viernes, 21 de enero de 2022

Las reglas


En las reglas, 
finas líneas 
que contienen 
el brío 
de mi sangre, 
caudal carmesí 
que tu roce 
desboca.

Me hiere 
la lanza 
de tu verbo 
y no sangro, 
la dolorosa 
hemorragia 
contengo. 

Armado
con la inculcada 
norma, 
que me impide
mostrar 
en publico 
mis fisuras.

Mostrar
las heridas 
de tu desdén, 
el desprecio 
de tu mirada, 
que me castiga 
por el mero 
capricho 
de probar 
mi fidelidad, 
mi  esclavo 
vasallaje.

Y mi 
contención 
insolente, 
impasiva, 
te altera. 

Y la derrota 
de tu hiel, 
acentúa 
tu aguijoneo, 
que busca 
mi sangre.

Pero el ejercito 
de mis normas 
recorre 
sin descanso 
mis adarves 
y frena 
toda fisura, 
toda debilidad, 
toda visible 
derrota.

Y tú, 
sin mi sangre 
mueres.
Porque 
en tus reglas 
no hay victoria 
sin heridas, 
que mortalmente 
sangren.

jueves, 20 de enero de 2022

Ser para ti


Quiero ser como tú, 
herido por las mismas zarpas.
Quiero que el infortunio 
escribas sobre mi piel 
los mismos malditos reglones 
que a ti te atormentan.
Quiero que la mala vida 
are mis carnes 
y siembre 
en tus surcos, 
en mis surcos 
la semilla de la desdicha 
que nos hace colisionar 
en las noches de las Parcas.
Quiero porque te quiero.
Sufro porque tu sufres, 
y fundirme contigo, conmigo 
tanto anhelo, 
que me replico
para en el onanismo 
colmar aun en tu ausencia 
mi fatal desvelo.

La soledad del alba


En la lumbre 
que todo lo calcina 
he arrojado 
tus besos de hiel. 

Un traspié es tu caricia, 
un toxico recodo 
en el que me rindes
con zalamerías 
y promesas de farsa. 

Me rindes 
y me abandonas 
en las aguas muertas 
del estrangulador meandro 
que es tu yacer. 

No hay amor 
en el cascabel 
de tu risa, 
sólo fuegos de artificio 
que me postran 
y avasallan. 

Cada mañana 
calcino tus recuerdos 
en el fuego que caldea 
la soledad de mi casa.

Y al anochecer me visitas 
y derrumbas y rindes 
la ciudadela de las cautelas 
que proyecte 
en la soledad 
del alba. 

miércoles, 19 de enero de 2022

Tan necios


Mis divertimentos 
son tan necios, 
me entretengo tanto, 
buscando la gracia 
que me negó natura.
Jamás domaré mi altivez.
Jamás se doblegará
mi ingenio 
a lo mondo y raso.
Ámame con mi infierno, 
en este aprisco de soberbias
de nieves perpetuas. 

Ángel cruel


El temor incendia el viento, 
y tu rojo fuego, 
mis calenturas, 
la fiebre loca 
que enarbola 
la bandera de las proezas. 
Soy tu fiebre, 
soy tu torrente 
de tu proeza , 
de tu locura.
Besa el infierno 
que tu mano provoca.
Besa la ira 
que tu negación desboca.
Ángel cruel 
que deambula insolente 
por las estancias 
en las que mora 
el deseo.

Tras un si


Nadie suspirará por ti. 
Nadie gemirá en tu nombre.
El placer que desperdicias, 
nadie lo saboreará.
Sólo existes en los suspiros 
que has decidido padecer.
Nadie obtiene placer del desdén, 
sólo hay placer tras un si. 

