sábado, 30 de junio de 2018

Gudena


No todos están preparados para interpretar señales. El futuro está en los posos del café, en las horas de vigilia intentando encontrar la salida, o quizás la entrada de la vía de agua que hunde la nave. Los sueños son la materia prima del éxito, son una gema en bruto, que la laboriosidad debe facetar.
El talento en bruto, es solo eso, perfecta cristalización sin brillos, pero sin la optimización del esfuerzo, solo es materia prima, que regalamos a otros si decidimos optar por la inacción, por enterrar el legado, la herencia que nos entrego la genética. Trabajar, trabajar, esa era la realidad de la Calle Real de Tiendas.
Gudena, las supo interpretar y ante la necesidad y la demanda, si hizo necesaria y vendió su talento, desde el interior de lo anhelado, se hizo un hueco en el sistema por el que a nuestros vástagos legamos nuestro sudor, nuestra rutina, nuestro tesón, posición. Se hizo un porvenir, para ella y para Ger.
El mañana no existe para nosotros, el mañana existe sobre todo para nuestra prole. Por eso es tan importante generar futuro, generar la vida que disfrutará del futuro. Así es como cobra sentido el abnegado esfuerzo. Casa matriz en la que hemos derrochado nuestra sangre, sangre que llevará nuestro nombre y se expresa con nuestras palabras. Obra de nuestras manos, obra de nuestros ingenio. Seres que tienen el brillo de nuestra avispada mirada, la picardía de nuestra sonrisa, el ademán de nuestro ímpetu, nuestra ansia.

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