sábado, 19 de febrero de 2022

Vivo


"Vivo porque tú vives. Y está, tan supeditado mi existir a tu existencia, que sin la perspectiva de lograr tu amor, yo no existiría."
Irsia Carolain Sprimbol

Mis besos lavan tu dolor


Examino el interés de mi cuerpo 
y me rindo a sus designios. 
No sé dejar de amar en este infierno.
Mis besos lavan tu dolor 
y estoy triste.
Mis labios recorren todo tu cuerpo
y estoy ajeno. 
No sé vencer el temor, 
todos mis miedos.
Es enorme y desolador este abismo 
¿Quién diseñará ahora tu desorden? 
¿Qué manos disfrutarán tu cuerpo?
¿Quién curará tus puñaladas de hoy y de ayer?
No eres mío 
y en esos recodos me pierdo.
No se retener nada 
en este averno.
Ya no hay camino para volver, 
estás muy lejos.
Te ha alcanzado la noche 
y ya no te tengo.
Esta soga no me permite locuras, 
volar a tu encuentro.
Me acomodo a la angustia 
de olvidar 
que todos mis besos 
te han sentido.

viernes, 18 de febrero de 2022

Mar


El amor a la mar 
y a la viril sal, 
y su zorro oleaje, 
y a traidor azul, 
que me embelesa 
con su risa de espuma,
y perdido 
en sus corrientes 
me abandona, 
en la fría orilla, 
de arena blanca, 
tras poseerme, 
con sus bravas olas. 

Pulular


 "Todo se acaba y lo primero en acabarse es la gloria. No existe el traje inexistente del emperador, pero si existe la gente inconsistente que aunque salgas a la calle desnudo, desnudo nunca te verán. No es lo mismo pulular entorno a una estrella, que ser una estrella entorno a la que pululan, síndrome de abordabilidad."

Irsia Carolain Sprimbol

martes, 15 de febrero de 2022

No me doblega el manso


Las reinas defenestradas 
se vuelven locas 
y dan alaridos 
de destrozadas zorras.
No temo a la maldad, 
ni a sus tretas corniveletas.
No está la gloria 
en el forraje del asno.
No está mi dicha en permitir 
que me doblegue el manso.
En las noches de luna 
me protegen mis torres.
En los días nublados 
mis fieles caballos.

lunes, 14 de febrero de 2022

Día de amor


El amor, no pesa. 
El amor, no te hunde.
El amor, no señala.
El amor, no recrimina. 
El amor, no impone.
El amor, respeta.
El amor, entiende.
El amor, acompaña.
El amor, acoge.
El amor, comparte.
El amor abarca.
El amor, abraza.
El amor, no recrimina
El amor, no exige.
El amor, no recela.
Amar es confianza.
El amor, se entrega.
El amor, no se mide.
El que de verdad te ama, 
no te compara.
El amor, no es artificio.
El amor, no es fanfarria.
El amado siempre te defiende, 
aunque no entienda nada,

domingo, 13 de febrero de 2022

Sin manos


Me ampute las manos 
para no sentirte, 
para evitar volver a pecar. 
Tu toxicidad es dañina 
y prefiero estar sin manos 
que volver a tropezar.

sábado, 12 de febrero de 2022

Frágil y lechosa porcelana


Delicados infantes 
de frágil y lechosa porcelana, 
que jugáis 
con estrategias de añosa zorra.  
Duele ver, 
como desde las atalayas 
ofertáis pasiones de infierno, 
para hacer encallar 
portentosos navíos 
que sin vuestra meliflua perdición, 
habrían vencido en la gran guerra. 
El éxito, se esconde 
tras mil escollos, 
tras mil tersuras, 
tras mil carnales artimañas.

jueves, 10 de febrero de 2022

Malgastada pólvora


Tachonada de estrellas está 
la negrura de mis desvelos, 
traspiés que disipa el alba. 

