domingo, 7 de marzo de 2021

Apolos imaginados


A la sombra de las plomizas nubes, 
el viento orea la ropa blanca, 
las sábanas blancas de ni desdicha, 
amores imaginarios de mi alcoba.
Amenazan las tormentas las flores del almendro,
el zumbido laborioso se la infatigable abeja,
soy yo un trapo blanco que ondea en el aire, 
un espectro casi transparente que ya se rinde.
La Parca siega hierba bajo mis pies, trunca primaveras,
esparce congoja por los prados 
y me recuerda grano a grano la malgastada arena.
Ha vuelto a cigüeña al mástil desarbolado de la centenaria palmera. 
A la sombra de las plomizas nubes, 
mi mano enreda con el cabello ensortijado 
de los Apolos imaginados, que mi lecho pueblan.
Se marchita el laurel de las gesta 
y se arquea rendido el torso bravo, 
vencido por el peso de tantos días, de tanta arena.

sábado, 6 de marzo de 2021

Patibularia y yerma explanada


Aguijonea, con saña mi pecho, 
tu insolente desprecio.
Más yo sigo, 
rendido a tu gélido aliento.
Hojalata orinada 
es la espuela 
con la que me zahieres.
Más yo sigo, 
y soporto 
la cruel matraca 
de tus palabras de hiel.
Estúpida es esta rendición esclava, 
este sin vivir sin fuego. 
Más yo sigo 
y mendigo 
una cercanía que me lacera.
Sin ti muero y tu desamor me mata, 
y es tal el desafuero 
que enredo con cuchillitos de plata, 
en este corazón mío y maltrecho,
que es el acerico 
de tus frívolos caprichos, 
que insensibles a mi infierno 
me abrazan y zarandean, 
me embaucan y me siembran de celos.
Más yo sigo, 
a tus labios de miel 
que me humillan altivos, 
en esta patibularia explanada.
Más yo sigo, 
robando y rogando 
una proximidad que me envenena 
y desencadena el torrente del llanto 
que acarcava de ira 
la tersura de una piel 
que tu diabólico acero rinde, 
con tu mirada de ámbar, 
con la bruma de tus negras pestañas,  
en esta patibularia y yerma explanada. 
Soy carnero enredado 
en la falsedad y el juego cruel
de la idealización de tus zarzas.


viernes, 5 de marzo de 2021

La muerte todo lo achatarra


Uno en la inmensidad. 
En la inmensidad, uno deja de ser.
Nos ahogamos en el infinito, 
partículas insignificantes 
que engulle el océano.
El viento borra nuestros pasos, 
la maleza nuestro camino, 
el olvido las proezas 
y el fuego nuestras letras.
Si yo no te quisiera no existirías 
en este maldito valle de tiempo finito.
La muerte todo lo achatarra.

martes, 2 de marzo de 2021

Libres


Nos atropella la vida 
y no nos percibimos, 
nos destroza vivir 
y seguimos sin percibirnos.
Existen los espejos, 
pero no existe 
nuestra capacidad 
para percibir esa cruda realidad 
que es la destrucción.
Las estrellas brillan en la noche, 
pero no nos marcan ningún camino, 
somos libres para tropezar, 
libres para incendiar 
las naves de nuestro futuro.

domingo, 28 de febrero de 2021

Lo natural no necesita ser razonado


Abrazamos teorías para abarcarnos, cuando la aceptación, nada tiene de razonamiento. La plenitud es sólo asumir que todo lo que pide, demanda y siente nuestro cuerpo, es natural, y como natural, no necesita ser razonado, porque en la naturaleza no existe la perversión. La perversión, existe en la mente retrograda del que no asume, que no somos iguales, que somos diferentes en las formas de buscar la felicidad, el placer, la posteridad, el amor.

sábado, 27 de febrero de 2021

Soy urraca, picaza, picaraza, marica y pega.....


Soy príncipe sin tinieblas que ya saborea la insípida eternidad. 
Está bañada de luz muy fría mi desesperación, 
ese jardín arrasado por la estampida de los recuerdos, 
por esa manada que deambula en mis noches destrozando rosas. 
Soy desigual, de bordes cortantes, de interior lacerante, de estulta pasión. 
Soy, y me temo, en ese remolino de color y demencia, que mancha con ridículo tino. 
Soy y no olvido, aunque olvidar quisiera 
para descansar de esta guerra de afrentas pendientes, de carceleras deudas.
Soy reino de urticantes fresas, de relamida violencia, 
de espasmos y noches plagadas de curvas que me aturden y envenenan.
Soy sin querer serlo, y tanto soy, que desbordo el tablero de mi partida 
y en incursiones y razias rapiño torres y alfiles en los dameros olvidados 
de los que ya han perdido hacienda y vida.
Soy hurraca, picaza, picaraza, marica y pega.
Soy ladrona astuta que atesora olvido, que llena su casa del calor de los que ya se han ido.
Soy camino de destellos, que voy jalonando de dadivas que impidan mi olvido.
¿Quién se acordará de mi cuando ya este muerto?
Príncipe sin tinieblas por atesorar destellos,


Deambula




Vivimos 
soportando la vida, 
bebiendo 
para poder vivir. 
Tragos amargos 
que nada endulzan 
y si algo restaña, 
es precipitar el olvido. 
Un olvido narcótico, 
donde la mano 
deambula 
por cuerpos 
de idéntica fatalidad.

