miércoles, 12 de julio de 2017

Miguel Ángel Blanco


"El terror inconsciente fabrica mártires, para que la purisima sangre no se derrame en balde."
Irsia Carolain Sprimbol

lunes, 10 de julio de 2017

LA PRIORIDAD URBANÍSTICA NO ES CONSTRUIR, ES ARREGLAR LO QUE YA TENEMOS


«La prioridad urbanística es arreglar lo que tenemos, no ampliar la huella y con ello cargarnos el entorno. En urbanismos, menos, siempre es más»
-Detrás de un derribo hay motivaciones muy distintas. No es lo mismo demoler para sustituir viviendas en mal estado, que el problema de restaurar la legalidad urbanística. En este último caso, la clave es hacer que las leyes sean efectivas, que se cumplan y que orienten el crecimiento de los municipios. Para eso hace falta una actitud de vigilancia, estar atentos, y rendir cuenta de nuestros cargos, desde la vocación de servicio que es la política se debe vigilar, en aras de la transparencia y la legalidad, no por el lucro, el amiguismo y la especulación. Las sanciones son el último recurso pero no se deben desdeñar, no bebemos facilitar la conducta delictiva del urbanismo sin norma y prevaricador, y la demolición es la ultimísima acción, cuando todo ha fallado y el impacto es muy grave. Una ley no es operativa si no es respetada por la población, y el respeto tiene que estar salvaguardado de forma coercitiva. Pero yo quiero ser positivo y también veo dentro de la disciplina urbanística una labor pedagógica que es muy importante, que consiste en convencer a los ciudadanos de que cualquiera, si se preocupa, puede cambiar las normas de su territorio, porque además van a influir mucho en sus vidas en el futuro, en la conservación de un hábitat que en el siglo XX y XXI nos estamos cargando.
-Los planes urbanísticos no caen del cielo, deben ser fruto de un sesudo consenso, no de la especulación sobre el suelo y la arbitrariedad. Lo que está en juego no es que alguien desde arriba decida lo que se puede hacer y lo que no, sino que la comunidad elija sus prioridades, que espera del futuro, los riesgos de construir en el monte, son los grandes incendios y la esquilmación de acuíferos. Es importante que la gente esté atenta y haga escuchar su voz, voz sensata, pero ojo, la de todos: los vecinos, los empresarios, los ecologistas... Siempre digo que un plan urbanístico es como una Constitución del municipio, y será mejor cuanto mejor se conviva. Y, claro, será más antipática si la gente se considera ajena y siente que se hace política con el urbanismo y se especula con la construcción..
Los nuevos usos, y el descontrol municipal están degradando nuestros pueblos y nuestros monte, nada produce más impacto en un enclave natural, calificado de suelo rústico, que una construcción ilegal.
Yoransel de Omatog

domingo, 9 de julio de 2017

PREVARICACIÓN URBANÍSTICA EN HOYOS.


