lunes, 28 de febrero de 2022

El apuesto necio



El estúpido mesianismo de los mediocres, charcos de lodo donde el sol no se refleja. Vivimos, quizás como siempre porque perdemos con facilidad la referencia y vemos y percibimos grandilocuentemente el ahora, tiempos de encumbrados mediocres, percibidos por la mayoritaria patulea como mesiánicos lideres. Esperpénticos tiempos donde las fotos del amado líder, que se somete a retoques para corregir sus cacarañas, corren por las cajas tontas, atontando a esa abducida mayoría que quiere medrar parasitando un sudor que no les corresponde, un confiscado esfuerzo que se dilapida para mantener la corte y sequito de nucientes garrapatas que encumbra a la poltrona presidencial al apuesto necio, que acude sin aceite a todos los banquetes y en todos, por necio, se queda en la puerta.

domingo, 27 de febrero de 2022

Océano


El océano frente a mi, 
y en la cara su frialdad. 

El deseo es oleaje, 
oleaje que sin distinción 
todo lo arrastra, 
y lo trae a la orilla, 
pudridero de banalidad.

La belleza, no es infinita, 
la adversa eternidad, si. 

viernes, 25 de febrero de 2022

Sólo creo, ya no creo


Sólo creo, 
en los espacios 
abigarrados, 
en la acumulación 
infinita,
en la absurdidad 
y la petulancia, 
en la altanera 
soberbia, 
en la enquistante 
pedantería, 
en retorcer 
tus frases, 
tus palabras, 
tus gemidos. 

Ya no creo 
nada en ti, 
en el vacío, 
en tu superficialidad 
y en todas tus rutinas, 
en tu orden 
a la hora de comer, 
en la rigidez, 
en abandonar cosas 
por el camino, 
en la imperiosa necesidad 
de viajar a lugares 
que no te dejan huella, 

Ya no creo
en tus palabras 
de amor 
que suenan 
a necesidad.

La piel nada cuenta


En la distancia 
sólo es posible 
comunicarse con palabras, 
la piel nada cuenta. 

Nos desvivimos 
por lo que anhelamos. 

Detestamos 
lo que ya poseemos. 

Tropezamos 
en el mismo pedernal 
por el vicio 
que no reprimimos. 

Renglones 
para ganar guerras 
en las que no derramamos
ni una gota de sangre.

jueves, 24 de febrero de 2022

Manos que intentan acariciar el cielo


Hay cuerpos, 
que es imposible 
no desearlos. 

Las luces estroboscópicas 
iluminan con sus espasmos, 
las manos que levantadas se agitan. 

Voy de alcohol y estasis, 
trágica combinación 
que me hace 
desear e imaginar 
que esas manos acarician 
todos y cada uno 
de los centímetros 
de mi cuerpo.
Imaginar que esos 
dedos largos y finos 
enredan y hacen caracoles 
con mi ya de por sí encaracolado 
vello púbico.

Hay cuerpos, 
que es imposible 
no desearlos. 

Hay manos que sé 
que colmarían 
todos mis deseos. 

Me he quitado la camisa 
y a puro mi decima cerveza, 
tengo el corazón a mil 
y las locas manos 
que hay entorno a mi, 
me hacer dan vueltas. 

Cada segundo es valido,
cada locura es vivir, 
aunque sea a fogonazos, 
en esta selva de saltos 
y manos que intentan acariciar, 
como yo, 
el cielo.

miércoles, 23 de febrero de 2022

Abismo


¿Qué hace a las palabras distintas? 
¿Qué hace que algunas palabras venzan la distancia?
¿Qué hace mi mano cuando desespera porque no te alcanza?
¿A dónde yo no iría para saciar mis ansias?
¿Qué haces que no escuchas mis palabras?

Si existe el abismo, 
existe y tan vivamente lo siento, 
que ruedo por él, 
y en ese rodar me muero.