viernes, 26 de febrero de 2021

Yo muero


Igual, si llueve. 
Igual, aunque hace sol, llueve.
Nuestro tiempo 
está tasado,
medido al extremo. 
Reseca la brisa 
de este infernal tiempo, 
las briznas 
de lo que ansia ser.
Quisiera dejar de amarte, 
quisiera no sentir nada.
Las montañas, 
no saben refrescar su frente, 
no saben dejar de ser montañas.
Jamás, sopese el tormento 
que es amar, 
la angustia, que es desear 
y deambular por las curvas del infierno.
Viento majestuoso,
 que mece a los grandes robles, 
seca las lágrimas de mi desconsuelo, 
que los labios que yo quiero, 
no me besan, 
y sin sus besos, 
yo, muero.

miércoles, 24 de febrero de 2021

De nada sirve


Vivir es rodar 
por los brazos fatídicos 
de los errores elegidos.
Vivir es suspirar 
y temblar 
cuando no has sido 
aún abrazado 
por los erróneos brazos.
De nada sirve tropezar, 
el tropiezo no resiente la ilusión, 
ese latir veloz que nos ruboriza 
al sentir el primer roce.
Mil veces me apuñalan
y mil veces no lo veo venir.

No hay milagros


En este maldito pueblo, acostarse con alguien no es un pecado, es un milagro.
Que estemos juntos es un fatalidad fruto de la ausencia de otra posibilidad, estamos infinitamente solos, predestinados y forzados a la vez a amarnos y a ser nuestra única compañía. Nuestro amor no excluye a nadie, es simplemente que no hay nadie a quien excluir. No hay milagros en este maldito pueblo de sombras y anodinos grises.

En su propia fosa caerá


No entiendo porque he pasado toda la vida obsesionado con la autosuficiencia, empeñado en no depender de nadie, en deber lo mínimo, en no enamorarme, y en aborrecer esa sensación de necesitar a otro para calmar mis ansias. 
La verdad, es que son muy pocas las cosas que entiendo de mi infancia, ese pasado inamovible, esas piezas que encajan soldadas y que arquitraban mi personalidad, que son el cimiento de mi hoy, y que me afano en comprender, para explicar la soledad de mi presente.
No entiendo esa manera mía por reusar el contacto fisico, ese temor a la caricia, esa intranquilidad que me anega cuando percibo que comienzo a depender de alguien. 
Soy infeliz, es una maldita infelicidad que yo propicio, en la que incluso se podría decir que me regodeo, en la que malditamente me complazco, como quien alcanza una cima sin ayuda de nadie y su éxito a nadie se lo debe y con nadie lo comparte.
Hace muchísimos años que decidí estar solo, hace muchos años que soy desagradable con los pocos que se me acercan. 
Estoy haciendo balance de mi vida, forzado porque soy infeliz y porque me encuentro en un punto de imposible retorno. Estoy desencadenando esta catarsis, empachándome de vidas de otros, de conflictos de otros, para poder abarcar los míos y atisbar por esa puerta entreabierta que es imaginar, como hubiera sido mi vida si no me hubiera obsesionado con no amar.
"El que extravía a los hombre rectos por el mal camino, en su propia fosa caerá." Proverbios.
He rechazado tanto, que ahora me rechazo a mi mismo.

martes, 23 de febrero de 2021

Letal

 

Es letal la mirada cándida, 
esa sin razón que nubla el cielo radiante.
El infante inteligente maquina en sueños.
Somos los días que recordamos, 
los sorbos que nos precipitan a la locura.
Es letal abrazar la escamosa perfidia.
Es sublime olvidar los borrones 
que hacen amarga la espera.
Maquina en sueños 
el que logra fácilmente la proeza.
No está el placer en las calles principales, 
en el alambicado destello de los días de fiesta.
No llores al atardecer tras malgastar otro día.
Es letal besar la inocencia, 
el suelo virgen que no tiene aun cenizas.

jueves, 18 de febrero de 2021

A veces tengo días complejos


A veces tengo días complejos, días de atmosferas enrarecidas, días de humo. Es amanecer y comenzar a oler la catástrofe, la densa desazón que comienza a embargarme. Es dañino ser poroso, tan permeable a las nieblas de la añoranza, de los traspiés que vuelven. 
Son muchas las veces que tengo días complejos, inabordables, poliédricos, días de cortantes aristas que me hacen sangrar en silencio, en la desesperación que es esconder mis melancólicos estados tras la coraza de la sonrisa, esa mueca tan estudiada, esa carcelera fachada que contiene mi ira y no permite pasar a mi alma el bálsamo del consuelo que es mostrarse débil y herido.
Son muchos mis días grises, días que acontecen con demasiada frecuencia bajo un radiante sol. 

lunes, 15 de febrero de 2021

Torre de angustia


Los amores imposibles 
no se acaban nunca, 
duran toda la vida. 
Son una cuenta pendiente 
con la fatalidad, 
una herida abierta,
una gélida corriente 
que nos asola 
en las invernales noches.
El fracaso no desmonta 
el férreo andamiaje 
de la idealización.
El rechazo no desanima, 
sólo nos sume 
en un letargo que espera 
la imposible primavera.
Pozo de desesperación.
Torre de angustia.
Palacio en ruinas 
que espera un príncipe 
que nunca llegará.


domingo, 14 de febrero de 2021

Mar de salados fracasos


El éxito es sólo 
un vertiginoso acantilado 
que con feroz tesón 
lame la cima, 
enorme y embravecido mar 
sobre el que es 
tan fácil precipitar, 
mar ansioso que engulle 
sublimes y coronadas testas,
mar de salados fracasos.