La cólera me hace altivo
y la altivez 
genera en mi, 
soberbia.

Mis días son malgastada pólvora, 
ruido en medio del ruido, 
ruido ahogado por el estrepito.

Abrazos desesperados 
a un aire muy gélido.

Acarreo desdichas, 
porque Dios, 
ya no escucha mis plegarias.

martes, 8 de febrero de 2022

Umbría


Me dijo que me quería 
una mañana clara 
y ni bien había llegado 
el medio día, 
dio la primera espantada. 
No saben amar los necios 
con la claridad necesaria, 
pues se pierden 
en los recodos 
de las zalamerías 
de morralla.
En una mañana de abril 
te señale la salida, 
porque no quiero 
para mi vida, 
amores de calles traseras, 
ni sombras 
de perenne umbría.


Mil deflagraciones


Escucho al aire, 
y me cuenta 
de mil tormentas. 

Mi soberbia 
es un pararrayos 
que atrae hacia mi 
mil deflagraciones.

Llueve, 
y la yema 
de mis dedos
busca 
en el urticante rocío, 
la hiel 
de tus desprecios.

Lastimero ceño


Me hostigan tus manos, 
en las noches 
en las que tu fiebre loca, 
abre las puertas del espanto, 
en las noches 
donde tu pueril insensatez 
culpa a mi alma 
de tus desdichas. 

Erial maldito 
es tu atroz ingenio, 
el ingenuo y añoso infante 
sepultado a metro y medio. 

Mi único problema 
es el pedernal 
que tienes por corazón 
y tu lastimero ceño 
de llorosa Parca. 

Me hostigaban 
tus manos 
cuando de ti 
yo estaba cerca.

A bocajarro 
dispara el amado 
en las noches 
de luna 
y pasión loca.

domingo, 6 de febrero de 2022

El lobo vino a mi cama


El sol toca el arpa 
y florecen los almendros.
Ya no hay mañanitas 
de niebla ni en febrero.

Yo dolores no tendría, 
si no me hubieras lastimado.
Yo al sol estaría 
si la herida de mi pecho 
por ti no me tuviera postrado 

Todo el día, yo lloraba, 
toda lluvia era poca.

Y dices que yo ya no te quiero 
y te digo, que yo no quiero tormentas y líos, 
que amar es clara mañana 
en la que el amado con su abrazo te quita el frío. 

El lobo vino a mi cama, 
por el sangrar de mi herida 
y cuando ya estaba a mi vera, 
me dijo, que tú ya no existías. 

Olvidar


En las rugosas horas,
que llenas de tropiezos, 
me someto al martirio 
de perseguir el olvidar.
 
Nadie consigue el olvido,
y cuando la vida nos regala
la tortura de olvidar, 
olvidamos el placer 
y recordamos el penar.

Me interrogo 
en los cuartos lóbregos.
Me culpo 
en los minutos de infierno 
donde los neones y su titilar 
se ríen de mi infortunio 
y mi extravagante vagar.

sábado, 5 de febrero de 2022

Oscuridad


Sonó mi nombre en la cocina, todo estaba oscuro, no sabía muy bien que hora era. Mi madre repetía mi nombre mientras forcejeaba con la puerta. Era ya normal que estuviera desorientada, era normal que se levantara de noche y deambulará por la casa. 

Dos escalones separan la cocina del comedor, había tropezado en ellos y mientras a tientas buscaba por las paredes, cayo contra la encimera, se golpeo y sangrando gritaba mi nombre sin poder en la oscuridad abrir la puerta. El maldito alzhéimer, lo estaba borrando todo de su cabeza, las horas, los días, el lugar de la pared donde está el interruptor de la luz. La maldita edad y sus achaque. 

La delatora sangre hablaba de su desorientación, de sus pasos contradictorios en la cocina hasta que la luna le señalo la puerta del patio y a su boca llegó mi nombre.