Una de las causas,  y tipificada como tal, de los grandes incendios que sufrimos, son la construcciones ilegales en nuestros montes. Las casas que contravienen todas las normas y degradan nuestros campos, nuestros bosques. Falsos guardianes del bosque, que lo que realmente hacen, es destruir con su urbanismo ilegal, el paisaje, nuestra fauna, el frágil ecosistema de nuestra Sierra.
No se pueden ganar todas las batallas, por eso hay que saber encajar algunas derrotas, porque nuestro objetivo es ganar la guerra.
En Hoyos se ha creado una extraña Asociación del Castañar y al frente de ella se han puesto, pobladores ilegales de nuestros montes, NEORURALES, que van a pillar cacho, con esa engañosa Asociación, que lo que persigue es crear un idílico parque alrededor de sus casitas ilegales,  casitas que degradan el paraje, casitas que tras construir saltándose todas las leyes, quieren ahora con artimañas urdidas desde la Casa Consistorial, blanquear, legalizar. Y para ello cuentan con todos los parabienes de nuestro Alcalde, Don Óscar Antúnez, que no se para en barras y PREVARICA, para que sus amiguitos los PODEMITAS, salgan airosos de estos ilícitos y no paguen las multas que deben sancionar estas MALAS CONDUCTAS.
No me voy a perder diciendo todas las irregularidades que rodean esta extraña y cortijera asociación, pero sólo os daré un par de datos. Extrañamente hay cinco tipos de socios, de los que solo uno de ellos posee parcelas en el Castañar. Todo esto está en el PROYECTO MOSAICO, mosaico de ilícitos podría llamarse. Segundo para asociarse se puede vincular la propiedad sin ser propietario, sólo es suficiente, necesario reflejar en el papel, en el impreso a rellenar, sin ningún poder notarial, el parentesco que uno tiene con el propietario de la parcela, es un poco para alucinar, tu sobrino lejano puede vincular por ti tu parcela, sin acreditar tu permiso.
Decir también, que los tres primeros que encabezan, el poder de esta Asociación, ya sean ellos o familiares de primer orden, han construido casas ilegalmente en algún paraje de Hoyos.
Don Ignacio Trives Pire, tiene supercasa ilegal en el paraje de los castaños, este señor es el Secretario de esta estafa de asociación; Don José Justo Izquierdo Rubio, Tesorero, tiene casa ilegal también, con un expediente de legalización iniciado y con el canon urbanístico aprobado para ayudar a su legalización por parte del equipo de gobierno socialista, vamos prevaricación descarada de Don Óscar.
Queda constatado, como se hace torticera política con el urbanismo y como se pretenden entregar nuestros particulares montes a una Asociación con fines muy espurios.
Ese es el pan nuestro de cada día en Hoyos, comportarse de modo ilícito, o amparando ilícitos desde la Casa Consistorial.
Recuerdo también, que en el equipo de gobierno, hay dos concejales más con casas ilegales, pero en este caso en el término de Acebo, Don Aurelio García Bermúdez y Doña Esther Jacinto Iglesias.
Nuestros montes arden y ellos los que están elegidos para cumplir la ley y no la cumplen, se preguntan por qué. Arden por su culpa, porque el urbanismo ilegal es una de las tres razones por las que se producen GRANDES INCENDIOS.
Es duro ver que el Presidente de Redes de Municipios, que ha sido Alcalde de Hoyos, Presidente de Adisgata y de la Mancomunidad, sea el primero en incumplir la ley. Y CULPE EN PLENOS A LA LEY DE MONTES DEL PP, cuando él sin recalificar y sin permiso construye.
Está claro que no todos somos iguales, porque para ellos no existe el límite de la ley, pero para todos los que no son de su cuerda si.

Por ORGULLO


Interesante y acertada reflexión, ser una pieza que encaja en el sistema no es un orgullo, es un hecho rodado, lo difícil es buscar un digno hueco y el respeto en una sociedad que te desencaja y discrimina con facilidad. Asumir que amas y te enamoras de personas con tu mismo sexo es algo que no tiene inercia, es una corriente que a marrazos emocionales vas a crear.

sábado, 8 de julio de 2017

Berenice


La ficción nunca supera a la realidad. La realidad y sus descarnados matices no son aptos para ser novelados.
Una nube de moscas oscurecía el pringoso velador de mármol de la terraza del Café Internacional, moscas que en aquel blanco ruedo de Macael libaban, los turbios néctares remostosos de los excesos de la noche anterior.
Berenice, las espantó y se sentó a la sombra raquítica de la palmera washintonia, café negro para aclarar la agotadora noche. El sol mordiente evidenciaba la decadencia, mostraba la sinceridad de unos labios rojos que querían descansar, delataba la somnolencia de unos ojos negros con demasiada sombra azul, sol que iluminaba la bizarra barba del querer y no poder ser. 
Sorbió el café frío y espanto con sus enormes manos de uñas rojas, la nube de moscas y se levantó y entró en el local.

