquivamos, valemos lo inalcanzables que nos mostramos. Somos mercado, mercaderes, mercancía.
La belleza es la primera que fenece. El hombre en sus entrañas atesora belleza e irreparables perdidas. Paradojas de vivir, disfrutar y perder disfrutes.
Las osadas afirmaciones retratan nuestra indigencia intelectual. La osadía retrata la profundidad de nuestra ignorancia, un poco de ciencia aleja de Dios, pero adentrarse en ella, nos acerca a Él. No niegues nunca la existencia de algo que no puedes probar, lo intangible existe con la misma fuerza y rotundidad que lo tangible. Y negar lo intangible es una osada necedad.
No hay mayor fuerza que la fe y la fe construye futuro, el futuro que nunca construirá la negación. El humano no concede existencias, porque el humano en su corta existencia nunca podrá abarcar la insistente existencia de Dios.
Me aburren los rostros entalcados, el aspecto polvoriento de los que no saben afrontar con brío y verdad la vejez. La juventud no es eterna y querer remedarla es patético siempre
"Que gran error, postergar propósitos, pensando que los propósitos tienen un tiempo, sin saber que la loca pulsión de vivir la juventud, no se puede postergar."