Escarcha


Me lastima 
el gélido cristal, 
la aurora de escarcha.
No sé si me quieres,
en estos amaneceres 
de desesperanza, 
en estas mañanas 
sin gloria, 
donde el sol raquítico 
no disipa 
los miedos de escarcha.

sábado, 15 de enero de 2022

En la ligereza


Te amo en la ligereza, 
en la alocada fiebre 
que me da el amor.
Traspongo a tu persona 
los ideales de mis sueños, 
te visto con el oro del toisón.
Polvo de estrellas 
llena de destellos 
la postrada llanura 
que se extiende a tus pies.
Ámame con la locura de los instantes, 
segundos atropellados 
por el latido unísono 
de nuestro imbricado corazón.
Placeres de un invierno 
que fuerza a buscar calor.


jueves, 13 de enero de 2022

Desafortunado


Sólo quedarán las huellas de nuestro paso. 
Rastrojos de un dolor que murió yermo.
Lameré las filigranas carmesís de tu tortura.
Retendré en mi mente tu tatuado pesar.
Plúmbeas mariposas que brotan de las fauces de un dragón.
Te querré almibarado, como se quiere a los que ya han partido.
Sólo quedaran las huellas, de tu existir desafortunado.

Apriscos de aquiescencia


En tu pecho, 
la Reina, 
juguetea con un can.
Márgenes de tinta, 
que definen tu marginalidad.
Encierra el azul, 
tu dolor, 
apriscos de aquiescencia.
No hay calor, 
en la narrativa, 
de tu broncínea piel.
Galones que te engalanan, 
Dioses martirizados.
Te amaré siempre, 
a pesar de que tu piel, 
maldiga y reniegue 
de la redención.

jueves, 30 de diciembre de 2021

Afectos instantáneos

 


"Cada instante conlleva sus afectos, pero son sólo eso, afectos fruto del instante."

Irsia Carolain Sprimbol

miércoles, 29 de diciembre de 2021

Doblan las campanas


En todos los rincones busco el calor, busco el abrazo urgente, el gemido animal, los espasmo de la sacudida última, de la descarga que nos rinde hasta la siguiente guerra.
En la torre doblan las campanas, alguien ha muerto. La muerte lo impregna todo, y es un catalizador que revuelve mis vísceras, y me fuerza a salir a buscar el aliento en mi nuca, de un desconocido al que tras el deshago, no volveré a ver más. 
En todos los rincones busco el calor, que me negué, al no haber sabido construir un hogar.
Doblan las campanas, y su estrepito hace brotar mis ansias, y en mi atormentada mente surgen las imagenes, de la multitud de manos, que sin nombre, manosearon mi cuerpo alguna vez. 

martes, 28 de diciembre de 2021

Frías


Son frías las lagrimas del dolor. 
Son gélidas las lagrimas del placer.
Son abrasivas, son cuchillas, 
que en su transcurrir 
cortan la nívea piel 
de los delicados ángeles 
que deciden amar, 
que deciden precipitarse, 
al vacío que es amar, 
al infierno del amor.

Mi demencia


No es proeza 
mi demencia, 
no es belleza 
este inestable patíbulo, 
en el que malgasto días, 
esta atalaya sin fe, 
de vértigos y frialdad.

Cierro los ojos 
y siento que tu mano 
acaricia mi lomo 
de dócil 
y sometido perro.

Me abre en canal. 
el arado de tu desdén, 
y abierto me
desangro, 
esperando un fruto 
que no llega, 
una semilla que nunca 
llega tu mamo 
a derramar
sobre mi, 
y que nunca 
llegará a florecer.

Nada es inocente 
en el cruel amar.
Todo es cruel 
en el inocente amar.


Vuelvo a ti


Vuelvo a ti, 
como único refugio, 
que atenúa mis pesares.
Sólo tú,
borras los sargazos, 
de mi mar de dudas.
Vuelvo a ti, 
y en el meandrinoso camino 
que es volver, 
me visto de harapos, 
me desvisto de tu gloria.
Vuelvo a ti, .
y tu me recibes sin reproches, 
me lavas 
y restañas mis heridas, 
esas llagas de penar 
por los caminos del mundo, 
persiguiendo el esquivo éxito.
Esa llagas por las que, 
cuando me desvisto, 
en la soledad de mi estancia, 
me desangro. 
Vuelvo a ti, 
a tu abrazo clemente,
a tus besos en mi frente, 
a tu mano firme, 
a tu calor de lumbre.