Piluca de Utiel


Como todo, en esta vida todo es pura relatividad.
No pierde gloria quien nunca la ha tenido, fachada telón que oculta la gelidez de una cumbre borrascosa, tras los edificios están las vidas y no hay mejor forma de narrar que la autobiográfica. Sólo exprimiendose la dicha es jugosa. La sofisticación nos distancia del animal y no hay animal más sofisticado que el decadente. Así reflexionaba Piluca de Utiel en su última misiva.
Que tedioso estaba resultando aquel verano, se sentía como un terrón de azúcar que presiente que se diluirá en una repentina tormenta.
Gaspar y su vida disoluta la abochornaba, pero no podía hacer nada, era incluso mejor no hacer nada, cuanto más tiempo estuviera ausente, menos le incomodaría su presencia. Pero sola y sin iguales se desmoronaba en los días idénticos, solapables, predecibles, en las horas muertas, en las visitas crueles que le lanzaban indirectas.

Domingo sin misa


Cabaret de domingo sin misa.
De colores sin tono.
De mondonga de la jet set.
Dolidos sin herida.
Estigmas coloreados.

El olivo patrio


Sólo los perdedores buscan excusas.
Buscan paralelismos históricos.
Buscan excusas en un pasado que deberían tener aprendido y dominado.
Buscando dividir, han terminado divididos.
Amalgama de serpollos que se querían cargar el patrio olivo.

Estandaridad


Que elegante y magnànima la máxima, "aranquemos de raíz las malas hierbas", como si los humanos que discrepan, merecieran arder en las " Rozas por fuego" de la purga del Dios de la estandaridad. 
Equidad que no ramplona uniformidad.
Pares que no primos.
Primos que no pares.
Yoransel de Omatog

La calle de las favoritas


La Búfala, Eulogia la Repugnancia, vivía en un vulgar palacete en la calle de las Favoritas, La Repu era una verdulera de huesos anchos, había sido la friega pucheros del alcalde, todo el mundo en Arrianápolis sabía y murmuraba que seguro que no era a lo único que sacaba lustre la bodoquera baladrona de La Repugnancia.
La Búfala llegó de Los Pujos un caserío en la umbría de Montrraso. Era un ser rastrero y servicial, una fiel rottweiler, una perra de presa que defendía la casa en la que sirvió a pesar de que era rica por esos caprichos que nos depara la fortuna. Rica, envidiosa y mayúsculamente vulgar. 
Era un ser impresentable que vivía con el único objetivo de obrar maldades.

Macario Portiño


De nuestros enemigos líbranos Señor Dios mío.
De La Repu, la zorra rabiosa que vela por los intereses de Macario Portiño en la Casa Consistorial de la Noble Villa. 
Le llamaban el alcalde porque en tiempos lo había sido, ahora desde su casa postrado por las dolencias que le habían sobrevenido de tanto hacer maldades, gobernaba el Ayuntamiento a través de peleles, hombres de paja que con fe ciega obedecían sus órdenes, así era el gran urdidor, Macario Portiño.
El tarascón era teniente alcalde, un cargo para el que no estaba cualificada pero que permitía al Portiño controlar y fiscalizar el cumplimiento de sus órdenes.
Siempre todo está comprado, siempre todo se ata y desata desde el ángulo más oscuro, desde el más espurio de los intereses, y Arrianapolis en esto no era una excepción.
La casta de los Portiño, era una calaña de arribistas, que comenzó su posicionamiento en el poder por el matrimonio de Macario con María Teresita de Cominges, una pánfila que todos pensaban que se quedaría para vestir Santos, pero que contra todo pronóstico se casó, de forma descabalada pero se casó. Así llegaron o los hicieron llegar al poder que es tener la vara de mando de la casa y las finanzas de la ciudad. María Teresita era la última hija única de una sucesión de matrimonios de hijos únicos casados con hijos únicos, con el único fin de unir haciendas y llegar a un estatus que sin una planificación previa nos estaría negado.

