domingo, 20 de febrero de 2022

Gorriones


Crepita el cielo 
en las negras aguas 
y el jinete 
sin cabeza
lanza saetas 
a los dormidos 
gorriones, 
ángeles, 
que buscan 
praderas 
donde recostarse 
y gozar 
del sol. 
Formulo caprichos 
que me complace 
el peón.
Recito suspiros 
en muy baja voz.
Guíame, 
que en aquel corro 
creo haber oído 
hablar de él.
Méceme, 
que en los sueños 
nada turba 
el disfrute 
de su rubor. 
En el suelo 
yace el nimbado, 
victima del desamor.

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