Sin seguridad

Lo que está en las dobleces, en las dobleces debe permanecer.
Tapado, escondido, oculto.
Nuestra intimidad no soporta la luz.
No soporta la autopsia del amanecer.
No soporta la letra enorme del titular.
Trastienda que no mantiene la pulcritud de la tienda.
Escaparate que vende un orden que no hay en el interior.
Primerísimos primeros planos que hacen aflorar la tapada cacaraña.

Cerrar los ojos

Con frecuencia cuesta tanto ser bueno,
cuesta tanto ser un atolondrado que cierra los ojos a tanta maldad.
El mundo es un entente,
un pacto entre fuerzas,
entre la tiniebla y la luz.
Frenar no es un acto pacífico,
es cuestión de fuerza frenar la barbarie.
Sólo el pusilánime quiere contener con besos a su aniquilador.

Lejos y cerca

Yo aun sin querer te quiero.
Yo a un sin deber te amo.
Me ofusca el olor que acelera mi sangre.
Me turba la piel que nunca he tocado.
Estando tan cerca, te siento tan lejos.

No soy mis vicios

Es el desahogo un aliviadero.
No es el desahogo lo que nos colmata.
Yo no soy mis vicios.
Tengo vicios para mantenerme cuerdo tal como soy.
Que presto se pierde el que está perdido.
Que rápido se encuentra el que está aliviado.
Sólo soy lo que me cimenta, soy vaso que contiene mil cosas.
Soy mucho más que lo que dejo escapar.

El cielo redentor no existe

Se encadenan las despedidas en esta cadena de ausencias.
Eslabones de temor que me encarcelan.
Lúgubre celda en la que el prometido cielo redentor no existe.
Soy un monigote en manos del miedo.
Un pelele de harapos sin ninguna fuerza.
Depresión sin gloria, de techos muy bajos.
Valle cerrado que tantas alimañas pueblan.
Nada vuelve y menos aún lo delicado y evanescente.
Niba al ciprés la ira de su soberbia.
Mundo angosto de gente zafia que no sabe llorar las pérdidas.

Textos de hiel

Son inquietantes los zarzales, de las frases de los justificadores.
Sin seguridad no hay progreso, no hay cordura, no hay orden.
Quien se oculta y enmascara nada bueno persigue.
No hay nada peor que rodear de palabras de justificación el delito.
Redacciones tramposas de textos de hiel.

Lo ingente

Que pequeños somos al lado de lo ingente.
Enormidades que nos menguan.
Pequeñeces que nos minan.
Silencios que nos atenazan.
Indiferencia que nos vence.

Walter Cessna

Es el visionario, su peor enemigo, es su cordura una fiera voraz que pide incesantes sacrificios. Altar de las hecatombes que nunca está satisfecho. Artistas malditos que caminan al filo de la perdición, marcados con los colores violentos de la demencia, soñando con una inocencia y una puerilidad que se perdió muy pronto, que se disipó justo al nacer.
Qué árido es ser genio, es ser poeta, en este páramo de mediocres, de seres obtusos, que con sus miradas lascivas te hacen desfallecer. Nunca se es lo suficientemente fuerte para nadando contracorriente, vivir una corriente muy larga. Son los delicados y salvajes, los primeros en irse, en abandonar este escenario, que marchita belleza y agria el elevado espíritu de los trovadores.
Walter Cessna, se ha ido pero nos ha dejado su paraíso psicotrópico, de amores placebo, de efebos de tormenta, de rostros sin ahormar, que este mundo de conformismo y miasma diezmará. Él aún habita en sus paraísos rosas, de niños insolentes, de diablos rebeldes, de amores efímeros y sin paz. Ser inconformista es dormir poco, soñando mucho y eso siempre es desquiciantemente agotador.
Sin cautelas todo nos invade y rendidos por la noche oscura, sólo cabe volar.

Ir muriendo

¿Dónde iría yo sin ti?
Llueve gélido hielo.
Son frías las campanadas del adiós.
Madejas que dan por finiquitadas las Parcas.
¿Que es vivir? Sino ir muriendo.

Estalactitas

Espirales de desasosiego.
Laberintos de incertidumbre.
Ríos de lágrimas subterráneas.
Lagos custodiados por pinjantes estalactitas.
Cárceles de carbonato cálcico.

Cortar redime

No nos salva abandonar el infierno.
Nos salva contar que estamos en él.

De besos y lazadas

El amor es una ligera lazada.
El amor ata con besos.
El amor no encierra, libera y exhibe.
El amor no impone camino.
El amor en el camino acompaña.

Mis amigos

Son mis amigos los que lamen mis heridas.
Lamo las heridas de los amigos a los que amo.
Paño de lagrimas, lagrimas que al rodar por mi mejilla las enjuga su paño.
Memorizar sus nombres en los sinsabores.
Me sosiegan sus manos, cuando me envenenan con hiel.
Próximo, cerca, sintiendo.

Labro

Labro la tierra que estercolan mis muertos.
De ella soy y en sus surcos descansar un día espero.

Abraza y mata la hiedra

Suave es el viento que entre lágrimas acaricia la floración.
Delicada nieve de almíbar que liba el abejorro.
Somos instantes que las campanas de la muerte truncan.
Ansiamos lo que no podemos retener.
Tristes días grises.
Abraza la hiedra a la desnuda parra, la abraza y la mata.
Competir es anular, eliminar, exterminar.
Vivimos devorando, engullendo belleza.
Es mi corazón de acero el que templa mis nervios.
Ni con más soy feliz, casi siempre soy feliz con mucho menos.