Cárstico


Mi dolor es cárstico, 
paisaje interior, 
de grandes 
y subterráneas cámaras, 
donde he enterrado 
ya a demasiados reyes.
Piedra caliza 
de aristas afiladas 
y cortantes, 
pasadizos angostos 
que yo sólo tránsito, 
pasadizos encharcados 
de lágrimas de desesperación. 
Quizás, 
sólo quizás, 
algún día 
la enormidad subterránea 
de mis tragedias 
aflore 
tras el terremoto 
final de mi adiós. 
Me arrepiento 
de todas las cosas 
que me he guardado, 
y que quizás, 
sólo quizás, 
se sepan 
con mi deflagración.

martes, 22 de febrero de 2022

Patibularias


"Tras la estelaridad siempre hay atroces dramas, jugosos manjares para las arpías patibularias. El éxito es abnegado esfuerzo, aunque a veces se toman escabrosos atajos"
Irsia Carolain Sprimbol

lunes, 21 de febrero de 2022

La última vanidad


La última vanidad, la última instantánea, abrir y cerrar de ojos que busca nuestra eternidad. La belleza de la desgracia, el dolor que intenta inmortalizar la belleza. Pasajeros de un tiempo que consume vidas, que derrota el recuerdo, que llena de nieblas nuestro eterno descanso. Es el último acto de valentía del pequeño David que sabe que nunca vencerá al cruel olvido que es Goliat.

La herida de mi presente


Que fácilmente afloran los recuerdos en los días tristes, cuentas pendientes, momentos de supina dicha, conflictos, olores, traumas, todos ellos estancos en una memoria maldita que vuelve a arrojar sal sobre la herida de mi presente infelicidad. Siempre que se esfuma el dulzor vuelvo a zambullirme en el mar. 

La cólera de la inferioridad


"La envidia es un francotirador, que te pone en la mira de sus traumas, que embargado de la cólera de la inferioridad, apunta a tu regia testa y dispara con frialdad."

Irsia Carolain Sprimbol

Quizás


Tras 
la cima 
de reír, 
llega
el valle 
de llorar. 

A veces, 
muy pocas veces, 
casi nunca, 
somos conscientes 
de que los ojos 
del mundo 
filman 
nuestros traspiés.

El rival 
agazapado
los observa 
y busca 
en nuestra actuación 
los errores 
con los que 
nos va 
a ametrallar. 

Sonrío, 
aunque 
mi interior 
está anegado 
y ya no puede 
embalsar más. 

Ten cuidado 
y mimetízate 
con la fiesta 
del mundo, 
con su banalidad.

Sólo quien 
se esconde 
en el banco 
de dorados 
y acicalados 
peces, 
que bulliciosos 
por las calles 
rinden tributo 
al labriego mercar, 
sobreviven 
para 
en el último 
segundo 
rodar, 
a la fosa fría, 
que quizás, 
sólo quizás 
nos abra 
la puerta 
de la eternidad.  

  

domingo, 20 de febrero de 2022

El orgullo que no existe


Miradas 
de pena e ira, 
que ávidas 
de traspiés, 
pasan la vida 
en las ventanas. 

Lenguas esclavas 
de la maledicencia.

Todo es bajeza, 
no se puede 
quebrantar 
el orgullo 
que no existe.

Que cuelguen 
al reo 
de la rama 
del viejo roble, 
a la vista 
de todos, 
en la plaza. 

No hay nada 
más suculento 
para una arpía 
que ajusticiar 
a un inocente.

Gorriones


Crepita el cielo 
en las negras aguas 
y el jinete 
sin cabeza
lanza saetas 
a los dormidos 
gorriones, 
ángeles, 
que buscan 
praderas 
donde recostarse 
y gozar 
del sol. 
Formulo caprichos 
que me complace 
el peón.
Recito suspiros 
en muy baja voz.
Guíame, 
que en aquel corro 
creo haber oído 
hablar de él.
Méceme, 
que en los sueños 
nada turba 
el disfrute 
de su rubor. 
En el suelo 
yace el nimbado, 
victima del desamor.

sábado, 19 de febrero de 2022

Sólo aire


Me obceco en disfrutar el perfume de tu nada, erial en el que mi loco empecho ha edificado mil castillos. Me empeño en ver horizontes desde los matacanes y soñar que te rendiré en los adarves. Sólo aire, sólo insípido e inodoro aire habita en tu yerno valle.