Arrianápolis


No es fácil entender las tramas si no te sumergen en ellas. Arrianápolis era una ciudad que sólo se abarcaba por inmersión, buceando en las profundidades de su submundo.
Argimiro se dejaba morir en su barraca de la Cala de los Cangrejeros. Dolorosamente le bramaban las tripas y sentía como la muerte le arañaba el estómago. Las licencia de joven no las tolera la vejez, y él se había machacado mucho a lo largo de su vida. Sentía acurrucado en su catre que aquella no era como las anteriores, sentía el frío de las Parcas, aunque como en todo, sabía que quizás hubiera una rendija de esperanza.
La barraca era un cubil de maderas de naufragio y palmas, a través de su nula estanqueidad se filtraba la sal, el olor a mar, el sol.
Argimiro había dedicado su vida a atrapar cangrejos, a coger caracoles y lapas, a pescar cabozos en las aguas someras de los acantilados de lavas cordadas, en las playas negras de arena basáltica.
Vivía de vender este menudeo a los bares y tabernas de la calle Durán.

Argimiro


Argimiro era el progenitor de La Repu, nada más llegar de Los Pujos, su mujer La Nazaria Melo, lo abandonó, lo echó a la calle, lo sacó a empellones del cuchitril que habían alquilado encima del economato de pobres. La Nazaria se libró del infeliz marido, que uso para salir de Los Pujos y del infierno de la casa de su padre, Damián el Culebra. Se libró de él porque era un obstáculo para ejercer el oficio más antiguo y rentable, oficio en el que ella ya estaba bastante curtida, oficio con el que preveía en el Barrio Ruso medrar.
La Repu apenas tenía un año cuando Nazaria largo a su padre y lo abocó a la vida de tragos y vagabundeo que llevaría hasta el fin de sus días en la Caleta de los Cangrejeros.

Cesáreo Bellosol


Cesáreo Bellosol nació protegido, pero no mimado. La soledad es la madre del rendimiento intelectual, en los cuartos altos del almacén de sus padres solía jugar con sus amenazados juguetes, solía leer e imaginar, solía divagar sobre las lecciones de arte, literatura o filosofía de Don Porfirio. Rendían más las clases en el despacho de la casa del excéntrico profesor, cada alumno en su hora o hora y media de clase recibía toda la atención de aquel maestro de todo, empático y suspicaz, que sabía dar con la clave del interés hasta de los muchachos más díscolos y despistados.
Bellosol veía el mundo con las claves de Don Porfirio, veía los edificios con las claves de estilo y veía a través de las ménsulas, rocallas, dinteles, o jambas, el cifrado poder de quien habitaba aquella casa. Bellosol veía más allá de la carcasa y superficie de las cosas y se sumergía en la profundidad de las aguas de una sociedad aparentemente somera.

La Repugnancia


El sol estaba en su cenit y La Repugnancia se asolanaba en una de las terrazas de su palacete, en la calle donde vivían las mantenidas, aunque a ella no la mantenía nadie, se mantenía ella sola con las rentas del plazo dijo que tenía en el Banco Central, es la suerte la que la hizo rica después de una vida de calamidades. Era acaudalada, pero poco fina y elegante, era la vulgar Marquesa de Torrezno como la llamaban en los mentideros del abasto cuando con brisa y tufo verdulero iba a comprar.
Se torraba al sol como una venenosa lagarta, mientras alternaba sorbos de coñac con grageas de sales de litio, que se agenciaba en la botica de Los Dolientes. No estaba de moda broncearse pero en ella nada iba a la moda, a pesar de sus intentos de seguir las directrices de estilo de Bárbara Pimentel de Castelflorit.